5- ¿Te arrepientes?

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Estuvimos conversando mientras los grupos de música seguían tocando, faltaban solo 15 minutos para que Daniela subiera al escenario, así que bajamos y fuimos detrás del escenario.
Hoy había mucho más público que ayer y podía notar que Daniela estaba algo nerviosa.

-Estás bien?- pregunté algo tímida -Sí, es solo que nunca imaginé poder cantar delante de tanta gente, empecé cantando con los parceros de mi barrio, y ahora verme aquí, en otra ciudad, con otra gente, en tan poco tiempo, es muy "uau" para mí- estaba un poco oscuro pero pude notar que se le deslizó una lágrima, me limité a secarla con mi manga de sudadera y abrazarla, me aparté un poco de ella y quedamos a pocos centímetros la una de la otra, cogí sus mejillas y le aseguré "todo va a estar bien."

Intercambiábamos miradas, las de ambas se dirigían a los labios, nos acercamos despacio hasta que mi nariz chocó con la suya, sentí sus labios rozar con los míos, nos besamos, fue un beso dulce, nuestras lenguas se entrelazaban, era un beso delicado, a la vez necesitado, nos conocíamos de apenas 2 días pero sentí todo removerse en mí, como mariposas que recorrían cada partícula de mi ser.

-Y ahora con todos ustedes... Daniela Calle!!!- se escuchó a lo lejos el presentador del concierto, quien interrumpió el beso.

Nos alejamos y nos quedamos viendo por unos segundos que parecieron horas, me sonrió y la vi alejarse hasta el escenario, me gustaba, y mucho.

Fui a donde estábamos antes para poder verla cantar, de verdad esa mujer era maravillosa, como cantaba, como bailaba, me tenía loca.

Estaba sumergida en mis pensamientos cuando sentí una mano detrás de mí tocándome el hombro, me volteé y era la manager de Calle, Paula.
-Tú debes ser la invitada especial de Daniela, cierto?- preguntó sentándose en la silla de al lado. Asentí - Cómo te llamas?- preguntó.

-Maria José, pero me llaman Poché, un gusto- estiré la mano a lo que ella respondió amablemente.

-Vi que se llevan muy bien, se conocían de antes?- preguntó curiosa. -La verdad es que nos conocimos en el concierto de ayer.- Reí un poco ante la respuesta.

-Y eres de por aquí?- preguntó
-De hecho, soy de Girona, la ciudad que queda al lado, aquí vive mi papá y mis hermanos, los vengo a visitar muy seguido así que podríamos decir que es como mi segunda ciudad.- le respondí.

-Pues me alegra saber que Daniela tendrá una amiga aquí, ya que vendrá a vivir a Barcelona y no tiene relación con nadie, hay muchos interesados y no le gusta relacionarse con personas, por eso es que se me hizo raro que hubiera invitado a alguien, pensé que no iba a usar su invitación.- Dijo honesta.

Seguimos hablando hasta que Daniela terminó y fuimos a la salida del edificio para despedirnos.

Pau ya se había ido y quedamos yo y Daniela mientras íbamos al parking a por mi auto, ya que había insistido en llevarla a casa así no tenia que tomar un taxi.

En el camino a su hotel no dijimos ni una palabra, así que decidí poner mi playlist, sonaron como 5 canciones de ella y me puse roja, evidentemente se notaba mi nivel de fanatismo.

-Tienes hasta la primera canción que salió oh my god, tú si eras fan no? - dijo riendo y a la vez sorprendida.

-Ya te dije que hace rato te escucho- le sonreí, una vez que aparqué delante del hotel, tomé sus manos. -Lo hiciste muy bien en el escenario.-

-Gracias.- se quedó mirando por la ventana unos minutos. -Lo siento.-
-Por qué?- dije confundida.
-Por haberte besado, no debí hacerlo.- dijo girándose hacia mi y pude visualizar lágrimas que caían de su rostro.

No me salían las palabras, la abracé. Cuando me separé, no sé de donde tomé el valor y le pregunté: ¿Te arrepientes?

No dijo nada durante unos minutos, agachó la mirada y con un hilo de voz pude escuchar que dijo "no".
Entonces mi pregunta era: ¿entonces porqué se disculpó?

Tomé sus manos de nuevo, tomé su barbilla y alcé su mirada hacia mi para tener contacto visual, con la misma entonación que ella me había dado la anterior respuesta le dije: "Me alegro de que no te arrepientas, porque me quedó gustando y si me lo permites, me gustaría probar otra vez."
Me sonrió y quedamos con las frentes pegadas, a 3 centímetros estaban nuestros labios.

-¿Me permite?- dije esperando su respuesta con ansias
-De aquí no me muevo, la estoy esperando.- Dijo con un tono provocativo.

No aguanté más mis ganas y la besé. Nos sumergimos en un beso necesitado, pero a la vez delicado, como si se pudieran romper, era cálido, nuestras lenguas jugaban entre ellas, ahora no había nadie quien nos interrumpiera.

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Holaaaa
Hay maratón, más tarde les subo otro capitulo.

La música une a dos almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora