Provs' Tyler
Ya iba una semana desde que había pasado el accidente, Suzan aún no despertaba, la compañía estaba en un desorden que no lograba manejar y todo porque no podía dejar de pensar en ella, esperaba con ansias que despertará, pero no lo hacía. Los días pasaban, estos eran lentos, monotonos y estresantes; cada vez que miraba la agenda pensaba en ella, en su mirada de enojo ante mis bromas o cuando decía que no iría a una reunión, había asistido a todas desde aquel momento, quería cumplir cada una de las cosas que había dejado escritas en aquella agenda y en las noches solo la pensaba, iba a verla y soñaba con que despertará. Era la primera vez en mucho tiempo que pensaba a alguien, en el que alguien además de mi me importaba. Eran las doce, aún no conciliaba el sueño, hasta que caí dormido, soñé con ella, con aquellos momentos de pasión y de enojo, en los que me pasaba y ella solo me miraba con odio. La alarma me despertó, o eso creí, pero no era así, no estaba en mi apartamento, estaba en el hospital con ella, tomando su mano. Aquel insoportable ruido me despertó, más el grito de una enfermera, me sacaron de aquel lugar y entraron muchas enfermeras y doctores. Cuando me sacaron no me podía controlar, mis manos temblaban, mi respiración estaba más agitada de lo normal, solo pensaba en lo peor, y solo me dolía, como podía estar pasando esto de nuevo, ella, ella era todo para mí, perderla no era opción, no era opción tenerla lejos de mi, la amaba.
Luego de minutos estaba sentado esperando, comenzaron a salir las enfermeras de esa habitación de hospital, dos salieron con la mirada en el suelo y susurrando "pobre hombre" cuando me miraban, luego salió el doctor y me llamó, fuí pensando lo peor, mis piernas temblaban, no me podía mantener en pie, fue entonces cuando el doctor dejo su mano sobre mi hombro me sonrió de lado, con algo de empatía, seguía sin comprender, sin saber que estaba pasando y porque todos me miraban con tanta empatía. Por mi mente solo pasaba el típico "La perdí, la perdí" mis ojos se estaban cristalizando, se nublaron de lágrimas, y luego escuché la voz del doctor.
-Se encuentra bien, acaba de despertar. - esas palabras solo me llevaron al borde de las lágrimas, estás comenzaron a bajar por mis mejillas, mis ojos ardían, mis labios temblaban, no dejé que él terminará de hablar, solo entre como si mi vida dependiera de ello, y allí estaba, con su cabello revolcado, ojos inflamados, labios hinchados y con esos hermosos ojos que me cautivan cada vez más, me acerque a ella y la besé sin pensarlo dos veces, pero algo cambio... Ella no me correspondió, al contrario me dió una cachetada tan pronto se separó de mis labios, la enfermera presente y el médico quedaron atontados, tanto como yo, era como si ella me hubiera olvidado. La ví llevar su dedo índice a sus carnosos labios y acariciar los, estaba sonrojada y nerviosa, como si fuera una niña inocente, entonces el médico aclaró su garganta.- Parece que tiene amnesia.
-¿Usted cree? -Mencione con cierto sarcasmo e ironía mientras giraba a verlo con la mano sobre mi mejilla esa cachetada sí que había sido dolorosa. Devolví la mirada hacia ella y seguía igual de sorprendida, como si nunca hubiera dado un beso en toda su vida. - ¿Cuándo puede irse de aquí? -le pregunté con seriedad al médico mientras me acercaba a él y lo miraba observando sus papeles, él se percató y me miró, me dió a entender que hoy mismo se podía ir conmigo, así que sin pensarlo dos veces fuí hacia su apartamento y busque ropa muy cómoda para ella, en lo que iba de vuelta al hospital ella ya debía haber sido duchada, debería estar esperando por la ropa y ya. Y cuando llegue de vuelta a los treinta y cinco minutos así era, ella estaba acabando de salir de la regadera, lo sabía por su cabello mojado, y los restos de agua en su pecho y cerré los ojos y le dí la espalda. Quería verla, verla desnuda, tocarla, besarla, pero era imposible para mí, luego la escuché hablar.
-Señor, gracias por su ayuda y todo lo que hizo por mi, pero solo es mi jefe, así que intente no sobrepasar límites o no volveré a trabajar con usted. -Ahí pensé, ¿solo olvidó lo que tuvimos ella y yo? giré a verla con una expresión algo estúpida, eso era obvio, mi cena izquierda parecía saltar, y mi ojo tenía un tick. Llevé mi diestra a mi rostro golpeando mi cara con la mano abierta, era decepcionante, entonces sin decir nada salí para hablar con él médico, me dijo que recuperar la memoria tardaría días, semanas, meses e inclusive años. Y no sabía si debía aprovechar para empezar de cero o simplemente desear que sus recuerdos regresarán. Salimos del hospital y el médico dió órdenes claras de no dejarla sola y volver a llevarla si presenta algún dolor inusual. Estábamos de camino a mi apartamento, eran las dos de la madrugada, estaba cansado y ella también, de a ratos se iba de frente dormida y tenía que detenerme a acomodar su cabeza, cuando llegamos al hotel dejé el coche frente a este, había cambiado mi lugar de vivienda a uno más grande, ya que tenía planes de pedirle vivir juntos, fué cuando pasó el accidente.
Al dejar el coche allí aparcado bajé dejando las llaves pegada y diciéndole al botones que guardará el coche tan pronto la sacará. La intenté despertar pero fue en vano, solo se quejo, así que la saqué cargándola como princesa, estaba más liviana que antes, y se veía más delgada, en solo eso podía pensar cuando la tuve en mis brazos y en si volvería a ser mía. Entré sin pensarlo y fuí al elevador, presioné el número de mi piso y después de unos cuantos minutos esperando llegamos al pasillo donde estaba mi apartamento, lo bueno es que solo era mí piso, al llegar a la puerta tuve que dejarla a ella sobre mi hombro como un costal de papas ya que tenía que sacar la tarjeta y abrir la puerta. Al lograrlo entre con ella y cerré para caminar en dirección a la habitación. Dejé su cuerpo reposar sobre el colchón y su cabeza sobre la almohada, acordé su cabello y la arrope para luego ir a ducharme. Luego de veinte minutos en la regadera salí con mi típico pantalón pijama y me acosté en la cama en el lado libre junto a ella y apagué la luz, la miré por unos segundos a oscuras y luego miré el techo, se sentía un sueño tenerla conmigo de nuevo, pero a la vez un mal sueño, que ella me había olvidado, estaba borrado de sus recuerdos amorosos.
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Amorcitos, hola, hola, he vuelto, acabé la universidad recientemente, así que intentaré subir más capitulos, así sea uno semanal, lamento la espera, pero me encantaría leerlos para saber que opinan de este nuevo capítulo “Soñar” obteniendo algo de drama y cosas que no se esperaban, bueno, los leo y gracias por haber esperado por mi, los cinco primeros likes y comentarios aparecerán en la parte inferior de la novela agradeciendo por sus likes y su apoyo. Más tendrán la oportunidad de pedir un capítulo especial, ejemplo, cada uno me dará una idea para el próximo capítulo y la idea que más me guste irá incluida en el capítulo y mencionando de quién ha sido la idea. Muchas gracias y espero hayan disfrutado. 💕
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Mi Jefe Y Mi Adicción
RomanceTodo comienza con adolescentes, hormonas, deseos, retos y despedidas. Luego todo cambiará ella su empleada él su jefe, ella lo recuerda y él no la reconoce. Lee la historia y pierde te en el deseo y el dolor.