Sin Admitirlo ShinobuxGiyuu

Tensión

Chicos en mi país, Chile, hay revolución del pueblo, está el ejército del estado vs el pueblo desarmado que marcha por todos lados pidiendo cambios al gobierno. Por esto me demorare en seguir actualizando la historia, manden fuerzas y viralizen la situación de Chile.

El pueblo unido, jamás será vencido✊🏻🇨🇱

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Kanao recordó las palabras de shinobu.
Debía cortar la cabeza del demonio, pero estaba en muy mala condición y no podía ponerse de pie. Tanjiro la sostenía por la cintura sin poder mover sus piernas.
Ahí estaba douma arrodillado en el suelo con kocho en los brazos.
La miraba con "cariño" mientras acariciaba su rostro.

-oh shinobu, estás muriendo, que tragico, que triste- douma tenía lágrimas en el rostro- estaremos juntos por siempre.

Douma apretó a kocho entre sus brazos con fuerza y comenzó a *absorberla* de alguna forma sin soltarla.

Tanjiro intentó ponerse de pie, pero le era casi imposible.
Kanao lo miro a los ojos.

- NO....- solto la chica con los ojos llenos de lagrimas.

Se sentía inútil, se volvía a sentir débil, como cuando era pequeña, aquel sentimiento de miedo la invadio.
Tomo fuerzas y se puso de pie, sin pensar en el dolor, sin pensar en lo incapaz que era de hacer algo, moriría allí de ser necesario, pero no podía fallarle a su hermana.
Empuñó su espada tambaleante. Desafiando a la luna.

- ¡Deja a mi hermana maldita escoria!- grito kanao enojada.

Douma levantó la mirada sin soltar a kocho que se desvanecia lentamente.
Sus ojos llorosos estaban rojos y su mirada cambió rápidamente tornándose tétrica y llena de odio.

-estamos uniéndonos, tu hermana me ama, NO TE ENTROMETAS-  aquellos ojos solo transmitieron aquella advertencia a kanao.

Atacaría, estaba preparado para matarlos, sin kocho interviniendo podría darse aquel festin.

Tanjiro lo sintió, el aroma de aquel odio, el aroma de la muerte.
Reunió las pocas fuerzas que le quedaban y como pudo, logró levantarse y ponerse frente a kanao, recibiría cualquier ataque por ella.
Aquel demonio tendría que matarlo a él primero.

Un suspiro,
un parpadeo,
Todo cambiaria.