¡Octubre ha llegado, y con él, el Fictober!
Este reto consiste en tomar todos los días una palabra de una lista predeterminada y crear un relato de 300 palabras que la contengan en la narración.
31 días.
31 Mini Relatos.
~Versión Tolkiendili: Es de...
Al amanecer, el pequeño príncipe de Erebor se encontró con su hermana a las puertas del salón principal, tal y como habían pactado. Por esos días, la niebla matinal era espesa y lograba hacerse lugar en cualquier rincón que encontrara, por lo que aquel cuarto repleto de altísimas columnas se volvía un laberinto ideal para los juegos de los enanos más jóvenes. Thorin se cruzó de brazos y echó una mirada seria sobre Dis, quien parecía sospechosamente divertida con la situación.
—¿Y bien? —mencionó el enano—. Estamos aquí, ¿Ahora qué?
—¿No leíste la leyenda, cierto? —reprochó la princesa poniendo los ojos en blanco—. Cuenta que, una vez, los jóvenes hijos de Durin entraron en el salón principal al amanecer de un día blanco y se perdieron en la niebla. Cuando se reencontraron, todos comentaron que habían visto algo en la bruma... Habían recibido mensajes del futuro. —contó entusiasmada—. Hoy es un día blanco. ¡Tenemos que intentarlo!
—¿Me sacaste de la cama por esta tontería? —preguntó Thorin cabreado. No creía en leyendas y mucho menos en premoniciones.
—Vale la pena intentarlo. ¿O qué? ¿Tenías algo mejor que hacer? —cuestionó Dis.
—Sí. Dormir. —aseguró el príncipe.
La enana bufó harta, abrió la puerta y tironeó de la camisa de su hermano para ingresarlo en la habitación. Allí la neblina los envolvió rápido, impidiéndoles verse incluso entre ellos. Dis soltó a Thorin y ambos enanos caminaron sin rumbo fijo, cuidando no chocarse con las columnas del lugar.
Al cabo de veinte minutos, ambos se encontraron tanteando el picaporte de la entrada con desesperación. Habían vuelto al punto de inicio. Salieron rápidamente de allí y se miraron asustados.
—¿Qué viste? —preguntó Thorin. El semblante de su hermana denotaba confusión.
