Las manos que sostenían los instrumentos perdieron la fuerza y así las agujas quedaron olvidadas.
Con su primer respiro de vida, Fëanor tomó de ella más que su amabilidad y pronto su esposo Finwë supo que la dulzura de su Míriel no volvería más. Y aunque aturdido por la pena inesperada luego del alumbramiento de su único hijo, aceptó que el último deseo de su amada fuera echarse sobre el césped de Lorien a dormir un descanso eterno.
Míriel entonces yació en la belleza de Irmo, quien le tejió un sueño para que ella viajara sobre un telar hacia las Estancias de Mandos. Y allí Míriel soñó.
Sobre las verdes pasturas un sol radiante le iluminó el rostro y vio su espíritu renovado. La antigua reina de los Noldor danzó su cabello plateado en la tarde de los salones de Aman y pidió permiso a Námo, su nuevo protector, para maravillarse con los tejidos de su esposa Vairë. Y sabiendo que no podría regresar, este le permitió echar un ojo al destino del mundo, plasmado en los tapices. Pero lo que ella vio no fue el acontecer de su descendencia, sino la textura de los tejidos, el detalle en la mezcla de los colores, la maravillosa técnica con la que Vairë trataba los hilos del tiempo.
Así que Míriel pidió materiales; lana y lienzos sobre los que trabajar. Sus manos le devolvieron la gracia de plasmar imágenes en detalle y con ellas creó telares para contar dulces historias a los demás moradores de las estancias. De esta manera, la altiva esposa de Finwë permaneció en su serenidad imperturbable y su amabilidad creciente, aguardando por el día en que su espíritu y el de su esposo se reunieran nuevamente.
Su cuerpo continuaría soñando sobre el césped de Lorien, y su espíritu tejiendo lejos.
*Créditos de imagen a: Mysilvergreen en DeviantArt*
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Fictober 2019 ~ Fandom Tolkiendili
Fanfic¡Octubre ha llegado, y con él, el Fictober! Este reto consiste en tomar todos los días una palabra de una lista predeterminada y crear un relato de 300 palabras que la contengan en la narración. 31 días. 31 Mini Relatos. ~Versión Tolkiendili: Es de...