˗ˏˋ⭞ The Roses ˚༘ ๋ Hyunin

O9

Camillas, enfermeras y olor a desinfectante que se desprendía por cada uno de los rincones del lugar, ninguno de los adolescentes habían estado en ese ambiente.
O quizás sí, para un chequeo, control o incluso vacunación pero ahora era diferente, si por diferente nos referimos tener a un amigo a punto de morir entonces sí, estamos en lo correcto.

Félix estaba aferrado al pecho de su novio mientras que lloraba desconsoladamente, el más pequeño de altura lo abrazaba y besaba en la frente, él también lloraba pero no tan escandalosamente como Lee o Seungmin, quien estaba literalmente adherido al brazo del australiano.
Y un poco más lejos de ellos, estaba el pelirosa.
Tenía una expresión fría, como si su rostro sólo fueran dos puntitos como ojos y una rayita horizontal como boca, más de sus "puntitos" salían lágrimas, de dolor, tristeza y desesperación.
Quería correr a la habitación donde estaba su novio y besarlo, besarlo hasta que sus labios no den para más y se sequen pero por otro lado quería gritar, tirarse al piso y hacerse bolita en una esquina como cuando era niño y quería que su madre le comprara un juguete, esta vez el juguete era la salud de Hyunjin.

En sus manos, se hallaba la primera rosa que su novio le había entregado, y sí en estos tres meses la había guardado. Estaba un poco (por no decir muy) marchita pero Yang la guardaba como un tesoro, como si fuera lo más valioso de su vida y en efecto lo era, incluso la tarjetita atada al tallo seguía ahí.

La señora Hwang salió de la habitación donde estaba su hijo con lágrimas en sus ojos provocando que su delineador se escurriera por sus mejillas.
Miró a los amigos del pelinegro, reconociéndolos al instante pero esta vez no hablaría con aquel grupito sino con otra persona.

Se acercó al menor, quien tenía la mirada baja y acariciaba los pétalos de su flor.
El sonido de sus tacones alertó a Jeongin quien levantó la mirada al instante, sobresaltándose con la fémina.

- Hola_habló suavemente para evitar romper en llanto de nuevo_ Debes ser Jeongin ¿Cierto?_el pelirosa asintió asustado_ E-el te quiere ver anda_sonrió para ocultar su vano intento de parecer fuerte.

Yang corrió hacia el cuarto y lo vió, tumbado en una camilla, entubado por casi toda su anatomía pero aún así, tenía una pequeña sonrisa en los labios mientras miraba hacia la ventana.

Jeongin pudo jurar que al ver esa imagen pudo tirarse a llorar, pero antes de hacer un espectáculo Hyunjin volteó la mirada y lo vió agrandando más su sonrisa casi instantáneamente.

- Innie, bebé_habló con dificultad.
- H-hyunjin amor_dijo entre lágrimas.
- Hey ya para, me harás llorar
- ¿La recuerdas?_mostró la rosa que tenía en la mano y el mayor asintió sorprendido_ La sigo guardando desde el primer día, nunca he dejado de-
- Te amo Jeongin y siempre lo haré_soltó de repente, ahora él también estaba llorando.
- Igual yo Hyunjin, igual yo_dijo mientras se acercaba a los labios de su novio y los besaba, siendo correspondido. Quizás sea el último beso de ambos así que lo disfrutaban, lo gozaban como si fuera el manjar más delicioso del mundo, de su mundo.

Hwang tomó al menor de la nuca, abrazándolo por encima de los hombros y acercándolo más a él sin dejarlo de besar.

El beso (valga la redundancia) era puro, sin ninguna pizca de lujuria pero al mismo tiempo reflejaba el dolor de ambos amantes por separarse, el sabor era salado por las lágrimas que seguían cayendo por las mejillas de la pareja.

¿Por cuanto tiempo se habrían besado? Horas tal vez, pero Jeongin sintió una parte de su alma ir al cielo cuando Hwang dejó de mover sus labios y sus brazos soltaron su agarre siendo seguido por un constante sonido por un aparato que marcaba los ahora inexistentes latidos del peminegro.

- ¡Hyunjin! ¡Hyunjin!_gritó desesperadamente mientras sacudía el cuerpo del mayor_ ¡Alguien por favor!

Sus amigos, la madre de Hwang y Jungsoo entraron al instante encontrándose al pelirosa llorando desconsoladamente aferrado al pecho de su novio, su amor.

Los tres adolescentes se abrazaron con dolor, la mujer lloraba y el restante cayó al piso de rodillas, gritando fuertemente.

Aquella escena era devastadora para cualquier persona que pasaba por ahí.

Yang cubrió el cuerpo de Hyunjin con una sábana blanca, aún muerto era el ser más hermoso que había visto.
Y su vista se nubló, se había desmayado.

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El ambiente era sombrío, triste y fúnebre; ideal para la ocasión porque no era muy alentadora la idea de enterrar a Hyunjin en un día soleado mientras los pajarillos cantan, los jóvenes enamorados pasean y todos eran felices, pues no.

Jeongin mantenía su mirada pegada al ataúd, parecía que nada ni nadie podía hacer que sus ojos se movieran de aquel sitio, cualquiera podría gritar "¡Un incendio!" y el menor podía quedarse allí hasta que el fuego viniera a por él y lo calcinara, porque exactamente eso era lo que quería, morir.

No tuvo la noción del tiempo que había transcurrido, pero cuanfo regresó a la realidad no vió a nadie, ni siquiera a la madre de su novio.

Acercándose lentamente intentando retener las gotas de agua que salían de sus ojos, sacó dos rosas color carmín, una muy marchita que seguro que la recuerdan y otra intacta, como si acabase de florecer.
Las colocó encima del ataúd del pelinegro, deleitándose con esos ojos que aún cerrados, lo volvían loco.

Se dió media vuelta, abrazándose a sí mismo por el frío que sentía y no era precisamente por el clima, sino por una enfermedad de la cual casi todos queremos huir y no importa lo muy introvertidos que seamos, siempre que esa idea merodea nuestra mente nuestros vellos se erizan de sólo pensarlo, una exageración quizás piensen pero siendo honestos a todos nos aterra aquello, el ser humano por naturaleza siempre tendrá esa maldita fobia y no importa el tiempo ni nada por el estilo, pero es aquí donde ustedes se preguntan ¿Y de qué enfermedad estamos hablando? Pues es simple, la soledad.

Penúltimo capítulo ♡
Lloré como si me fueran a matar cuando escribía esto aaa, en fin, esta historia era una comedia como habrán notado pero como soy demasiado cliché salu2 dejé lo más triste para el final.
No me odien :c, los quiero ♡