·AMOR DE HERMANOS·

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·AMOR DE HERMANOS·

Volver a vestirse, no fue el problema, el verdadero problema fue constenerse para no sacarsela de nuevo y follar una vez mas. Lo cierto es, que tenían un poco de consideración por los escoltas que les esperaban afuera.

Taehyung abrió la puerta trasera de la Iglesia, vio desde el otro lado del jardín al hombre al cual había pagado por ese favor. Aquel hombre también se percató de que Taehyung se disponía a marcharse, sonrió y comenzó a caminar hasta donde los dos amantes.

Fue en un instante, pero después de eso, fue cómo si el tiempo se estuviera deteniendo.

Una bala perforó el cráneo del inocente hombre, su cuerpo cayó inmediatamente sobre el suelo. Después de eso, una ráfaga de balas cayeron en contra de los escoltas de Taehyung, dos de ellos corrieron hasta donde Taehyung para protegerlo, los demás disparaban a un blanco invisible. No había a quien disparar y sin embargo, las balas seguían lloviendo.

Annalisa no lloraba, tampoco gritaba o algo parecido, por el contrario, permanecía en silencio, controlando su pánico. Taehyung la miró y sonrió.

—Todo estara bien— y le tomó la mano en señal de que eso era algo así como una promesa.

Ella asintió. Lo que era bien cierto, es que Taehyung temía por sus vidas.

—Para usted— dijo uno de los escoltas extendiendole una revolver a Taehyung.

Taehyung tomó el arma, era algo pesada, pero no había llevado consigo su propia arma, así que no había mas.

—Todos correremos hacia el auto principal, yo al frente, usted y la señorita irán tras de mi, mi compañero les cubrirá la espalda— fueron las indicaciones que recibió Taehyung del jefe de escoltas.

—Podríamos refugiarnos aquí— comentó Annalisa.

Taehyung negó con la cabeza —Nos atraparan, y la muerte es segura.

—Pero... ¿Quienes son?

Taehyung no sabía si hablar, pero era obvio que Annalisa no tenía un pelo de tonta.

—La organización japonesa, los Jeon Killers, y bueno, quieren que entreguemos a Jungkook, puesto que, por herencia, el es nuevo líder. Ellos creen que mi madre lo secuestro, pero lo cierto es que lo convirtió en su propio hijo...

—Señor— interrumpió el jefe de escoltas, dejando en claro que no era momento para historias.

Taehyung sonrío culpablemente —Te lo diré mas tarde.

—Bien, en cuanto les de la señal, avanzaremos.

Las balas se habían detenido, solamente uno de los escoltas estaba vivo, y ya sabía que tenia que ir al auto principal.

Taehyung estaba tan distraído, que tardó tres valiosísimos segundos para entender la señal del escolta principal, a prisa tomó la mano de su mujer y ella, lanzando sus tacones, corrió detrás de el. La escena podría ser cómica, pero apenas y los contrarios notaron la presencia de los que intentaban escabullirse, volvieron a disparar. Llegar al auto no fue demasiado difícil, aun asi, se cobró la vida del escolta que les cubría desde atrás. Y casi por nada, la de alguien más.

Antes de que Taehyung pudiera subir al auto, recibió una bala por encima de su pecho y entre su hombro, milagrosamente no perforando el corazón. Se dejó caer en el asiento trasero del auto.

—¡Taehyung!— Gritó Annalisa al descubrir la mancha de sangre.

El motor del auto ya estaba encendido, el jefe de escolta habia conseguido llegar, y el otro hombre que estaba oculto antes, también subió, cómo si no hubiese pasado nada, Taehyung se incorporó inmediatamente, el auto inició una tozca marcha antes de que el joven cerrara la puerta, cómo pudo la alcanzó y finalmente la cerró.

CASARSE A LOS VEINTIUNO/JK/YOU/THDonde viven las historias. Descúbrelo ahora