VENENO

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Ya era poco más de media noche, a pesar del cansancio que le había provocado torturar a los dos miserables que ahora no eran más que un recuerdo, Jungkook estaba encerrado en su biblioteca personal, aquella cuya entrada se encontraba bajo las escaleras principales de la casa y que solo se podía entrar con su respectiva llave. Hubiese querido ir donde Jimin para saber su estado de salud mental y física, pero decidió que ya era muy tarde para hacerlo, además no sabría que decir. Quizá Jimin estuviera pasándola muy mal, y en parte sintió que fue un poco culpable por ello.

Todos esos pensamientos ahogaban su mente, al mismo tiempo que estaba sentado frente a su bastidor, sus pinturas estaban desgastadas, principalmente los tonos amarillos, rosados y marrones, sus dedos también habían participado en la concepción de aquella pintura que ahora estaba casi finalizada, pero necesitaba ver a su modelo una vez mas para darle los últimos detalles. Los senos de Annalisa ahora estaban grabados en el lienzo de Jungkook, al igual que en su mente. Eran tan hermosos y perfectos, ¿Cómo no pintarlos? Por si solos eran una obra de arte. Sin embargo, Jungkook entre sus recuerdos de borrachera, creyó haber visto un lunar particular en alguna parte de los senos de la esposa de su hermano, pero no sabia exactamente donde, deseaba poder verlos nuevamente, les dedicaría toda una gama de pinturas. Por supuesto, nadie debería de verlas.

Antes de colocar una ligera tela que cubriera su pintura, recordó que debía de alimentar a su bella serpiente y también ordeñarla para quitar el veneno. Se dirigió hacia el contenedor de cristal adornado en su interior con una rama de árbol seca, la miró por uno segundos y de inmediato una macabra idea se presentó, pero ya era bastante tarde para llevarla a cabo, lo haría por la tarde, después de visitar a Jimin.

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—¿Vas a visitar a Jimin?— Pregunto Annalisa bajando de las escaleras.

Jungkook asintió poniéndose su gabardina, hacia un poco de frió y aun no eran ni las cinco de la tarde.

—Quiero acompañarte, claro, si no te molesta.

—Por supuesto, no tengo problema.

Annalisa sonrió —Permíteme, iré por mi abrigo.

Por detrás de la puerta de la cocina, In Ha escuchó aquella breve platica, detestaba al por mayor que Annalisa tuviera el cinismo de intentar seducir a Jungkook, mas aun, por que deseaba a Jungkook para ella, de seguir las cosas así, estaría dispuesta a delatar a Annalisa con Taehyung. Entreabrió la puerta para divisar un poco, de manera astuta.

—Luces bien.

—Tu lucias aun mejor ayer— respondió Annalisa de manera coqueta.

In Ha maldecía en silencio.

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—No quiere comer y se rehúsa a tomar sus medicamentos— Señaló la enfermera a Jungkook.

—¿Ha notado un comportamiento extraño?

La enfermera asintió como si sintiese lastima por el jovencito que estaba encerrado en su habitación del hospital —Se la ha pasado llorando casi todo el tiempo y...

—¿Y?

La enfermera carraspeo un poco la garganta, justo en ese momento llegó el doctor a cargo de Jimin.

—Buenas tardes, señor Jeon— Saludó un hombre alto, claramente extranjero. Un medico de renombre.

—Por favor, dígame todo acerca de Jimin.

—Bueno, el paciente no acepta sus alimentos, parece presentar un cuadro depresivo y bueno, apenas unas horas antes de amanecer, el joven Park intento quitarse la vida.

CASARSE A LOS VEINTIUNO/JK/YOU/THDonde viven las historias. Descúbrelo ahora