Capítulo XI

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Los días que siguieron fueron muy ocupados tanto para Sungmin y Kyuhyun.

Los papas y hermanos de Kyuhyun se sorprendieron al saber que ya se aparearon, pero estaban contentos por ellos. Jihyo gritó por teléfono con él durante más de un minuto, antes de insistir en conducir para conocer a Kyu.

La fiesta sería muy pequeña. Sólo la familia, la manada y amigos cercanos. Adoraba estar con la manada, realmente se sentía como si los conociera desde hace mucho tiempo y no días, pero no podía negar lo bien que estaría tener a Jihyo y Daniel allí.

Taehee pasó la mayor parte de sus días sentada en el sillón de la sala, dando órdenes a todo el mundo, como una reina supervisando a sus súbditos. Fue un poco raro ver a un montón de hombres llenos de temor por provocar la ira de una mujer embarazada.

—Muy bien, así que la comida se entregará a las cinco y el champagne, que no puedo beber, se dejará en algún momento de esta mañana. —Taehee le dijo, mientras miraba la lista en su mano.

En la cocina, Rain y Siwon estaban haciendo el almuerzo para todo el mundo, los dos estaban hablando sobre algún evento deportivo del que no tenía absolutamente ningún interés. Levantó la vista cuando escuchó a Siwon resoplar.

—Sabes que no necesitas recordarnos todo lo que no puedes beber cada vez que alguien trae a colación el tema del alcohol. –El shifter caballo habló.

—Sólo quiero que todos ustedes se acuerden, cuando se estén divirtiendo y jugando con el champán, de no mojarme.

Sungmin sonrió con simpatía. Como el alcohol no dejaba a los shifters borrachos, no estaba seguro de cuál sería el efecto que tendría en un bebé. Sin embargo, probablemente no valía la pena el riesgo

—Lo siento. Pero, puedes estar segura de que Kyu y yo realmente apreciamos todo lo que estás haciendo. Y basta pensar, que en un par de semanas, sostendrás a tu bebé en tus brazos, haciendo que todo valga la pena.

El rostro de Taehee se suavizó con sus palabras y extendió la mano para acariciar su mano.

—Ves, es por eso que es mi favorito.

—Hmm —. Su compañero de repente saltó de la cocina. — ¿Y yo?.

El rostro de Taehee se endureció cuando miró a Rain.

—La persona que me hizo esto.

—Claro, está bien. — Rain, dijo, antes de regresar a su conversación con Siwon.

Repasaron el resto de la lista juntos, asegurándose de que todo estaba bien. Estaba muy emocionado con la llegada de Jihyo y Daniel más tarde ese día. Aunque le gustaba conocer a su nueva manada y formar nuevas relaciones, todavía sería bueno tener a su gente alrededor. Era gracioso que nunca consideró antes a Jihyo y Daniel como lo más parecido que tenía a una familia. Antes de vivir con Kyu, eran lo más cercano que tenía de la manada, que en realidad, tampoco tuvo nunca.

Mientras hablaban, tuvo la sensación de que alguien lo estaba observando. Al volver la cabeza, vio a Kyu de pie sobre las escaleras, apoyándose en la barandilla. Sonreía mientras los observaba. Sintió que se ruborizaba ligeramente y desvió la mirada rápidamente. Era una cosa extraña estar acoplado a alguien y ser consciente de él todo el tiempo. No necesitaba a sus sentidos guepardos para decirle que Kyu estaba bajando las escaleras y caminaba detrás de él. Su compañero se inclinó y besó la parte superior de la cabeza antes de ir a Taehee, besándola en la mejilla.

Un fuerte golpe en la puerta le hizo sentarse erguido en la silla.

—Oh, Dios mío, ¿son ellos? No puede ser. No deberían llegar aquí hasta hoy por la noche.

La manadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora