Capítulo X

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No estaba seguro de cómo se sentiría compartiendo una casa con tanta gente, pero cuando se vio en esta situación, terminó gustándole. Su habitación era suficientemente grande para que él y Kyu pudieran alejarse cada vez que querían estar solos. Tenían una TV y DVD arriba, y una cómoda y agradable sala de estar con un sofá.

Los beneficios de la vida comunitaria superaban la parte mala y, por primera vez desde que su madre murió, realmente comenzó a sentirse como parte de una manada. Con Taehee dando a luz pronto, Jihyo y Daniel viniendo a visitarlos, podía decir honestamente que nunca estuvo más feliz.

—Hola, precioso. — Min saludó a su compañero, mientras bajaba las escaleras y vio a Kyuhyun tomando el desayuno, mirando una pila de correspondencia. Su buen humor se desvaneció en un instante cuando vio la mirada sombría en el bello rostro. — ¿Qué pasa?

Kyu levantó la vista de la carta y sacó el taburete junto a él, para que se sentase a su lado.

—Es una carta del consejo.

—¿El consejo shifter? —Sintió la necesidad de entender, aunque no conociese nada en el consejo humano que pudiera dejar a Kyu tan preocupado.

—Sufrieron algunos cambios de personal y están revisando nuestra solicitud para ser reconocidos como una manada oficial.

Tomó la carta de la mano de Kyu y rápidamente leyó. Escuchó hablar un poco acerca de lo que estaba pasando en la sede del consejo shifter. Recientemente, algunos de sus superiores fueron expuestos por estar trabajando en secreto para los rebeldes que querían derrocar al consejo y vivir en una sociedad sin reglas. En teoría, se veía genial, hasta que los shifters comenzaran a matarse unos a otros, dejando al descubierto su secreto a los seres humanos. También los avances que los shifters realizaron en las relaciones entre las especies y las leyes que protegían a las personas de apareamientos arreglados y no deseados serían una cosa del pasado.

—¿Por qué es esto algo malo? —Le preguntó, cuando él extendió la mano y le acarició la espalda a Kyu. — Pensé que querías eso. ¿Por qué sino lo pediste primero?

—Yo quiero. — Kyu insistió. — Quiero decir, si no hay ningún problema, será un gran paso hacia la aceptación de todos. No estoy seguro de que necesitamos llamar la atención ahora.

—¿Qué quieres decir?

—Cuándo hice la solicitud éramos sólo nosotros. — Dijo Kyuhyun. — Sólo yo y los chicos. Si declaran que no somos una manada real, podrían decidir que es mejor que Xiumin vaya a otro lugar.

Sungmin sintió que su corazón se detuvo por un segundo. El chico era un poco extraño, pero estaba claro que absolutamente ya amaba al muchacho. No conocía a Xiumin tanto como Kyuhyun y los otros, por eso no podía entender cómo se sentirían si el niño fuera llevado lejos de ellos.

—¿Puedes contactar con ellos y decir que cambiaste de opinión? — Preguntó.

Kyu suspiró y sacudió la cabeza.

—No sin parecer sospechoso.

Min frunció el ceño cuando él comenzó a pensar en su situación un poco más profundamente.

—Así que, ¿la única manera de que estén de acuerdo con que Xiumin se quede aquí es si somos reconocidos como una manada?

Las comisuras de la boca de Kyu se levantaron en una pequeña sonrisa.

—Piensas en ella como nuestra manada, ¿eh?

Sungmin le sonrió.

—Creo que sí. Necesito conocer mejor a todos. Recuerdo que tu madre siempre estaba cuidando de la manada y cómo todo el mundo iba a ella cuando necesitaban hablar.

La manadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora