Capítulo 9:
Las palabras se quedaron atascadas en su garganta. Se resistían a salir, recelosas y despavoridas, temían ser expulsadas. Pero no hacían falta, no cuando la expresión estupefacta de Alice evolucionó al puro pánico en tan solo unas milésimas de segundo; lo suficiente como para que el desasosiego serpenteara por su interior con rapidez.
«-Bienvenida al matadero, Alice.-el payaso extendió sus amplios brazos con fatídico entusiasmo, dejándole el camino libre a los ojos inquietos de la joven para que reconociera el emplazamiento- Sabemos que has visitado este encantador lugar en otra ocasión, pero te prometo que no te decepcionará.»
El matadero.
Ellos denominaban "El Matadero" a una tienda de juguetes.
Jason se adelantó a los pensamientos turbados de Alice, apresurándose a dar una explicación no muy apacible:
-En realidad, Rope Doll, la juguetería es un mero señuelo para atraer a los niños incautos que únicamente buscan un consuelo; algo que les anime y divierta. La gran mayoría de ellos que se sienten atraídos por los efectos de la juguetería son infelices, maltratados, olvidados o ignorados, por lo que esta tienda se les presenta como un milagro. Y por supuestos, los pequeños miserables roban algún juguete al comprobar que la tienda está aparentemente vacía- el fabricante alzó las comisuras de sus labios en una sonrisa lúgubre, insinuándole con discreción- Esta vez también ha dado resultado.
Fue ahí, cuando Alice perdió la incapacidad de pronunciar siquiera una palabra por un breve periodo de tiempo. Se había quedado muda, sin sonidos que entonar al tomar conciencia del horrible error que cometió al dejarse llevar por sus instintos. Ellos tenían la culpa de su sufrimiento; ellos tenían la culpa de que Helena estuviese muerta.
La resonante voz de Laughing Jack detuvo la irreparable tormenta de pensamientos que se avecinaba sobre la mente de la muchacha en aquel momento.
-¡Pero alegra esa cara, mujer! No estés triste, aún tenemos planes para ti. Fuiste bastante eficiente en la casa de los difuntos Edevane; teníamos las expectativas más bien bajas sobre ti, ¡pero eso ha cambiado! Por eso mismo, empezarás tu segundo trabajo: la cabeza de Martin Robertson.
† 𝕃.𝕁 †
Ángela cortaba las zanahorias con una habilidad poco desarrollada, el ritmo de una novata y el empeño de una madre soltera. La música estallaba desde el pequeño radiocasete, dejando fluir el jazz por toda la cocina. La voz de el interlocutor dio final a la melodía, anunciando la despreocupada hora de las siete de la tarde de un Viernes cualquiera.
El chirrido de las botas de goma contra el parqué de la entrada anunciaron la llegada de Martin a su hogar. Ángela, inquieta, dejó lo que estaba haciendo para ir a recibir a su hijo en el pórtico.
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La Juguetería 〚Laughing Jack〛
Fanfictionhαlf α pσund σf tuppєnnч rícє hαlf α pσund σf trєαclє, thαt's thє wαч thє mσnєч gσєs pσp gσєs thє wєαsєl! Alice había cometido muchos errores en su vida, sí, pero el más terrible y magnífico de ellos, se consumó una vez cruzó el umbral de aquella...