Azael. Sus ojos. La mujer tras de nosotros. De espaldas. Su cabello negro, sus brazos pálidos, el vestido andrajoso, la luz de la vela...
Nunca antes había sentido verdadero peligro por mi vida. Por mí misma. Sumada una profunda desconfianza hacia todo el mundo.
Lo único que pienso es en que debo huir.
Hasta que una corriente de aire gélido atraviesa mi piel y el horror termina por apoderarse completamente de mí.
-Maria... Sangrienta-escucho farfullar a Azael.
Quien luego me mira a mí y la llama de la vela se apaga.
Sumergiéndonos a ambos en absoluta oscuridad.
Es cuando sé que debo hacerlo.
Huir.
Aunque eso implique tener que pasar alrededor del chico que me trajo hasta acá y me encerró, llamando a un demonio.
Si mi vida fuese una historia de wattpad, seguramente los lectores se estarían preguntando "qué carajos le pasa a esta chica que recién llega a la escuela, sabe que todos están loquitos y aún así decide encerrarse en el baño de un piso inhabilitado con un chico completamente freak, bajo la promesa de que llamarán a un espíritu".
Pues, en mi defensa, puedo invitar a esas personas a imaginarse a sí mismas en una situación así. Completamente sola en un lugar potencialmente peligroso, con la única esperanza de encontrar a alguien dispuesto a ayudar.
Y que es terriblemente atractivo. Júzgame de loca pero es similar a Damon Salvatore, quizá a los diecisiete años: quijada cuadrada, cabello negro, ojos claros sumamente preciosos. Y con intenciones de ofrecer ayuda.
Si a las lectoras de mi vida le sucediera algo así, pensarían que se sacaron la lotería.
Pero no, chicas.
Hasta en la vida real, los chicos guapos son también los más problemáticos.
Nunca será demasiado tarde para escapar.
Azael no se opone, solo dice:
-¡Dónde vas!
Lo sorteo en cuanto obstáculo, abro la puerta y salgo corriendo a tientas en medio de la oscuridad, palpando alrededor en busca de luces o algo que sea útil. Lo único que quería hacer era conseguir una maldita tabla de ouija para corroborar si verdaderamente pude contactar con mi hermana o si fue un vil engaño.
Pues, luego de la mujer que apareció con la oración, las fuerzas sobrenaturales ya se ganaron un punto en su favor.
Me choco con algunas cosas de la sala de profesores, intentando inútilmente rastrear la luz.
-¡Azul, dónde vas!-escucho la voz de Azael tras de mí mientras encuentro por fin la puerta. No ha de estar él muy lejos.
-¡Aléjate de mí!-más que una orden acaba de sonar como una súplica.
ESTÁS LEYENDO
Ángel (Muestra gratis)
RomanceEn su cumpleaños, Azul es llevada a una escuela de verano. Sin embargo, enamorarse de su enigmático profesor podría ser una magnífica tragedia con hechos demás extraños que suceden por la noche.