Jeongin Yang era un chamito medio trinca.
En cada oportunidad que tenía, ya lo veías fuera del liceo comprándose una chicha con los riales que había sacado de por ahí pidiendo de a quinientos bolos o a sus panas. El carajito apenas estaba en tercero y tenía quince balurdos años recién cumplidos, pero cargaba más inasistencias que días de nacido.
¿Su excusa? "Ay, qué ladilla el liceo, total ya pasé esta materia", y se tendía pal coño soplao', quemando suela y con su banda de carajitos iguales a él: dos convives de quinto año porta rial, Minho Lee y Christopher Bang, y otro de cuarto medio quedaito, Felix Lee, primo de Minho El Mariquito. A estos chamos se los podía ver en el receso dando más vueltas que un perro para echarse, así fuese pidiendo plata pal pasaje (arroba Felix) o jugando gomita con las medias puestas y más negras que el culo de un caldero. Al día siguiente llegaban bien aporreaos' por la zarpa de coñazos que les metían sus mamás por llegar con el uniforme mugre. Como si el ace estuviera tan barato.
Ese día no era muy distinto a otro donde los muérganos se salían del liceo volando la pared por detrás de la R1, uno de los tres edificios en su liceo público. Las paredes tenían más huecos que bauches en las calles, así que nada más escalaron esa pinga y listo, ya eran prófugos de la justicia. Tampoco es que los fueran a buscar, pero ajá, se vale soñar.
—Coño vale, ¿no creen que nos estamos pasando? —mencionó Christopher, el mayor y la voz razonable del grupo. Todo mundo le hacía caso a Christopher, la vaina es que él también era tremendo bochinchero y le gustaba echar varilla.
—¿De qué? —preguntó el Lee mayor, poniendo una cara de culo bella. El rubio aprovechó el descuido y le quitó el cigarro que tenía apretado entre los dientes sin prender, aplastándolo bajo sus zapatos.
Minho tenía el pequeño vicio de fumar cuando cargaba ladilla, nada muy malo pero sus panas se ponían en plan jevita cuando lo veían. O eso es lo que él decía.
—No seas cochino —lo regañó, y de inmediato el pelinegro le mató los ojos. —Hablo de que coño, nos hemos volado del liceo como que mucho este mes —acotó, y Jeongin lo volteó a ver como si hubiese dicho que la leche del CLAP era lo más brutal del mundo.
—Coño Chan, ustedes tienen hora libre, Felix no tuvo clases como desde la primera hora, y yo ya pasé química y biología que eran la materias que me tocaban ahorita, ¿quieres más?
—¿Y qué hay del promedio?
—Mira, cabeza e güevo, tus notas las cuentan de primero a cuarto año, y nosotros dos —se señaló a él y al pecoso de chemí beige. —Ni sacando 20 hasta en pasillo lograríamos entrar a la UCV, menos a Harvard, cuando mucho llegamos a meternos a la Simón a estudiar fisioterapia o a la UNELLEZ a sacar un técnico en informática —naguará 'e fe que se tiene este, pero bueno, al menos era sincero.
Christopher rodó los ojos y murmuró un "ya qué, pero al menos muevan ese culo que el sol está asesino". Y así se fueron los cuatro terremotos de su Liceo Bolivariano. Uno de los liceos más full de malandros en todo San Fernando, échale bolas con ese dato.
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¡Nagüevoná, Hyunjin! [SKZ - HYUNIN]
FanfictionDonde a Hyunjin le gusta hacer arrechar a Jeongin diciéndole José Ismael. Y donde Jeongin le quiere caer a coñazos a Hyunjin por salío'. Estado: culminada.