¡Nagüevoná, Hyunjin! [SKZ - HYUNIN]

9. Cédula.

El martes Jeongin trataba de hablarle lo menos posible a sus amigos de quinto año, ¿por qué? Porque era rolo 'e marico.

—Dice Chan que si algún día le vas a volver a hablar —anunció Felix con un tono de obstinado. Obstinado porque lo tenían de extremo a extremo en el liceo mandando recados a Jeongin porque era el único a quien le hablaba. —Y Minho que recién se acordó que te prestó la chaqueta para ir a la casa de Woojin, que la quiere de regreso.

Minho, eres una rata malparida, chamo.

—Chamo, naguará, ¿no te cansas de recorrer toda esta mierda para decirle marisqueritas a Jeongin de gratis? Yo sé que este liceo no es muy grande, verdá', pero coño... Es matona la vaina —se metió Beomgyu, que estaba sentado junto a la columna que sostenía el techo de la cancha, recostado en ella. Según kike estaba escuchando música pero ja weno.

Felix le arrugó la cara. —¿Y tú no estabas suspendido por dártelas de saltador de muros?

—Eso es pura paja, en realidad estaba vendiendo crippy en el topochal* —Jeongin le pegó en el coco a Choi.

—No le vayas a creer, a ese lo dejaron caer de un chinchorro cuando estaba carajito.

—Equis, coño, me voy a ir a comprar un mango verde con sal bajo la palma antes de que la directora corra a los señores del puesto —anunció el pelimorado, atravesando el liceo para alláaaaa, para el coño a través de las rejas que daba a la calle, después del pajar seco. Bueno, yo entiendo la estructura de ese liceo.

Beomgyu lo siguió con la mirada todo el camino, ¿por qué? Porque era un sin oficio.

—Epa, tú —dijo, chasqueándole los dedos casi que en la cara. Un pasao'.

Yang lo miró con una cara de culo. —¿Qué quieres, mamagüevo menor? —contestó de mala gana dándole un coñazo en la mano.

—Coño, vale, yo quiero saber el día que me van a dejar de tratar a los coñazos como si fuera un burro, nagüevofucking —se quejó tallándose su golpe. Llora, pues, Benjamín Gabriel.

—Ese va a ser el día que dejes de comportarte como un burro, 'chacho babieco.

Beomgyu le metió senda patá'. Pero no le dio. No, sin embargo, casi cae de jeta pal piso de la bajada en la cancha de no ser por que se sostuvo como gata de la columna donde escribían con bordado líquido "María es puta", "Fabiola envidiosa perra sucia quita macho", "Javier de 3ro B es marico", "Llame al 0424*******", "Christopher huelepega".

Jeongin se empezó a reír de lo pavoso que era su compañero.

—Deja de reírte, mardito —habló picao'. —Que más me río yo de lo pajú que te ves cada vez más solo que la soledad, ni un amigo tienes ahora por odioso, mardito becerro.

Y el pelirrosa se dejó de reír. Golpe bajo.

Jeongin sabía que este último tiempo sus amigos se había desligado un poquito más. Felix se la pasaba por ahí con sus compañeros jartando, dos tipos criollos, y el chino de Chenle que estudiaba tercero en el colegio privado Cecilio Acosta, pero que igual se veían porque vivían cerca y la paja que tal, los veía por los estados de WhatsApp tomando batidos en Guarapos después del liceo, en su casa comiendo cotufa, viendo Netflix como el caga palo de Chenle merece.