¡Nagüevoná, Hyunjin! [SKZ - HYUNIN]

18. Permiso.

Hyunjin ya estaba rela' en su casita acostadito. Tenía reposo por unos días y no iría al trabajo o al liceo, todo bello, todo fino. Pero es entonces que escucha una bulla fuera de su casa y su mamá fue a averiguar qué pasaba con todo y mopa en la mano. Lista para caerse a coñazos con el que se atreva a escoñetarle el frente de la casa.

Sin embargo, después de unos minutos de no escuchar nada, ni como mínimo un "coño 'e tu madre" de su mamá, Hyunjin se paró a ver qué pasaba.

No, la pija, esa vaina de que su mamá no estuviera cayéndole a palo a los de afuera estaba media rara.

—¡Bueeenaaas, amorcitooo! —dijo por lo alto el castaño al verlo. Woojin. Estaba en la puerta de la casa en una lucha porque la señora lo dejara pasar, 'esplegando una sonrisita bella, matadora, pero que a su mamá le valía gorro.

Señora pa' retrechera, vale, pero los amiguitos de su hijo no le caían muy bien en su casa. Siempre un escándalo, un alboroto, una jugadera o con el bochinche por delante. Le asustaban al perro, dejaban corotos sucios, o le dañaban las matas de malojillo y sábila en el patio.

La última vez, Jisung le arrancó una mata de parchita creyendo que era otra cosa, y luego su hijo culpó a los carajitos del vecino y se hicieron los indios. A ella le caían muy bien fuera de su casa, dentro no, demasiado inventadores y caretabla. Encima, siempre se llevaban por ahí a su Hyunjin sin avisarle.

—Ande ahí, señora, le trajimos cambures y un melón —chilló Chan, alzando la bolsa detrás de su jevo. Por dentro solo estaba pensando en que su mamá no había parido teja pa' andar llevando más sol que er coño ahí parado, como pagando plantón.

ERA LA UNA DE LA TARDE EN SAN FERNANDO, EL SOL A ESA HORA SE PONE PEPA PA' FREÍR UN HUEVO EN LA PLANCHA 'E SIN, HABLANDO CLARO, FUERA DE JUEGO, MARICO.

Su mamá no decía nada.

—Cónchale, amami, si te parten un solo vaso los pongo a limpiarte el piso de la casa con la lengua, dejalos pasar ahí —y poquito a poquito fue retirándole la mopa a su mamá, luego la agarró por los hombros y la sentó en una silla plástica ahí mientras Woojin, Chan, y Minho entraban.

Cuando Hyunjin se dio la vuelta, se encontró con que Jeongin también estaba entrando. No lo había visto, y por alguna razón (que él no entendía por ser tremendo caído de la mata) se rió.

Jai papá, el que solo se ríe es porque de su picardía se acuerda.

Parezco vieja con tanto refrán que echo, Dios mío.

—Traje juguito de naranja de El Valle. A Chan no le gusta kike porque le da asco, pero Chan no se lo va a tomar, ese vas a ser tú —tendió el menorcito de todos otra bolsa en su dirección, y Hwang la agarró. Habían galleticas 'e soda y el jugo. Ay, tan bello ello.

—Yo puse el melón para la bella señora Magalis —sonrió coqueto Woojin. La señora hizo una mueca y le quitó el melón para llevarlo a la cocina y picar un trocito y echarle azúcar.