"Mi vigilante" Temporada 2 y 3

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Después de la pequeña "discusión" que había tenido con la ex de su novio, Lucia fue a buscar a Juan.

Juan: - Miró a Lucia acercarse - Ojitos. -Sonrió y la besó -

Lucia: ¿Cómo estas?. - dijo sonriente -

Juan: Bien. - Le acarició el rostro y su mirada se fijó en una bolsa que ella traía -

Lucia: Pensé que tendrías hambre y quise traerte un poco de pastel.— dijo entregándole la bolsa de papel -

Juan: Uhm, que bien que me conoces.

Lucia: Si tú lo dices. - dijo evitando la mirada -

Juan: Si yo lo digo?. - dijo con un poco de sarcasmo imitándola - Amor, yo sé que estas incomoda desde que regreso Kimberly, pero quiero saber que puedo hacer para que estes segura?

Lucia: Tú no estas obligado a hacer nada.

Juan: Yo lo sé, pero quiero hacerlo, porque te quiero y deseo que seas feliz. Es más.. - no sabía cómo decirlo, dio un par de vueltas en círculo y la tomó de la mano - casate conmigo, de una vez, rápido.

Lucia: Tú estas loco no? - dijo aún sorprendida por lo que había escuchado -

Juan: Si si, estoy loco, pero casate conmigo de una vez.

Lucia: Juan, tú me estas diciendo todo esto porque me vez tensa y quieres calmarme, pero borrar lo que sientes por Kimberly no va solucionar nada.

Juan: Por dios, Kimberly Kimberly, la que pone a ella adelante todo el tiempo eres tú, no yo.

Lucia: ¿Lo dices enserio?

Juan: Te estoy pidiendo que te cases conmigo, ¿Qué más quieres?

Lucia: Ah qué más quiero? Es un favor que me estas haciendo? Gracias.

Juan: No, no hago eso.— dijo bajando su tono de voz, estaba empezando a enojarse, su novia últimamente era lo único que causaba en él- Sólo que te digo en todo momento que te quiero, que te amo, pero no sé, ya no sé nada.

Lucia: Nada, no quiero nada, yo sé lo que siento y sé que te quiero muchísimo, te amo Juan. - Lo miro a los ojos y unas lagrimas cayeron - Tienes que poner en orden tus sentimientos.

Juan: La verdad, como te dije, ya me cansé de decirte que te amo a cada rato, no sé que pensar.

Lucia: Aquí el que tiene mucho por pensar eres tú, solo tú, adiós. - le dio un beso en la mejilla y se fue-

Juan se sentía mal, no le gustaba verla llorar, ni hacer llorar a alguna chica, pero también le enojaba tanto que sea tan insegura, se supone que en esos momentos él estaba con ella y eso nadie lo podía cambiar, o eso creía, porque los sentimientos hacia Kimberly seguían, aunque él hacía de todo por no demostrarlo.

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En la noche, Kim llego de sus ensayos, minutos antes de llegar ni se le hubiera podido cruzar por la mente que él estaría ahí, esperándola.

Kim: - Entró a la casa y dejó su bolso en un sofá -

Gustavo: Hola mi amor. - dijo apareciendo por detrás -

Kim: - El cuerpo de Kim se inmutó, esa voz la conocía perfectamente, era la voz de una persona que no quería ver por todo el daño que le había echo - ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? - dijo con miedo mientras retrocedía lentamente -

Gustavo: Tengo mis recursos, tú ya deberias de saber que para mi todas las puertas estan abiertas. - se acercaba al mismo paso de que ella se alejaba -