✷C U A T R O✷

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—Me alegra que todo vaya bien con ustedes—Tony le sonrió a Charles dejando que le diera un abrazo—Ahora ve a casa con él—todos se despidieron de él para finalmente ver como el hombre-gato cruzaba la puerta.

Charles salió moviendo su cajita, se acercó a Azazel y juntos regresaron a la casa entre risas y comentarios sobre el cambio de actitud de Erik. Aunque el ambiente festivo cambió al llegar a la casa, todos se estaban moviendo, trayendo armas y lanzado gritos por doquier.

—¿Qué está pasando?—Charles se colocó detrás de Azazel y este no dudo en abrazarlo.

—No lo sé, pero lo mejor es que entremos a la casa—y de esta forma caminaron hasta llegar a la puerta del despacho de Erik. Azazel tocó la puerta con su mano libre pero fue Emma quien abrió.

—Dos cosas, vete con Charles a una habitación para cuidarlo y segundo, suéltalo—señaló al gato.

—¿Qué ocurre?

La rubia miró a Azazel—Prometo contarle todo, pero quiero que te vayas a la habitación—para sorpresa de los dos, Charles se fue de manera rápida por las escaleras, una vez que Frost se aseguró de que el ojiazul no estaba, regresó su mirada a Azazel—Atacaron la casa mientras no estaban, controlamos la situación lo mejor que pudimos pero Magda viene para acá, ella seguramente va a ofrecer un tratado de paz a cambio de que Erik...

—...se case con ella—completó el contrario—Voy a hablar con Charles, le inventaré algo. Después vengo, no quiero dejarlos solos con esto—Emma asintió cerrando la puerta.

Azazel subió las escaleras hasta llegar a la habitación donde estaba Charles, después de tocar y entrar en el lugar sonrió.

—Yo hablé con Emma—apretó los labios—A Erik le van a hacer una entrevista y sabes cómo es en eso de la protección—sonrió de lado—Todo está bien.

—¿No quiere que este con él?—preguntó—Le avergüenzo y me esconde.

—¿Qué? No Charles—murmuró—Es una entrevista de trabajo, nada personal.

Charles asintió para nada convencido de lo que decían.

—¿Te puedo pedir un favor?—el gatito asintió—Tengo que ver algunas cosas abajo ¿Te puedes quedar aquí? Te puedo traer comida—el contrario asintió y no se movió de su lugar hasta ver que Azazel cerraba la puerta, aunque no pudo evitar gruñir al escuchar cómo le colocaba el seguro.

Se levantó para mirar por la ventana, un auto negro se estacionó en la entrada, dejando ver como una mujer de vestido color vino y con su cabello castaño suelto hasta los hombros. Erik salió a su encuentro, dándole un beso en la mejilla y tomándolo del brazo para entrar de nuevo en la casa.

Charles hizo una mueca antes de dejar de mirar por la ventana, se sentó en la cama y después de pensarlo durante un rato, se levantó, abrió la ventana y después se transformó en gato. En este estado, rápidamente logró salir de la habitación, era evidente que estaba ocultándole algo y no se iba a quedar de brazos cruzados.

Caminó en cuatro patas hasta el sector de vigilancia, Azazel estaba nervioso revisando las cámaras de seguridad, ante esto, decidió ver porque su amigo se mostraba nervioso, pero no soportó ver por mucho tiempo como algunas personas caían al suelo debido al impacto de las balas. Soltó un gruñido saliendo de aquella pequeña habitación dándose cuenta de lo estúpido que había sido, era más que obvio que Erik pertenecía a la mafia y cegado por el encanto, ignoró el hecho.

Apresuró su andar hasta entrar de nuevo en la casa por uno de los huecos que había descubierto semanas atrás, evitó cruzarse con Janos o Emma hasta lograr llegar al despecho de Erik; la puerta de este estaba entreabierta así que sin moverse mucho asomó su cabeza, quedándose helado al ver como aquella mujer tenía su boca pegada a la de Erik. Charles se hizo para atrás y esta vez sin importarle con quien se cruzaba, corrió hasta llegar a la entrada, trepo los muros hasta lograr salir de la mansión.

Ahora todo comenzaba a encajar, por ello Erik lo quería oculto, por eso jamás lo sacaba a sus grandes eventos, de los cuales regresaba demasiado cansado como para darle mimos. Se detuvo en un callejón tomando su forma humana, las lágrimas corrían por sus ojos y sus manos temblaban, se mordió el labio antes de decidir transformarse de nuevo, de esa forma no podría llegar a casa de su primer dueño.

Pasó de largo la casa de Raven, no tenía ánimos de verla.

Aumentó la velocidad cuando comenzó a reconocer algunas casas y edificios. Esperaba que aquel humano aún siguiera viviendo en aquel lugar que recordaba.

Tomó su forma humana una vez que estuvo frente a la puerta roja. Tocó el timbre y esperó durante unos segundos antes de ver a un hombre alto, fornido y cara de pocos amigos.

—Charles ¿Qué haces aquí?

—Logan— y sin esperar más, lo abrazó.

El contrario aunque un poco sorprendido, le regresó el gesto.

—¿Qué tienes? Charles estas temblando ¿Qué ocurrió? ¿Alguien te hizo algo?—miró por todos lados antes de jalarlo al interior de la casa—Charles...

—Nada, nada.

—Claro y por eso estás llorando—se sentaron en el pequeño sofá.

—Veo que aún tienes el sofá en donde me trajiste por primera vez—murmuró sorbiendo las lágrimas.

—Nunca me desharía de algo tan valioso para mí—Logan tocó su cabello con ternura antes de sonreír de lado—¿Quieres un vaso de leche? Así como cuando eras apenas un cachorro—ofreció a lo cual Charles asintió—Bien, ven conmigo—lo tomó de la mano para llevarlo hasta la silla de la cocina.

Logan tomó un vaso y después de sacar la leche para calentarla un poco, se la ofreció a Charles.

—Gracias—Charles volvió a sorber antes de que Logan besara su frente—Me siento como la primera vez que llegué aquí—admitió el castaño—Todo sigue igual que cuando estaba aquí.

Logan soltó una risa buscando unas galletas, que después colocó en un platito.

—Pues más o menos—murmuró sentándose a su lado—Ahora tengo una familia—Charles lo miró visiblemente sorprendido—Ellos querían que nos fuéramos pero yo nunca quise irme, sabía que tarde o temprano regresarías—rozó su mejilla con sus nudillos—Así que aquí me tienes. Nunca me fui.

Charles sonrió ampliamente antes de darle un abrazo.

—¿Puedo conocer a tu familia? Me gustaría saber quién tiene el corazón de este duro hombre—soltó un golpe en su hombro.

—Entonces quédate a dormir— murmuró besando de nuevo su frente—Puedes quedarte todo el tiempo que quieras—tomó su mano.

Charles asintió, quizá estar con ellos le haría bien.

↣❦↢

Erik separó a Magda de su cuerpo.

—¿Qué es lo que te pasa?—murmuró mientras fruncía el ceño—No quiero casarme contigo, entiéndelo de una buena vez-

Magda apretó los labios fuertemente antes de salir de aquel lugar.

Lehnsherr se apretó el puente de la nariz antes de soltar un suspiro.

—Erik—Azazel estaba pálido—Charles no está.

El alemán alzó una ceja.

—Seguramente está perdido por algún lugar de la casa—murmuró restándole importancia, tenía que ocuparse de otras cosas.

—Las cámaras de seguridad indican que salió de la mansión, está perdido en la calle.

Die Katze // CherikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora