I want you [Billy Hargrove - Fanfic ST]

CAPÍTULO 15

[Editado]

—¿Estás bien? —Billy se giró para mirarme mientras bajábamos del coche.

—Sí, claro... Estoy genial —mentí arreglándome la falda del vestido por quinta vez.

—Estás perfecta, deja de arreglarte cada dos minutos.

—No puedo dejar de hacerlo, es un acto reflejo.

—¿Un acto reflejo? —soltó una risa guardando las llaves del coche en el bolsillo de su pantalón.

—Sí.

Vale, ¿recordáis la cena con Billy y mi familia? Bien, ahora tocaba a la inversa. Su "querido" padre le convenció (aunque más bien le obligó) para que fuera a cenar con ellos una noche para conocerme. Y no habría ningún problema con nada de esto si su padre no fuera el tipo de padre que es.

Y respecto a ese tema... Tengo entendido que la cosa se calmó un poco un poco, al menos por un tiempo. Pero su padre seguía siendo la misma persona de siempre. Por desgracia me hizo prometerle que no comentaría nada sobre ello, ni hoy ni nunca.

—Recuerda lo que hablamos, ¿vale? —me advirtió con cautela.

—Sí, claro —contrariando lo de antes, por dentro no podía prometer nada.

—Todo irá bien, recuerda que estoy contigo...

—Lo sé —le di una sonrisa y él sacó las llaves para entrar en la casa.

Creo que se nota mi poco afán por las cenas cónyuge-familiares.

Ya había estado aquí antes. Otras veces a parte de la mañana posterior a la fiesta de Halloween del año pasado, quiero decir.

Al entrar, su padre, la madre de Max y esta última nos esperaban en la sala.

—Hola —Max fue la primera en saludarme sonriente con un corto abrazo.

—Hola, Bonnie ¿cierto? Soy Susan, la madre de Max —la mujer parecía más joven de lo que esperaba. Era igual de pelirroja que su hija, y a diferencia de ella, su expresión transmitía tranquilidad.

Me tendió la mano y la acepté con gusto.

—Neil Hargrove —su padre me dio la mano mientras me observaba seriamente.

Yo le devolví el gesto con educación —. Bonnie Wheeler.

Era un hombre alto, un bigote poblado cubría parte de su labio superior, sus ojos eran oscuros y fríos, como si te clavara cinco dagas con solo mirarte directamente. Observándole podía saber de quien había sacado su hijo el temple intimidante del que hablaba cuando le conocí.

Nos dirigimos al comedor sin decir nada más. Billy intentó calmarme un poco acariciándome el brazo, aunque parecía más tenso él que yo.

—¿Trabajas? —y así empezamos con la cena.

Hasta ahora la mayoría había sido silencio, quizá Max me hablaba de algunas cosas, pero ella tampoco estaba cómoda. Más que eso, quizá parecía algo... ¿asustada? Creo que sería la palabra correcta.

—No, empezaré el último año de instituto en setiembre.

—¿Tus notas son buenas? —esa conversación era más fría que el hielo.

—Supongo —bebí un poco de agua para tragar la maldita tensión.

—¿Eso es un si o un no? 

¿Acaso quería mi currículum?

—Saca sobresalientes —Billy contestó por mí.

—Bien, pero le preguntaba a ella —Neil dirigió una mirada severa hacia su hijo.