Capitulo 11| Inesperado

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"Quizás sea una tontería, pero no pierdo nada con intentar... llegue"

Sonreí como un tonto, no pensaba volver a escucharla, y a pesar de haber deseado tantas veces que eso sucediera, mis deseos habían cambiado por completo, muriéndome por escuchar su voz durante todo el maldito día.

-Ya voy brujita -dije en un susurro y seguí subiendo.

Me detuve frente a la puerta de su departamento agitado, sudado y nervioso. No sabía porque me causaba tanto descontrol en mis emociones volver a verla. Me dije a mi mismo que debía tranquilizarme antes de tocar la puerta, porque sabía que si lo hacia en ese instante iba a querer comerle la boca hasta que olvidara el mundo a su alrededor, y eso no era posible. con cautela de no ser escuchado, me senté en el piso, apoyando la espalda en la pared frente a su puerta, sin dejar de observar a dicho lugar, tenía mis piernas flexionadas y los codos apoyados sobre mis rodillas con los brazos estirados, despacio apoye la cabeza en la pared y cerré los ojos. ¿A dónde me llevaría todo aquello? Esa necesidad de tenerla conmigo, esas ganas de verla en todo momento, esas ganas de besarla que se habían incrementado de forma peculiar, jamás me había pasado aquello, como si algo me arrastrara hacia ella.

Relajo mi respiración sin moverme, sin abrir los ojos y todo queda en total silencio.

"Daniel"

Sonrió al escucharla, es tan extraño aquello. Podía aceptar escucharla solo cuando escribía algún poema o algo de eso, pero era realmente extraño pensar que una persona pudiera hacer que la escuches con el simple hecho de escribir cualquier cosa, aunque ahora que lo pensaba, solía escuchar solo lo que era dedicado a mi, lo que podía significar que todas aquellas palabras que me erizaban la piel llenándome de angustia pero al mismo tiempo alegría ¿eran dedicadas a mi?

"¿Te diviertes?"

Sonreí mas.

Ahora, además de hacer que la escuche, también leía mi mente.

-Lo hago, Auryn -dije para mi mismo en tono bajo.

-¡Oh por dios! ¡Me escuchas!

Abrí los ojos sobre exaltado al escuchar aquel grito, Auryn se encontraba frente a mi con una enorme sonrisa y ojos soñadores, a pesar de días atrás haber dicho que quizás lo mejor era olvidarnos, ahora parecía estar extremadamente feliz con el echo de estar en mi mente.

Me puse de pie y antes de procesarlo, sus brazos estaban rodeando mi cuerpo con fuerza. No dude un segundo en corresponderle y me perdí, todo había sucedido tan rápido, que no había notado el calor de su cuerpo pegado al mío. No iba a negarlo, ella me llamaba de manera sexual de una forma extraordinaria, pero en ese momento era mas que eso, sentirla así, tan frágil y a la vez tan fuerte, me llenaba por dentro, como si los días anteriores me hubiera encontrado en un estado de reposo y ahora con su abrazo, despertará, sin querer volver a lo de antes.

No se cuanto tiempo paso, pero para mi fue demasiado rápido cundo se alejo de mi, quise volver a acercarla, y pensaba hacerlo, pero su mano tomo la mía y me arrastro dentro del departamento, la vi dejar una libreta y bolígrafo que antes no había visto, sobre una pequeña mesa a un lado de la puerta y me llevo hacia su recámara, se tiro en la cama mientras yo la observaba confundido, se veía eufórica. Llevaba el cabello suelto en ondas, se notaba que estaba despeinada, pero le quedaba muy bonito, una sudadera grande tapaba hasta un poco mas arriba de sus rodillas y supuse que debajo llevaría un short, pero tampoco me importaba si no era así. Auryn palmeo la cama a su lado y me indico que observara la tele con un movimiento de cabeza.

-¿Quieres que mire una película contigo? -pregunte entre divertido y ansioso, deseaba que fuera eso.

-Si -respondió con simplicidad.

Mi chica narradora #2 (Completa) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora