Maratón final 3/7
Abro los ojos con lentitud cuando siento una luz intensa fija en mi, me cuesta unos segundos acostumbrarme a el cambio de iluminación y logró observar que aquella luz provenía de el gran ventanal a un lado.
Gruño cubriéndome los ojos con el antebrazo y giro quedando de espaldas a la luz.
Siento un golpe en mi espalda y rió.
-¡Vamos vago!
La voz de Auryn se esparce por todo el departamento. Hacia una semana y media que todo había cambiado, desde esa primera noche, todas las siguientes las habíamos pasado juntos, a veces en mi departamento y otras tantas en el de ella, en esta ocasión estaba en su hogar. Siento el colchón hundirse detrás de mi y me volteo con rapidez atrapando su cintura entre mis brazos, se encontraba de rodillas, el calor de su cuerpo se esparce por el mío y por tonto que parezca, eso ya me pone de buen humor para el resto del día. Aprovecho su posición y coloco mi cabeza contra su estomago, el cual escucho rugir de hambre y me planteo si pedir cinco minutos más para quedarme acostada frente a ella, o levantarme y desayunar juntos como se había hecho costumbre.
Su mano se desliza con lentitud por mi cabello y lo peina con cariño, otra de mis debilidades que ella había descubierto rápido.
Levanto la mirada observándola, sus ojos marrones se clavan en los míos con intensidad, me observa con adoración, de la forma que creo debo estar observándola yo también. Su cabello negro está despeinado, haciendo que sus ondas se noten mucho más salvajes, tiene los ojos hinchados, la almohada se ha quedado marcada en su mejilla y una media sonrisa adorna su rostro, esta hermosa, siempre lo fue, pero verla así me hace notar su belleza real, no importa como este, su estado, nada, me parece la mujer más... no, es la única mujer del universo, no puedo compararla con otras.
-¿De qué ríes?
Su pregunta me toma por sorpresa, al parecer me había quedado demasiado tiempo embobado con su belleza.
Niego con la cabeza y vuelvo a apoyar mi oreja en su estómago, volviendo a escuchar el sonido de este. No puedo ser cruel, la chica que quiero esta gruñendo de hambre por dentro y yo parezco un crío abrazado a su madre para que no se vaya a trabajar y lo deje en la casa.
Me levanto con pereza y me pongo de pie, rasco mi cabeza distraído mientras la observo desviar su mirada a mis boxers y morder su labio inferior, sonrió satisfecho, me alegra saber que no soy el único que esta imaginando cosas con ella solo enfundada con mi camiseta
-¿Desayunamos fuera? -pregunto despreocupado.
-Sip -responde dando un brinco y poniéndose de pie -me baño yo primero que fui quién se levanto antes...
Rodeo la cama hacia su dirección con lentitud y ella frunce el ceño.
-Yo creo que lo mejor es compartir la ducha para ahorrar tiempo... y agua... -sugiero ya frente a ella, rodeo su cintura con mis manos y las bajo con cuidado llegando a su trasero y lo aprieto.
La veo sonreír y negar con seguridad, sus manos me apartan de ella y con rapidez salta sobre la cama para correr y encerrarse en el baño.
-¡Ya querrás probar este cuerpo de nuevo! -le grito con indignación.
La escucho reír con fuerza desde dentro del baño y sonrió, daría lo que sea porque las mañanas sigan siendo así.
Decido que el desayuno lo compraremos en la panadería de Flavio, además de que él ya estaba ansioso por conocer a la chica de tantas historias. Cuando estamos frente a el lugar, Auryn se detiene en medio de la acera haciéndome detener también ya que estamos tomados de la mano, la observo con el ceño fruncido y ella me clava la mirada con duda.
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Mi chica narradora #2 (Completa) ©
FantasiHay una cosa en la que no puedo dejar de pensar... y es su voz, y el sonido de su respiración pronunciando palabras que, siento, están dedicadas a mi. Tan solo espero ansioso, a que mi chica narradora, vuelva a aparecer en mi mente. Aquello... ¿Ten...