El peor enemigo del ser humano es su pasado, su mejor aliado es el presente, y su mayor esperanza el futuro.
Todos creían que había acabado, que la tristeza, la desgracia y los problemas habían terminado; y fue su confianza ciega la que los llevó a...
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La alarma retumbó en la habitación, ya era lunes y debíamos estar en el instituto lo más pronto posible abrí mis ojos y vi mi habitación completamente oscura, la entrada al centro de entrenamiento era muy temprano, ya que nos teníamos que instalar para vivir allá prácticamente.
Me levanté lentamente de mi cama y me acerque a la de mi hermano que dormía como un oso, a su lado ya estaban las cosas que nos permitían llevar al instituto que la verdad eran pocas y algunos materiales que necesitaríamos este año que no se conseguían en Nightmare.
-Travis despierta- le dije y él ni siquiera se mosqueo- Travis carajo vamos a llegar tarde – le gruñí, él seguía sin inmutarse, con fuerza lo empujé de su cama dejándolo en el suelo, abrió sus ojos enojado y se levantó.
- ¿Qué pasa contigo? - me dijo enojado, yo me reí al ver su expresión- ¿por qué me despiertas de esa manera?
-Esta tarde- le dije con simpleza- tienes que alistarte o llegaremos tarde- le dije y él asintió mirándome mal, si algo odiaba Travis era levantarse temprano, él podía dormir tres días seguidos sin tener ningún inconveniente. En menos de diez minutos los dos ya estábamos listos, bajamos con sigilo para no despertar a mamá quien había estado deprimida desde que papá se fue de casa, al llegar a la cocina vimos como ella estaba preparando un gran desayuno.
-Mis niños- dijo ella mucho más feliz- ¿se iban ir sin despedirse? - pregunto enojada.
-Mami creímos que estabas descansando- le dijo Travis acercándose a besar su mejilla- has estado muy triste y queríamos dejar que descansaras.
-Ya estoy mucho mejor – dijo acariciando la mejilla de mi hermano- y ustedes son mis únicos hijos no podría dejarlos ir sin despedirse- yo sonreí y la abrace, la iba a extrañar, en el instituto no permitían un contacto cercano con las familias- ahora coman rápido que ya van tarde para su primer día y tienen que pasar por las gemelas y por Tyler- nosotros asentimos y empezamos a comer con rapidez.
La despedida con mi madre fue dolorosa, ella prometió que estaría perfecta y que nos enviaría cartas cada que nos lo permitieran; nos subimos al auto de mi hermano Travis, recogiendo durante el recorrido a los Parker para ir a clases. Al llegar al instituto todos guardaron silencio, era el primer día de todos, el entrenamiento era estipulado para un año y seis meses, cada semestre ingresaba un nuevo grupo dividiendo el entrenamiento en 3 niveles.
-Dios mío qué cantidad de personas- dijo Lucia fastidiada, ella en particular odiaba las multitudes, odiaba socializar y durante nuestros años en el mundo humano, era tachada de insoportable y antipática.
Todos nos miraban sorprendidos, no era un secreto para todos los presentes quienes éramos, tampoco era un secreto que nos habíamos ido de Azaurus durante una larga temporada, lo que si era un secreto era nuestro vínculo con la creadora de este instituto.
Cuando una de las alarmas empezó a sonar, los estudiantes empezaron a ingresar por las puertas del gran edificio, todos reían y charlaban animados, nosotros por el contrario conservábamos nuestra distancia con todos aquellos a quienes desconocíamos, a lo lejos se vio el pequeño cuerpo de Mila, nuestra prima, la hija del tío Robert y la tía Marian, a su lado venía la brujita mejor conocida como Fiorella, una de las hijas de Gregorio y Abadon.
