Nació como la primogénita, heredera al trono del Mundo Vampírico. Fue criada para convertirse en la próxima Reina, pero una traición la hizo tomar la decisión de entrar en un sueño profundo hasta que sus poderes volvieran completamente.
Ahora han pa...
Komori Yui era una joven adolescente de 17 años, que tuvo la desgracia o bendición (dependiendo de a quien le preguntes) de convertirse en la novia de sacrificio de los hermanos Sakamaki, siempre fue el estereotipo de mujer japonesa (pido disculpas si alguien se ofende con este comentario), dócil y débil de carácter, lo que hacía que revelarse contra esos hermanos fuera completamente inimaginable.
Desde que llegó a esa Mansión, notó que cada vez que se sentía triste o cansada, podía ver como una mujer con hermoso vestido de rosas, aparecía junto a ella, entonces el dolor, pena y rabia que la embargaba al estar en esa situación, siempre se esfumaba y quedaba una sensación de tranquilidad.
Al principio no podía ver características más allá de aquel vestido tan hermoso, pero poco a poco fue notando el cabello de color blanco platinado que caía en cascadas por espaldas de aquella joven, o esos ojos dorados tan parecidos al oro que siempre le miraban con amabilidad, esa bella sonrisa en aquellos labios rojos que ocultaban unos dientes blancos tal perla brillante, todo en ella era como si perteneciere a un ser celestial, alguien imposible de igualar por un simple mortal.
Poco a poco fue anhelando ver aquellas ilusiones que su mente le enviaban para no enloquecer en aquel lugar, al menos eso fue lo que siempre pensó, nunca imaginando que quien aparecía frente a ella, era la hermana de aquellos seres que tanto miedo y dolor le causaban.
Yui deseaba que la hermosa doncella fuera real para que estuviera a su lado. Así tendría una amiga con quién conversar y en quien confiar.
Lo que Yui desconocía, es que Seina aparecía en su forma astral frente a ella porque su don de la clarividencia le mostraba que el destino de esta dulce joven estaba ligado a uno de sus hermanos, ya que incluso si Yui llevaba el corazón de esa mujer, la joven tenía un alma diferente y eso hacía que fuera un ser completamente distinto a esa despreciable demonia.
Durante estos días, Seina había hecho preparativos para iniciar como profesora de matemática en la Academia Ryoutei a la que asistían todos sus hermanos, incluyendo a los Mukami.
Sería todo un reto personificar a una maestra, pero por su edad no iba a entrar como estudiante, eso sería espantoso para alguien que ha vivido por 1500 años.
Y cuenta los 1000 dormida ya que nunca perdió su consciencia. Entonces sabía mucho más que cualquier profesor en ese instituto.
Hoy al fin era su primer día como profesora. Sería divertido ver la cara de sus hermanitos al escuchar su apellido y cuestionarse si estaba relacionada con ellos o no.
"¿Estás lista, cariño?" Cuestionó desde el primer piso, Karlheinz, ya disfrazado de Reinhart, con su pelo rubio, y ojos dorados detrás de una finas gafas que le daban un aire más joven.
"Si, papá." Respondió, y ella al igual que su padre, había asumido otra apariencia, ahora su cabello era un poco más largo y color castaño oscuro casi negro dependiendo de la luz, sus ojos tenían una tonalidad anaranjada mezclada con algo de amarillo. En sí, tenía una apariencia muy diferente a la usual que desprendía un aire celestial, ahora era más mundana.
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"Te ves muy linda, querida." Dijo el orgulloso padre al verla bajar por las escaleras del Palacio.
"Gracias, papá. Aunque me siento rara con esta imagen." Agradeció y al mismo tiempo comentó sus pensamientos.
"Te entiendo, me pasaba lo mismo al principio, luego te acostumbras." Le dijo Karl a su hija.
Seina solo sonrió y procedió a ponerse su abrigo y tomar su maletín con el material escolar que le daría a sus nuevos estudiantes.
Cada uno se teletransporto frente al edificio de la Academia, se despidieron y tomaron caminos diferentes, el padre en dirección a la enfermería y la hija en dirección a la sala de profesores.
Seina saludo a sus ahora colegas y tomó asiento en el escritorio que le habían asignado mientras esperaba que comenzarán las clases. Hoy le tocaría dar clases a los de primer año, así que era seguro que en medio de todo eso vería a Subaru, el menor de sus hermanos.
Y aunque conocía cada faceta de ellos, se preguntaba muy en el fondo como sería el interactuar con ellos, ahora que si eran capaces de verla.
Sonrió un poco y posó su mano en su barbilla. Fuera de la ventana se podía ver un búho real parado en un árbol mientras tenía su vista fijada en la vampiresa.
Eros estaba observando cada movimiento de la joven a través de los ojos de su familiar, y tuvo la tentación de aparecerse frente a ella para abrazarla como en los viejos tiempos. Pero así como ese pensamiento llegó, se esfumó, sabía que si hacía algo así, seguramente terminaría lesionado.
Odiaba haber caído en los juegos de esa zorra y su primo, pero odiaba más el no darse cuenta que tenía a la persona que realmente lo quería a su lado y no la supo valorar a tiempo. Ahora solo podría ver cómo un día Seina se volviera a casar y tuviera hijos con alguien que no era él.
Y es que él tenía claro que más allá de un cariño de hermanos, la joven princesa nunca lo vió con otros ojos y quizás fue por eso que para ella fue tan fácil dejarlo en libertad.
Seina sabía que Eros estaba espiandola pero no le dio mayor importancia, por una vez quería estar tranquila y no iba causar una escena en el colegio.
Eros sabiendo que en cualquier momento la calma de la joven se agotaron y terminaría con alguna clase de maldición a través se su familiar, decidió que era todo por esa noche e hizo volver a su búho.
"Te amo, Seina y lamentó haberme dado cuenta de ello tan tarde." Pensó con dolor mientras observaba el cuadro en donde aparecían ambos el día de su boda. "Si tuviera la oportunidad de volver el tiempo atrás, jamás te hubiese hecho nada de lo hice."
En otra vida Seina y Eros pudieron ser muy felices, llenos de una vida de amor y dicha. Pero en esta vida, nada de eso estaba destinado a suceder. Porque el destino de la joven cambio el día en que cayó en aquél sueño.
Post final del capítulo.
Aquí les dejó este capítulo, esperando que les guste y antes de terminar me gustaría preguntarles algo:
¿Les gustaría que Seina sea poligama como su padre o que se case con una sola persona?
Su respuesta es muy importante para mí así, que espero sus comentarios.
