Padres en el mundo de piedra

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(SPOILERS para todos los que no estén al día con el manga o al menos a partir del cap 99 de este).

Tsukasa había sido exitosamente criogenizado o como quiera que se diga esa palabra rara de las tantas que Senku decía. Kohaku sabía que eso fue algo difícil de hacer para él, pero estaba segura de que se las arreglaría como siempre se las había arreglado, y así se lo dijo a todo aquel que lo dudara.

Aun a pesar de todo, sabía que Senku estaba mucho más afectado de lo que dejaba ver por, ya saben, tener que asesinar a su amigo con sus propias manos, a pesar de que no tenía duda en su mente de que lograrían salvarlo, todavía lo afectaba que las cosas tuvieran que ser de este modo. Sabiendo esto, cuando Gen se acercó a ella para proponerle una fiesta que relajara un poco el malhumor de Senku antes de seguir adelante con el plan ese que tenía de exploración marina o lo que sea, ella estuvo completamente de acuerdo y convenció a su padre de cederles una gran dotación de sake para este propósito.

Ese fue su primer gran error. El segundo gran error fue dejar que Gen la convenciera para entrar en una competencia de beber con el idiota de Magma, y el tercer gran error no tenía ni idea de cómo pasó, pero aquí estaba ahora a la mañana siguiente a la fiesta, cara a cara con Senku, ambos mirándose horrorizados completamente desnudos compartiendo una cama.

-Bueno...- siendo el primero en salir del shock, Senku apartó la mirada con los hombros hundidos, luciendo completamente miserable. –Es seguro en un diez billones por ciento que no volveré a beber nunca.- suspiró largamente.

Furiosa, Kohaku no lo pensó dos veces y estrelló la palma de su mano contra la mejilla de Senku, enviándolo de cara a al suelo detrás de su Futon con las piernas hacia arriba. No le dio un puñetazo solo por temor a matarlo, era tan débil que probablemente moriría con uno solo de sus golpes, y no podía arriesgarse a perder a la esperanza de la humanidad por más enojada que estuviera.

-¡¿Cómo puedes decir eso después de lo que me has hecho?! ¡Ahora nunca podré casarme por tu culpa, seré repudiada para siempre!- sin mencionar que su hermana Ruri estaría muy decepcionada con ella y la relación recién reparada que tenía con su padre tal vez se pusiera peor que nunca. -¡Ahora estoy diez billones por ciento segura de que nunca fuiste un caballero! ¡Eres escoria de la más baja y sin ningún honor!- abrazó la sábana a su pecho y se puso en pie solo para señalarlo con rabia. -¡Nunca te lo perdonaré!-

Gruñendo, Senku se levantó del suelo con la marca de su bofetada grabada a rojo vivo en su rostro, y aparte de eso su mejilla también se veía levemente hinchada.

-No hay razón para que estés tan alterada, leona.- se sentó con las piernas cruzadas sin importarle su desnudez. –Cuando traiga de vuelta la civilización esos valores tan primitivos se perderán y siempre habrá algún pretendiente dispuesto a domarte sin importarle nada de tu pasado. No necesitas matarme para recuperar tu honor perdido.- rodó los ojos.

-¡Eso...!...- abrió la boca para replicar, pero en realidad no tenía nada que decir. ¿De verdad a la gente que vivió antes de la petrificación no le importaban las tradiciones? De ser así, entonces realmente no tenía nada que reclamar, no es como si no tuviera ninguna posibilidad de casarse cuando lo quisiera. ¡Pero de todos modos seguía furiosa! –Eso no quiere decir que te perdone fácilmente.- se cruzó de brazos.

-Lo siento, ¿de acuerdo? Sí fuera científicamente posible regresar al pasado y corregir los errores entonces lo haría, pero es imposible, así que solo debemos vivir con ello.- se encogió de hombros, pero luego se llevó una mano a la barbilla. –Bueno, en realidad no es completamente imposible, hay mucho debate en la comunidad científica respecto a este tema. Pero en este mundo de piedra es técnicamente imposible así que no me molestaré pensando mucho en ello.- Kohaku lo miró con el rostro en blanco, sin entender ni una palabra de lo que había dicho. -...Como sea. Ya te dije que lo siento.- comenzó a recoger su ropa. –Ahora, sí me disculpas, iré a ver si alguien quiere ayudarme a inventar un medicamento contra la resaca, aunque según mi padre la mejor medicina es un buen vaso de agua con limón...- murmuró luego de vestirse mientras se marchaba, dejándola sola parada en la cama.

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