Al volver a mi oficina, luego de pedirle a Abigail un nuevo café, me senté en mi escritorio y comencé a adelantar trabajo diseñando los planos de dos obras de las cuales debía ocuparme.
Estaba poniendo las dimensiones en el plano que había armado en mi portatil, cuando voces del otro lado de la puerta comenzaron a resonar, tras varios segundos la puerta fue bruscamente abierta dejando oir pasos apresurados y la voz de mi secretaria pidiéndole a quien fuera que no debía pasar sin preguntar.
-Señor, no puede pasar. -Volvió a insistir Abi haciendo que elevara la vista y me topara con la persona que justo hoy no me quería crusar- Disculpe señorita Alvarado, le indiqué al señor Ruíz que no debía pasar sin permiso, pero él insistió.
-Tranquila Abigail, atenderé al señor. Puedes retirarte.
-Si señorita, enseguida le traigo su café. ¿Señor le traigo uno para usted? -Se dirije esta vez a Marcelo.
-Si, por favor. Gracias.
-Enseguida se los traigo.
Una vez quedamos solos, yo volví a mi trabajo ignorando por completo a Marcelo.
-¿Me dirás que te ocurre? -Pregunta Marcelo.
-¿Por qué tendría que ocurrirme algo? -Pregunto sin despegar la vista de lo que estaba haciendo e intentando no sonar afectada.
-Por que claramente me estás ignorando.
-No es eso. Solo es que estoy algo ocupada como podrás ver. -Digo aún sin apartar la vista de la pantalla.
Sin pronunciar una sola palabra, avanzó rodeando el escritorio y tomándome de las manos hizo que me levantara para luego tomarme de la cintura y acercarme un poco.
Al tenerlo tan cerca, pude notar como mi pulso y respiración se aceleraron, el calor de sus manos traspasó la tela allí donde las tenía apoyadas, en un reflejo involuntario, mis ojos pasaron de observar los suyos a observar sus labios, lo que provocó que tragara grueso y sintiera la necesidad de probarlos.
-Ya, enserio, ¿me dirás que te ocurre? -preguntó tan cerca de mi que si alguien nos daba un leve empujon terminaría por besarlo.
-¿Por... -Me detengo para tomar aire y serenarme- por qué no me contaste que Mariel te había escrito para verse?
-¿Cómo te enteraste? -preguntó notablemente tenso, lo que provoca que todo mi interior arda.
-No importa como lo sé, dime porque no me lo contaste. -Vuelvo a insistir y me alejo de su agarre para terminar dándole la espalda.
-Tranquila, si no te lo conté fue para evitar ponerte en este estado. No tienes de que preocuparte, nada va a hacer que cambie lo que siento por ti Sele.
-Si tú lo dices. -Respondo soltando ub suspiro.
-¿Confias en mi? -Pregunta y me rodea con sus brazos desde atrás.
-Claro que confio en ti. -Respondo luego de girarme entre sus brazos y viéndolo a los ojos.
-Si acepté juntarme con ella fue por que más allá de lo que pasó, fue amiga de tu primo y mia, ella desde siempre supo que estaba enamorado de alguien más, no tienes de que preocuparte.
-De acuerdo. -Respondo esbozando una sonrisa, aunque internamente tenía un mal presentimiento en todo esto.
Al tenerlo tan cerca y tras llevar un buen rato sin permitirle el acceso a mis labios, no se pudo resistir más y terminó plantando sus labios en los míos, mentiría si dijera que no los extrañaba. Llevaba un buen tiempo restringida de ellos, por lo que me importó poco donde nos encontrábamos y quien pudiera vernos. Eso ocurrio hasta que sentimos el ruido de bajilla callendo al piso y haciéndose añicos debido al golpe y ambos nos separamos como si un hierro al rojo vivo nos hubiese tocado.
Al apartarnos, nos encontramos con una Abigail sorprendida.-Yo... lo... lo siento. -Se disculpa una Abi totalmente avergonzada comenzando a juntar el desastre- No debí... les ruego que me disculpen.
-Tranquila. -Respondí- La culpa fue mía, por un momento olvidé donde nos encontrábamos. Permíteme ayudarte.
-No se preocupe señorita. -Dice Abigail aún roja de la vergüenza- Yo me encargo de esto. Usted debe ir a la obra con el señor.
-¿Vamos yendo? -Dice luego de consultar el reloj.
-De acuerdo. -Respondo soltando un suspiro- Ve yendo, arreglo unas cosas y salgo.
-Bien.
Una vez que Marcelo se fue, mi secretaria y yo quedamos a solas.
-Le pido una disculpa señorita. -Vuelve a disculparse.
-Tranquila Abi, me alegra que hayas sido tú y no mi primo. -Digo con una sonrisa- Por eso quiero pedirte que no le digas a nadie lo que acabaste de ver hace un momento.
-Bien, ni una palabra. -Respondió con una sonrisa- Ve, yo me encargo.
Luego de tomar todo lo necesario, salí rumbo al estacionamiento.
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Hola gente bella, después de bastante espera acá les traigo un nuevo capítulo. Espero les guste, no se olviden de regalarle una 🌟.With love Eli❤

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El mejor amigo de mi primo.
RomanceTengo un secreto y es que me gusta alguien que está prohibido para mi. Acompañame a descubrir que ocurrirá entre el mejor amigo de mi primo y yo. NOTA: Está historia se desprende de "Contrato con un demonio" y "Contrato con una mortal". No es nece...