Habían pasado una semana desde el secuestro de la princesa. Los reyes no pararon de enviar tropas en busca de su hija pero el resultado era el mismo: o venían los caballos solos o los soldados con las manos vacía. Parecía que la tierra se hubiese tragado a su hija. Kai se encontraba desesperado, no entendía como no encontraban a la chica. Para colmo Japón estaba aprovechando para conquistar algunos de sus terrrenos. Al rey no le quedó más remedio que invitar a la familia Minatozaki para intentar formar una tregua.
Esta noticia había llegado a oídos de Jennie en unos de los paseos por el reino. Ella sabía que era peligroso andar tan cerca, pues alguien podría reconocerla pero era un riesgo necesario. Ahora mismo se encontraba en el salón de su casa dando vueltas, pues estaba impaciente. Había enviado a Joy y Wendy ha averiguar por donde venían los japoneses, pues no tenía en mente permitir una alinza. Justo en ese instante entró Jisoo a la casa con cara de pocos amigos.
-No sabes tocar a la puerta -le dijo Jennie con enfado.
-No has visto que no. Además tu madre me dijo que esta es mi casa también, asi que no debo tocar -le contestó con el mismo tono de enfado.
- ¿ Que quieres? Estoy esperando noticias importantes - le dijo mientras se volteaba para ver por la ventana.
- Quiero hacer algo. Estoy aburrida y me siento una inútil. Me dices que no soy tu rehén pero me pones a dos chicas como escolta. No me dejas salir a pasear ni ayudar a la gente. Ni siquiera me dejas ir a pasear con Nayeon y eso que es tu aliada -protestó mientras se cruzaba de brazos.
- Alguien podría verte y perderíamos toda la ventaja que hemos ganado. Si te encuentran, Momo se habría jugado la vida para nada y eso no pienso permitirlo. Y de Nayeon me fío menos, ella solo quiere meterse en tu cama y te recuerdo que parte del plan es que tú me entregues la corona mediante matrimonio. Estaría muy feo que te tires a mi aliada. - contestó Jennie mientras se giraba y la encaraba.
Las dos jovenes Kim se miraban con intensidad. En su cabeza querían creer que era odio pero realmente era enfado. Enfado por no poder reconocer que se atraían, que lo habían hecho desde la primera vez que se vieron hace unos años en el lago. Jennie no se acordaba de aquella tarde, pues había estado a punto de morir pero Jisoo la recordaba una y otra vez. Ninguna de las chicas se dieron cuenta de que tenían tres pares de ojos mirándolas atentamente desde la puerta.
-Tita Lisa, ¿ahora es cuando se besan? -pregunto con inocencia Ella.
La pregunta hizo que Lisa soltará una carcajada y que las chicas se alejaran de un salto. Ese movimiento provocó la risa de la mama de Jennie. Ella miraba a sus mayores sin entender nada. Tanto Jennie como Jisoo se encontraban con la cabeza bajada, ya que la niña había expresado exactamente lo que ambas deseaban que pasará.
- Jennie, Joy y Wendy acaban de volver. Te esperan en casa de Chaenyoung. -le informa lisa a su amiga.
- Voy. Mamá cuida de Jisoo y no dejes que Ella le moleste. -Le dijo mientras despeinaba a su hermana pequeña.
- No debería estar yo en la reunión, al fin y al cabo soy partícipe del plan. -pregunto Jisoo.
- No -le contestó Jennie sin mirarla y saliendo por la puerta seguida de Lisa, que había soltado un bufido en cuanto escuchó a su amiga.
Jisoo apretó los dientes de enfado. Realmente ella quería ayudar, quería acabar con el reinado de su padre y estaba dispuesta a casarse con Jennie. Pero no soportaba el orgullo de la chica.
- No sé que voy a hacer con ella. Es igual a su papá a la hora de expresar sus sentimientos. Ella acompaña a Jisoo a la casa de Chaeyoung y si tu hermana protesta dile que su reina lo ordena. -Dijo Chaerin antes de perderse por unas de las habitaciones de la casa.
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Age of Empires( Pausada)
FantasyLexa, reina de Grecia empieza a conquistar los pueblos de alrededor de su país. En una de sus conquistas conoce a una chica que le quitará el sentido. Tras superar varios escollos deciden conquistar el resto del continente. Mientras tanto en el otro...