━twenty two: flames of an angry dragon

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╭══❅•°•CAPÍTULO XXII•°•❅══╮LLAMAS DE UN DRAGÓN ENOJADO

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══❅•°•CAPÍTULO XXII•°•❅══
LLAMAS DE UN DRAGÓN ENOJADO.

❝Prendele fuego, hazlo enojar, pero no te asustes por haber despertado al dragón❞

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❝Prendele fuego, hazlo enojar, pero no te asustes por haber despertado al dragón❞

Los recuerdos de dos niñas, una pelirroja y otra rubia, se colaron en sus mentes, en como se habían prometido estar siempre unidas, en como se apoyaban incluso si ambas no tenían las mismas costumbres o mentalidad. Tal vez Dhalia era diferente por culpa de los Kerr, estos le habían enseñado que los dragones eran leales y maravillosas criaturas, tal vez por más que se esforzaba en ser el orgullo de su padre y una buena futura jefa, en intentar matar un dragón, seguía sintiéndose incómoda cuando trataba de encajar.

Dhalia Gorm tenía un corazón demasiado noble para tales acciones, el único entre miles de sangres duras y para los Kerr, ella siempre fue un dragón, al igual que ellos.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó la rubia con voz difusa y débil por culpa del llanto, aún sin soltar a la fairiana.

— ¿Cómo que, qué hago aquí? Vine por ti, idiota —respondió rodando los ojos aunque la contraria no lo vio, Dhalia entonces se separó del hombro de la pelirroja para mirarla, dejando sus manos en donde su cabeza había estado.

— ¿Viniste por mi? —preguntó como si hubiera sido difícil de creerlo, Idunn frunció el ceño al ver que esos ojos tan alegres que alguna vez conoció estaban totalmente dañados como la misma Dhalia.

— Te lo prometí, ¿no? —le regaló una sonrisa de lado y ahí fue cuando Dhalia Gorm terminó por romperse definitivamente, la pelirroja la abrazó de vuelta palmeando su espalda soltando esas lágrimas rebeldes que había evitado derramar—. Ya estoy aquí, ya estoy aquí... ¿cómo supiste que era yo?

Dhalia soltó una pequeña risa antes de separar su cabeza del hombro ajeno, aunque igualmente la tenía agarrada del brazo, pensaba que si se alejara ella desaparecería de su vista como muchas veces había pasado en sus sueños.

— ¿Cómo olvidaría un cabello tan rojo como el de Idunn Kerr? —la mencionada no pudo evitar sonreír ligeramente y los ojos de la vrediana bajaron por el hilo de sangre que salía de la esquina de la comisura de los labios de la contraria, el labio roto y la mejilla derecha roja por el golpe que le había dado, sintiéndose culpable al instante, olvidándose completamente de las cortadas en su brazo—. Lo siento, yo... —llevó su pulgar tembloroso para limpiar el sangrado a la vez que Idunn comenzó a negar, abrió su boca para decir que no era su culpa y que había sobrevivido a peores cosas, más un ruido de pisadas sobre las hojas secas causó que ambas giraran su cabeza para ver como Chimuelo había iniciado a jugar con las hojas que adornaban el suelo, Idunn sonrió y Dhalia abrió sus ojos al notar a los recién llegados—. ¿Hipo?

Walk Through The Fire ➵ Hiccup Haddock ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora