Jojo's Bizarre Adventure [Cortos]

Castigo [AJ]

Emparejamiento: Narciso Anasui x Jolyne Kujo.

La muchacha cruzó la valla de un salto, cayendo al verde pasto del otro lado, sin hacer ningún ruido. Camino cuidadosamente por los rosales alrededor de su casa hasta llegar bajo la ventana de su habitación, su stand se materializó listo para ayudarla a subir con sus cuerdas.

De repente la puerta se abre con un gran estruendo que asusta a la Kujo, la intimidante figura de su padre se hace presente. Desde la puerta, Jotaro Kujo la mira, logrando erizar todos sus vellos ante los gélidos ojos.

— adentro, ahora— espetó con su fuerte voz.

Jolyne se resignó y se dirigió dentro de la casa, viendo con culpa la hermosas rosas que había pisado producto del espanto, se disculparía con Kakyoin si salía de esta.

Ya estando dentro pudo apreciar la sonrisa del pelirrojo acompañada con un ceño fruncido, mientras Jouta parecía haber copiado a la perfección el rostro de su padre.

— ¿dónde estabas?— exije saber.

— con Hermes. Fuimos por un helado.

— ¿helado a estás horas de la noche? Estás mal hermanita—  añade Jouta con una ceja levantada.

— ¿dónde estabas?— ruge, ya sin paciencia.

A pesar del ligero temblor en su cuerpo, no respondió, sólo evitó los furiosos ojos de su padre. Nadie comentó ante el silencio de la joven.

— Jolyne...

Sin importar el enojo en su padre, Jolyne seguia sin responder. Cuando el puño de Star Platinum fue contra la adolescente, la familia se alarmó. 

Los tentáculos de Hierophant Green sostenían el brazo de Star al igual que Charmy Green. Jolyne miró con sorpresa a su padre, sin poder creer que sería capaz de atacarla.

— ¿estás loco? ¡es tu hija!— dice Kakyoin, sin soltar el agarre de su stand—  sé que estás enojado, yo también lo estoy, pero no puedes hacer esto Jojo.

— ¡si! ¿estás loco viejo? Si le tocas un pelo, te las verás conmigo— amenaza Jouta levantando su puño. 

Jotaro no dijo nada, dirigió su mirada a la mano de su stand, que sostenia algo entre su índice y pulgar.

— ¿Jotaro?—  pregunta Kakyoin aflojando su agarre junto al de su hijo. 

Star regresó con Jotaro para mostrarle lo que sostenia en sus dedos. La familia miró curiosa intentando averiguar lo que era. 

— Anasui— gruñe al darse la vuelta y caminar hacia la puerta.

— ¡Jotaro!— Kakyoin enseguida le siguió. 

Jolyne soltó todo el aire retenido, esperando que su padre no hiciera algo tan tonto.

— Jolyne— Jouta estaba enojado— ¿por qué te escapaste? ¿sabes lo preocupados qué estábamos por ti? 

— exageras Jouta— se acercó a la puerta, teniendo una clara vista de la pequeña discusión de sus padres en el jardín.

— papá lo matará— asegura Jouta detrás de ella
— y yo lo ayudaré.

La adolescente no respondió, solo siguió observando a sus padres. En un punto de la conversación Jotaro regresa, seguido de Kakyoin que sonreía con alivio.

— estás castigada— dice el biólogo señalandola.

— lo sé, lo sé...— miró a Kakyoin con esperanzas, sin embargo el pelirrojo negó con la cabeza. 

— está vez te excediste Jolyne, a partir de ahora solo irás del colegio a la casa y viceversa, con Jouta acompañandote— su hermano asentía con cada palabra de su padre— nada de salir con tus amigas al centro, no me hagas ir a verte fuera del colegio ¿entendido?

Jolyne rodó los ojos, pensando que las próximas semanas serían las peores de toda su vida.

— ¿entendido?— dice Jotaro, con un tono de voz que le heló la sangre.

— entendido— afirma Jolyne con pesadez.

Después de una incomoda cena, Jolyne subió a su habitación. Se dejó caer en su mullida cama, mientras tomaba su celular y marcaba.

— ¿Anasui?— susurra al celular.

— ¿Jolyne? ¿qué tal estás? ¿llegaste bien a casa? ¿qué te dijeron tus padres?

— ah si, si estoy bien... bueno no tanto,  me castigaron.

— ouh... ¿por cuánto tiempo? ¿ya no podré volver a verte nunca más? ¡prefiero morir!

— no, Anasui, no exageres. Solo serán unos días, calculo un mes. 

— ¿un mes sin ver a mi hermosa Jolyne? ¿qué haré?— le escucho susurrar para si.

Jolyne rodó los ojos, con una boba sonrisa en el rostro. 

— me divertí mucho, gracias por lo de hoy.

— ¿ah? ¿¡en serio!? ¡podemos repetirlo cuando quieras! Si quieres mañana... ah cierto, tu castigo.... ¡no importa! En un mes te llevaré de nuevo.

Jolyne rió levemente.

— podría pasar horas escuchandola reír— le escuchó murmurar nuevamente.

— Dios mío...— Jolyne juraba que su rostro era un poema en ese instante— no te guardas nada ¿verdad?

— ¿eh? ¿qué?

— no, nada— rió nuevamente— tengo que colgar, te escribiré mañana.

— lo estaré esperando con ansias. 

Y así Jolyne Cujoh se fue a dormir, con una gran sonrisa adornando su rostro.

Me emociona mucho la temática de la familia Kujo/Kakyoin, así que se verá mucho por aquí.
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