0.4 ; crushes, mad, games.

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Se levantó de su amada cama y miró al exterior, nublado, como siempre. Si fuera por él lo dejaría así, pero sabía que existía gente que amaba el sol. Luke no quería levantarse de su cama, ni dejar a su hermosa almohada, pero tuvo que hacerlo, por obligación, por ley.

Y a eso nos referimos que tenía que ir a la escuela; siempre solía hacer un drama total, era lunes, era normal.

―Lucas, levántate.

Y esa era su mamá, quien juraba por los dioes que su nombre era Lucas, no Luke, en el acta decía Luke, no Lucas. Y Luke se sentía muy raro cuando le llamaba Lucas, por lo menos no lo trataba de "usted", como su padre lo hacía.

Odiaba eso, odiaba a las personas excesivamente formales, que te marcan lo que es correcto y lo que era incorrecto. Y ser abiertamente bisexual era incorrecto, sumamente incorrecto.

Luke era un chico bueno, o eso es lo que intentaba.

No le gustaba ser un mujeriego y tampoco es que tuviera planeado hacerlo, se había dado cuenta que posiblemente que era gay, las mujeres no causaban el efecto que los hombres en él. Y eso era aún más incorrecto.

Y más en un pueblo en el que la mitad era católico.

No había pensado en Michael los días anteriores, y era ilógico mencionarlo ya que al parecer Michael no quería intentar algo con él o ella. Porque Michael era sumamente estúpido, Luke no podría mirarlo a la cara.

No podía mirar a la cara a su compañero de clase de matemática.

Al llegar a la escuela se mostró más nervioso de lo normal, jugueteaba con los cordones de su mochila, y cuándo vió a Michael entrando acompañado de Calum, fingió estar ocupado en su telefono ―el cual ni siquiera estaba encendido―.

―¡Hey Luke! ―lo saludó Ashton pelos-de-grasa, su mejor amigo. El era hijo del primer ministro, amigo de su padre.

Luke no solía tener amigos, Ashton no era su amigo. Era algo más, era su hermano.

―Hey imbécil. ―contestó aún mirando a Michael.

Ashton siguió la mirada de su mejor amigo y frunció el ceño. ¿En serio Luke estaba interesado en Clifford? Parecía perro con el pelo rojo, río a sus adentros. Clifford el perro de cabello rojo.

―Ya no tiene el pelo morado. ―susurró Luke.

Ashton arrugó su ceja derecha: ―¿Y eso a quién mierda le importa?

―A mí, tal vez. ―Luke al fin dirigió su mirada hacia Ashton, éste simplemente negó con la cabeza.

―Estás loco hermano, yo creo que Michael es hetero...

―Gracias por tu apoyo, en serio.

―Jódete.

Rebuscó en su mochila y miró su horario: Matemáticas como primer módulo.

Condenado hijo de puta el que creo los horarios.

Se aproximó a llegar a su aula, ¿y qué era peor que empezar nuevo semestre? ajá, creación de equipos. Aunque a Luke siempre le tocaba ser el representante, detestaba con toda su alma a los equipos, sus malditos compañeros jamás de los jamases hacían un esfuerzo por resolver una operación aritmética o incluso, una simple suma. Al entrar, su mándibula cayó.

Esto no podía estar pasando.

Las mesas estaban acomodadas por parejas, todas estaban ocupadas, menos una.

Y ahí estaba Michael.

Ante una mirada furtiva de su maestra presionándolo para sentarse rápidamente, se encogió de hombros resoplando y se aproximó con su ―muy ulta-re-contra imbécil― compañero. Michael ni siquiera levantó la cabeza, estaba demasiado absorto en sus pensamientos de comida, videojuegos y guitarras, que ni siquiera notó el aparente esfuerzo de Luke para no mirarle.

Y eso era lo mejor, Micahel era tan estúpido que no notaba las emociones de Luke. Hoy llevaba puesta una remera de Green Day, con unos jeans negros rotos de las rodillas ―los cuales eran muy sexys, en la opinión no muy experta de Luke―.

Luke se sentía bastante atraído por Michael, y había tardado cinco años en darse cuenta ―desde secundaria sentía "algo"―, pero mejor tarde que nunca, aunque este no era el caso perfecto para utilizar esa palabra.

―Señor Hemmings, lo veo muy perdido, ¿algo que compartir? ―preguntó la maestra con ese jodido tono odioso que hacen para hacerte sentir una mierda.

Luke no quiso ser grosero, pero esa señora lo había sacado de quicio desde hace tiempo.

―No maestra, ¿qué tal si hace algo más importante...como...dar su clase? ―le sonrió cínicamente.

Michael río por lo bajo, mientras que todos sus compañeros musitaban un "uh", era uno de los sonidos que más detestaba Luke.

Pensándolo bien, detestaba todo lo que tuviera ver con la escuela.

Al parecer, la maestra pensó muy bien que responder, ya que miró a Luke desafiantemente.

―¿Te crees gracioso? ―se acercó al escritorio de Luke.

Luke se puso de pie también, era como un poste, pero le dió igual, era macho alfa y punto.

Mordió su labio y jugó con su piercing antes de responder.

―Sí.

Ahí estaba otro "Uh", Luke rodó los ojos, malditos inmaduros.

―Entonces vaya a ser gracioso en la dirección. ―le dijo amenazadoramente la profesora, Luke jamás había estado en la dirección, Luke era un chico bueno.

―Está bien. ―dijo y se encogió de hombros.

Salió del aula, pero antes de cruzar completamente la puerta, escuchó su nombre.

―Luke.

Esa era la voz de Michael, Luke sintió mariposas masculinas en el estómago, o mejor conocidas como "polillas".

―¿Sucede algo? ―intentó no parecer nervioso.

―Te veo en el juego de futbol. ―le guiñó el ojo.

―Genial. ―contestó Luke.

Él. había. sido. invitado. a. un. juego. de. futbol. por. su. amor. platonico.

Jamás había ido a un juego de futbol o había sido parte de uno.

Jamás le habían guiñado el ojo.

Esperen, ¿Michael sabía con quién mantenia las convoss?

Luke estaba nervioso.

sms ☆ muke (crack!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora