Mamihlapinatapai~Reddie

《1》

Enero 1991

Eddie Kaspbrak, de ahora 14 años, vivía en una duda constante desde hace un año y medio, desde aquél verano borroso y lleno de oscuridad.
No recordaba muchas cosas, tal y como los demás, salvo que su vida había estado en peligro, a un...¿payaso?, oh, y por supuesto, a Richie Tozier.

Recordaba estar en el suelo, frente a algo horroroso, no sabe con exactitud qué, pero sabía que no era bueno. Tenía un brazo casi roto (cómo olvidarlo). Y también a su amigo, sosteniendo su rostro y diciéndole que le mire.
Recuerda el sentimiento que lo llenó en ese instante; seguridad.
Sabe que casi muere en ese momento, pero también que sintió tranquilidad, porque lo último que vería sería a Richie.

Y por alguna razón desde aquél verano su corazón comenzaba a latir con fuerza, casi como si estuviera a punto de estallar, sólo cuando el Bocazas estaba cerca.

Estaba rodeado de sentimientos agobiantes, no sabía por qué le ocurría todo aquello y mucho más con Richie.
La mayor parte del tiempo se la pasaba enojado (pequeños enojos) o peleando con él. Aunque en el fondo él mismo sabía que era una forma de "afrontar" toda la situación.

Le molestaba no entender.

Pero para Eddie el peor día de su vida había sido sin dudas el 5 de enero de 1991.

Se encontraba a solas con Tozier, pasando por el famoso Puente de los Besos. Siempre pasaban por allí, pero pasar solo con Richie lo había llenado de nerviosismo, y se frustraba por ello.

Ese día la nieve cubría todo Derry como si de un manto blanco y brillante se tratara. Había salido de su casa sin que su madre lo supiera, porque sabía que aunque le rogara por horas ella no lo dejaría, ¿Y si pescaba un resfriado? ¿O gripe?

¡¿Y si moría de hipotermia?!

Probablemente a su madre le hubiera dado un ataque si supiera que en verdad se encontraba fuera de casa y no calentito y seguro dentro de su habitación estudiando.
Y Eddie se hubiera quedado, si no fuera porque Richie había comenzado a tirar bolas de nieve contra su ventana para que saliera (aunque simplemente podría haber tocado, ya que la casa de Eddie no tenía dos pisos, pero era Richie Tozier).

Richie había dicho que ninguno de los perdedores había querido salir, ya que estaban ocupados o simplemente con la excusa de que hacía mucho frío (y no era precisamente una mentira).
Eddie estuvo a punto de hacer lo mismo, si no fuera porque sabía que si Richie molestaba mucho más de lo habitual para pasar tiempo fuera era porque había problemas en su casa.

Así que fingió pensárselo y finalmente aceptó.

Por lo que en ese momento todo su cuerpo estaba helado y casi no lo sentía. Su cara estaba rojiza del frío, incluso Richie había lanzado un comentario como "Que tierno te ves así de rojo Eds, es por mí ¿Cierto?", aunque claro que sólo recibió un codazo como respuesta.

Sin embargo, la pregunta que el Bocazas realizó a continuación género aún más nerviosismo en el castaño.

"—Soy el chico más lindo que conociste, ¿Verdad Eds?—".

A Eddie se le olvidó cómo respirar por unos segundos. Tal vez porque hubo algo extraño en esa frase. No había sonado como a los tantos "coqueteos" falsos que su amigo hacía continuamente. Había algo de seriedad en su voz. Eddie había llegado a percibirlo, aunque se convenció de que era algo imposible, Tozier no podría preguntar algo así enserio.

Eddie se paralizó y dejó de caminar cuando Richie comenzó a acercarse a él a tal punto de casi rozar sus narices. El de gafas mantenía una media sonrisa en los labios mientras lo miraba de manera inquietante. Casi como si quisiera mirar a través de él, como si intentara leer su mirada.