Mamihlapinatapai~Reddie

《11》

23 de mayo de 1991

Eddie se dirigió a su próxima clase; una que compartía con Beverly. Rogaba dentro de sí mismo que su amiga se presentara (ya que llevaba una semana sin hacerlo), aunque sus ruegos eran algo vagos, porque dentro de sí mismo sabía que ella lo haría.

Y no se equivocaba.

Una vez que entró al salón de clases, allí en el fondo contra la pared, en ese asiento que había estado vacío por unos largos y tortuosos días, estaba ella. La pelirroja le sonrió e hizo un ademán con la mano, saludándolo. Eddie le sonrió de vuelta, acercándose al asiento a un lado de ella.

—Hola Eddie.—le saludó la chica sonriendo de lado, feliz de volver a hablar con él.

Su encuentro con Richie le había hecho ver que tal vez no debía dejar de lado a sus amigos.

—Bev, hasta que al fin te apareces por aquí. Ya era bastante aburrido que alguien no me pidiera las respuestas ¿Sabes?—bromeó Eddie.

—¡Oh vamos! Sólo fue una vez.—rió ella tapando su boca.

—Y te lo recordaré hasta el fin de los tiempos.

La clase dió comienzo cuando la voz del profesor sonó firme y clara, leyendo un texto.

—Bev.—susurró Eddie llamando a su amiga. Beverly volteó su rostro con curiosidad.—Me alegra que hayas vuelto.

En ese poco tiempo (que no se había sentido para nada como "poco") Eddie había aprendido que a veces era necesario hacer saber a sus amigos que los amaba, aunque fuera con mínimas acciones, porque además de que ellos lo merecían, a veces hasta lo necesitaban.

Beverly sonrió con una inmensa felicidad dentro de sí, lo había extrañado, a Eddie y a los demás, y esperaba ver a los otros pronto.

—A mí también me alegra verte Eddie.—la pelirroja le guiñó el ojo y Eddie negó con la cabeza, ocultando una pequeña sonrisa.—¿Has hablado con los otros?

—Con todos, menos con Stan y Ben.—la mirada de Bev se apagó poco a poco y apretó ligeramente sus labios en señal disconformidad.

No volvieron a hablar por el grito del profesor hacia ellos indicando que se separasen.

●●●

Una vez que la clase terminó Eddie y Beverly se dirigieron hasta la cafetería. De pronto Eddie chocó contra la espalda de su amiga como resultado de que ésta frenara de golpe.

Eddie siguió la mirada de ella, y enfocó a Ben Hanscom.

Ben estaba en una mesa algo apartada, solo y con los audífonos puestos, escribiendo con mucha concentración algo sobre una de las tantas hojas que había sobre su mesa.

Eddie volvió sus ojos hacia Bev, y fue capaz de ver la añoranza que había en ella; supo que la chica quería acercarse.

Le chocó ligeramente el hombro y ella pareció salir de un trance.

—¿Sí?—preguntó algo confundida.

—Ve con él.—fueron las simples palabras de Eddie. El empujón que Beverly necesitaba.

—¿Vienes conmigo?—inquirió la pelirroja, un poco nerviosa por el hecho de tener que estar sola con Ben.
Aún no sabía bien qué era lo que sentía -aunque en el fondo tal vez sí lo hacía-.