7 de Marzo de 1991Era hoy, hoy era el día. El cumpleaños de Richie Bocazas Tozier. Finalmente tenía quince años.
Era un sábado que prometía cosas buenas. Aún no había amanecido completamente, por lo que algunas estrellas seguían decorando el cielo, y en ese momento todos los perdedores se encontraban fuera de la casa de su amigo. La temperatura baja no estaba siendo muy amigable en esos momentos, pero podían soportarlo por él.
Beverly llevaba en manos un pastel de vainilla con chocolate y fresas (el favorito de Tozier) que ella, Mike y Eddie habían preparado la tarde anterior.
Stanley, quién tenía mayor agilidad dentro del grupo, se encontraba trepando un árbol para poder llegar al balcón y así tocar la ventana de Tozier para despertarlo. Una vez que lo logró comenzó a dar golpes no muy bruscos al vidrio sin cesar, hasta que un Richie con los cabellos alborotados, que no llevaba sus lentes y que estaba más dormido que despierto, abrió la ventana.
—¿Stanley?—preguntó Tozier al verlo mientras se le escapaba un bostezo.
—¿Cómo me reconociste?—Preguntó asombrado Stan.—¿No eres ciego?
—No completamente idiota. Además no necesito verte para saber que eres tú.—habló Richie.
—¿Y entonces cómo lo sabes?
—Hueles a vírgen.
Stanley sólo rodó los ojos ignorando el comentario. Tozier tomó sus lentes de la mesita de luz y se refregó los ojos antes de colocárselos.—Estaba en medio de un show en Nueva York, dime que acabas de sacarme de ese sueño brillante por una buena razón.—murmuró somnoliento.
—Es siete de marzo.—Dijo Stan con obviedad, como si esa frase lo explicara todo.
El contrario pareció pensar un poco.
—¡Cierto! ¡Mi cumpleaños!—recordó el de gafas.—¿Entonces? ¿Por qué subiste a mi balcón como si fueras Romeo? O tarzán, porque imagino que tuviste que escalar el árbol.
—Vinimos por ti, los chicos están abajo. Vístete.—Stan dió media vuelta para irse.
—Stan.
—¿Sí?
—No es necesario que vuelvas a bajar por ahí, podrías ser un poco más normal y bajar por las escaleras.—rió Richie y se alejó para cambiarse. Stan bajó la mirada un poco avergonzado y se adentró a la habitación.
Ambos chicos bajaron en silencio, y una vez que Richie abrió la puerta vió a todos sus amigos frente a él.
—¡Feliz cumpleaños!—Gritaron los perdedores a coro mientras le lanzaban papeles de colores.
Richie sonrió.
Y Eddie sonrió también, le gustaba verlo feliz. Sabía que los padres de Richie no solían prestarle mucha atención, según el Bocazas vivían discutiendo, y no hacían mucho más que eso, incluso habían llegado a olvidar algún que otro cumpleaños de su hijo en los últimos años debido a que las cosas no iban muy bien entre ellos.
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Mamihlapinatapai~Reddie
Fanfiction«Una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambas desean pero que ninguna se anima a iniciar» Todos sabemos que una mirada puede decir más que mil palabras...pero ¿Dicen nuestro mayor anhelo o nu...