Capítulo 3

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Mónica estaba en el restaurante con su mejor amiga, tratando de estar lo más tranquila porque ella sabía que si detectaba algún detalle de inquietud Lía iba a explotar y le iba a decir "te lo dije" y no estaba ese día para escucharla, así que le empezó a preguntar de todo mientras iba al restaurante, y llegando al lugar intentó esquivar el tema, pero en un momento en el que Mónica se para para ir al baño llegó y se vio en el espejo , respiró, se dijo "que acabas de hacer", pero pensó, bueno ya estas adentro y a seguirle y ella sabía perfectamente porque. Volvió a respirar y como si nada salió

- ya evitaste el tema- le dijo su amiga mientras se sentaba- cuenta que pasó

-qué quieres que te diga- dijo ella lo más tranquila que pudo aparentar- que crees que fue lo que pasó. Solo le di su contrato y le dije lo que puede y no hacer y tengo $4,000.00, bueno $2,000.00 porque los otros son depósito.

-y que le dijo cuándo le dijiste lo que no podía hacer.- dijo su amiga muy ansiosa.

-Nada, que no iba a tener problema con él.

-Supongo que ahora todo su salario se irá en hoteles o mejor dicho moteles y de los baratos, porque a lo que tengo entendido no va a ganar mucho, según dicen los rumores.

-Pues la verdad no sé.

-Porque no le vas a permitir que lleve mujeres a TU CASA y haga fiestas en TU casa - dijo Lía en tono enojado.

-Mientras sea en su cuarto y no sea escandaloso yo no tengo problema- le dijo mientras veía su ensalada que le traían para desayunar.- gracias- le dijo al mesero- y respecto a las fiestas, pues si no rompen mi casa o llaman a la policía por mi está bien

-Estás pero bien loca, cómo lo vas a dejar hacer es tipo de cosas, ya es mucho de que esté viviendo contigo. – dijo muy enojada que ni notó su desayuno.

-Oye tranquila, me da lo mismo si está o no está en la casa en verdad y no estoy mucho tiempo ahí me da igual.

-Amiga, sé que no estás cómoda con esta situación, porque te metes a algo que sabes que vas a salir lastimada.- le pregunto más tranquila.

-En verdad voy a estar bien, lo de él ya pasó y me da lo mismo que esté viviendo ahí, y si estoy incomoda, pero es como si algún extraño fuera a vivir a mi casa me sentiría rara, tu eres de las personas que sabes cómo me pongo con la personas extrañas.

-Aunque Leo no es un extraño del todo, está bien, te apoyo en tu locura, pero sabes que si algo no te gusta esta mi casa y puedes quedarte el tiempo que quieras- le dijo tomando su mano.

-Tranquila, voy a estar bien.

-Bueno como tú quieras- dijo ya mucho más tranquila y resignada.

Después del desayuno con su amiga fue directo a la oficina, donde sabía perfectamente que estaba Basti con el interrogatorio, mismo que le había dicho a su amiga, y efectivamente entró y en su silla estaba él esperándola y revisando su computadora.

-Pregúntale a tu novia ya se lo conté- dijo muy agresiva.

-No es mi novia- dijo sin pararse.

-bueno, como quieras- dijo Mónica dejando sus cosas en el mueble junto a su escritorio y solo tomando sus celulares. Y de ahí se sentó en la silla de invitado frente a él.

-Y que pasó- dijo viéndola directamente a los ojos.

-nada especial, ya te habrá contado Lía mientras me dirigía para la oficina.

-Sí, pero quiero que me lo cuentes tú.- dijo él

Le relato la misma historia que le dijo a Lía, pero quisiera o no Basti la conocía mejor que Lía o incluso que Julieta que la conocía de toda la vida, Basti sabía que en el fondo le dolía que Leo estuviera viviendo con ella, pero como amigo la apoyaba y si necesitaba ayuda para salir de esa situación se la iba a brindar. Pero él comprendió que lo hacía para poder cerrar ese ciclo y tratar de seguir su vida.

-Mira-le dijo él muy protector-Leo me cae a de poca madre, pero sé que fue un personaje importante en tu vida e inconscientemente te afecta por algo que solo tu sabes, pero es tu decisión y yo te apoyo.

Se paró le dio un beso fraternal en la cabeza y se fue.

Ella se quedó pensado que sabía perfectamente que no estaba bien que le dolía y que era un reto enorme que tenía que cruzar y lo hacía para estar en paz consigo misma y dejar el pasado atrás. Y ver que él es una buena persona como todo mundo piensa y no el monstruo que ella conoce.

Ya era una semana desde que Leo había empezado a vivir con Mónica y ella se sentía incómoda y trataba de evitarlo lo más que podía, tenía una técnica perfecta ella se bañaba en la noches después de que él cenara y se metiera a su habitación, de ahí, desayunaba cuando él se arreglaba para ir a trabajar, así que no se lo topaba, prácticamente, Mónica estaba en su cuarto o en su taller, desde que ellos vivían juntos solo se habían topado un par de veces. Ella sabía que eso no la ayudaba en nada, el convivir con él era lo que tenía que hacer para superarlo pero era cobarde no podía y no podía aceptar con sus amigos que le afectaba mucho.




...

Hoy uno chiquito pero el lunes ya publicó uno más grande.

Cosas que nunca cambianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora