Capítulo 10

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Las salidas para Mónica habían terminado se dijo a ella misma. Porque tenía razón su amiga no podía cambiar su vida por alguien y principalmente por quien en cierto modo ya la había cambiado aunque ella no lo culpaba, pero en el fondo sabía que en parte sísi había sido por él.

No quería que le pasara, algo que le seguía sucediendo, la espantaba cada vez que escuchaba su vos.

Ya iban a cumplir cuatro meses viviendo juntos, ella ya se había acostumbrado a ver la chicas de Leo entrar y salir de su casa, conversaba con algunas de ellas en el desayuno, pero Lucía era con las que más frecuentaba y siempre desayunaban y le hacía plática,  le caía muy bien, otras no las soportaba, tenía que aceptar que cada vez eran menos las que iban y en las últimas semanas solo era Lucía la que iba, pero bueno al fin de cuentas eran los gustos de Leo, por alguna razón él dejódejo de hacer fiestas o reuniones en su casa, y ella se dedicó a su trabajo a cien por ciento, su primo no duróduro tanto tiempo en la ciudad.

Aunque la incomodidad por parte de Mónica con Leo era menos la seguía teniendo, ella se ponía el reto de dresayunar mínimo una vez a la semana con él y tratar de cenar 2 veces. Con la ayuda de las terapias de Juls era como lo iba superando poco a poco.

Llevaban dos horas en la consulta Mónica y Juls, cada vez era más terapia y menos platica.

-Tenemos que tocar ese tema, no lo puedes desviar tanto – le regañó su amiga terapeuta.

-Pero ya pasópaso – le dijo – ya el pasado pisado.

-Tienes que cerrar ese ciclo, si no lo haces las heridas todavía van a estar.

-Pero no fue para tanto y él no tuvo la culpa.

-Tienes razón no es para tanto, pero él sí tiene que ver con tu cambio y te lo digo yo que nos conocemos desde niñas, así que si tienes razón, él no tiene la culpa, pero lo tenemos que hablar para que sanes esa parte.

-¿Él no te ha preguntado nada? – le preguntó a su amiga sin verla y volteo a ver a la ventana.

-Ha querido hablar conmigo, pero no quiero hablar con él antes de hablar contigo primero- le contestó.

Mónica suspiró, tomo de su café, esta vez era un americano doble carga sin azúcar y caliente algo que le fascinaba en tardes o noches de frío, pensó un momento antes de contestarle a su amiga.

Leo fue una de las personas masmás importante en su vida desde que nació hasta los 15 años, cuando todo cambiócambio, Matti era como su hermano desde los 7 años vivo con él ya que su tía viva junto a su casa y ella nunca se casó despues de que su esposo murio y cuando su madre se divorció comprócompro la casa junto a donde viva su tía, así que desde los 7 años Matti ella eran como mellizos no se despegabadespegaban solo para ir a la escuela, pero la relación que tenía con Leo y Javier era diferente incluso Isabella, la menor de los navarro.

Sus abuelos eran los mejores amigos nunca tuvieron hermanos ellos eran lo más parecido lo que tenían, pero el padre de Mónica y el Padre de Leo, se llevaban muy bien pero no era la misma relación que tenían los abuelos, pero cuando Mónica nació prácticamente su abuelo estaba loco por ella y siempre la llevaba con ella a todas partes y especialmente con los Navarro. Sus primeros pasos los dio en un rancho que tenían los Navarro y fue directo hacia Leo. Sus primeros balbuceo fue Leo, aunque el que siempre la defendía y estaba al tanto de ella era más Javier, siempre decía juegos de niñas para que ella estuviera cómoda, pero ella era feliz jugando juegos de niños y en cierta formas sentía que Leo lo sabía. La Mamá de Leo siempre quiso tener niña así que adoraba a Mónica y hasta cuando tuvo a Isabela ya grande no le importo quitarle el cariño que le tenía. Así que para Mónica los Navarro eran muy especial en su vida ya que era como su familia por parte de su papá, ya que él no tenía hermanos. Pero la historia con Leo era diferente.

Cosas que nunca cambianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora