Capítulo 7

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Leo no rendía igual en el trabajo, llevaba dos semana sin dormir, desde la presentación tenía insomnio y eso le estaba afectado directamente en el trabajo, cada vez se distraía y empezó a tomar mucho café para resistir sus días.

-Toma te llegó esto – le dijo Perla.

-Gracias – le dijo regresando de la sala de juntas.

Cuando revisó lo documentos se dio cuenta que era los que estaba esperando desde la semana pasada ya que eran los reportes de la obra que se había iniciado. Y le tenían que haber llegado desde el viernes y era martes y apenas los tenían.

-Quien los trajo – le pregunto a Perla.

-El repartidor de la constructora – le dijo.

-Llegan apenas y mal – se quejó.

Al revisarlos vio que eran dirigidos para ellos pero el contenido no tenía nada que ver con la construcción del edificio sino con la un proyecto de diseño de interior de una casa.

-¿Qué quieres decir?– le preguntó su compañera.

-Que no son estos, sí son de la constructora, pero estos son para una remodelación o un diseño de interior de unos tal Pérez.

-¿Que vas hacer?

-Pues mejor voy directamente a la constructora porque de aquí a que llegan va a tardar 3 días mas, voy hablar con mi padre.

Tocó la oficina de su padre para ver si lo podía atender y comentarle el percance sobre los documentos.

-¿porque no le pides a Moni que te los lleve en la noche? – le preguntó su padre.

-Porque no la he visto en la semana y no me contesta los mensaje y he estado tratando de localizar desde el viernes.

-Está bien ve a ver qué sucede. Aunque solo habrá sido un error. Ya después de eso te puedes retirar no tiene caso que regreses.

-Está bien gracias papá.- le dijo Leo y salió de la oficina.

Fue directo a recoger sus cosas, y dirigirse a la constructora de los Velasi, cuando se subió a su auto iba muy enojado con Mónica y todos quienes decían que era la persona más responsable con su trabajo era la primera vez que trabajaba directamente con ella pero no se notaba lo profesional que tanto decían, no llegaba a su casa a dormir en las últimas dos semanas eran contadas las veces que había ido a dormir a su casa y prácticamente no la había visto. Cuando llegó a la constructora fue directo a la oficina de Sebastián ya que era el único que le había contestado los mensajes y sabía que estaba ahí.

-¿Qué onda wey?– le contestó poniéndose de pie y saludándolo con un apretón de manos – toma asiento en que te puedo ayudar.

-hola, con esto – le contestó entregando los papeles erróneos que le habían llegado- se supone que me tenían que haber llegado los avances y las copias de las facturas sobre la construcción desde el viernes pero me llego esto hace como dos horas.

Cuando Sebastián vio los documentos que le habían dado frunció levemente el ceño y no comprendía lo que leía, segundos después se río de una forma como si le hubieran contado algo gracioso lo cual a Leo lo hizo enfadar más.

-¿Que sucede?– le pregunto Leo muy enojado.

-Una disculpa muy grande – le dijo recuperando la postura y viéndolo – te voy a explicar, si está mal lo que te enviaron y si fue culpa de la empresa, pero los avances que tú dices se entregan los días sábados en la tarde o lunes por la mañana, no sé quién te dijo que eran los viernes.

Cosas que nunca cambianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora