Capítulo 8

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Era miércoles Mónica había dormido como nunca, eran las 10 de la mañana estaba muy cansada, llevaba dos semanas saliendo todos el días con sus amigos, ella no es así nunca aunque sus amigos salieran, ella rara vez iba, solo cuando era ocasión especial o que no tuviera trabajo pero sentía la necesidad de hacerlo no quería estar en su casa.

Pero esa mañana era tarde y tenía muchas cosas que hacer y principalmente tenía que terminar tres esculturas y la galería se estaba quedando sin mercancía que mostrar así que tenía el resto de la mañana y parte de la tarde para adelantar lo que más pudiera con su trabajo. Por lo que se paró, se bañó, se puso cómoda y empezó a trabajar.

Dieron las cinco treinta de la tarde y tenía que ver a su amiga Juls en su consultorio, para consulta, su amiga era su psicóloga y era bueno porque se sentía cómoda en contarle sus cosas y que le pudiera dar en punto de vista profesional, pero a veces a Mónica no le gustaba que la psicoanaliza todo el tiempo, pero era su amiga y la quería mucho. Quedó a las seis y como siempre llegaría tarde pero ya su amiga estaba acostumbrada.

-Hola Lili, tengo consulta – saludó Mónica a la secretaria de su amiga.

-Sí, espera un momento ya casi sale de la consulta- le dijo

-¿Me citó antes verdad? – le preguntó.

Ella no supo qué contestar y solo sonrió.

-Bueno voy por un café, quieres uno

-No, gracias – le contesto

-Te traeré un frappe.

Mónica bajó a comprar, pidió un café americano ice doble carga, su favorito en época de calor, un frappe para Lili y un frappe caramelo, para su amiga porque sabía que le gustaba. Cuando subió al despacho vio a su amigo Manuel.

-Hola- dijo ella, se acercó a saludarlo de beso.

-Hola, ¿qué haces aquí?- le preguntó.

-Tengo consulta con tu novia.

-En verdad, yo que tenía ganas de ir al cine hoy, y contigo va a tardar como tres horas.

-Exagerado – le dijo mientras le dio el frappe a Lili.

-y el mío- le exigió.

-No sabía que venias- le contestó.- quieres del mío – le ofreció, se sentó junto al él en la sala de espera.

-Tiene azúcar- le preguntó

-No

-Entonces no, bueno deja que pase a darle un beso y me voy.

-Pues espérala, no creo que tardemos mucho.

-no, mejor les doy tiempo, pero qué onda te desapareciste este fin, fuimos a tu casa y no estuviste.

-Esta Mati en la ciudad y eh andado con él estas últimas semanas.

-Sí, nos dijo Leo que no te había visto y que casi no ibas a dormir a tu casa.

-sí, me la viví de salida en salida, pero ya vi que eso no es para mí. Ya ves cómo se pone cuando llega

-yo pensé que por fin ya habías tenido novio o algún ligue.

-después de lo que pasó, no gracias estoy bien así.

-no todos, son iguales – dijo su amigo.

-Hay peores- le contestó.

-Exagerada- le dijo – pero bueno que te dio por salir mucho, ni es tus peores momentos salías tanto. Y lo que me duele es que no me dijeran.

-No le sé, solo me dieron ganas – dijo ella moviendo los hombro. Aunque sabía por qué lo había hecho y no pensaba decírselo a él. - y están de nenas de que tienen trabajo no se hagan.

Cosas que nunca cambianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora