Abel besó a Isadora con mucho amor- te amo tanto- dijo con una sonrisa.
Isadora se acercó más a él y besó sus labios con delicadeza- gracias por hacerme tan feliz.
Abel bajó la mirada- te metí en este mundo de mierda.
Isadora lo calló con un beso- sé dónde estoy metida, pero me da igual Abel- dijo con una sonrisa- todo me vale si estoy contigo- dijo mirándolo- y quiero seguir a tu lado siempre.
Abel la recostó en la cama y no dejó de besarla, necesitaba sentirla suya, necesitaba olvidarse de todos los problemas, necesitaba paz, y esa la tenía al lado de su esposa.
María suspiró y miró como Ulises dormía a su lado, se puso en pie y salió del cuarto con nerviosismo, sus recuerdos la estaban matando y se estaba aferrando tanto a vivir, que necesitaba escapar de alguna forma.
- ¿Qué haces despierta?- preguntó Juan David sentado en la cocina.
- No pude dormir- dijo la rubia sentándose a su lado- ¿tú me quieres?- preguntó la chica mirándolo.
Juan David asintió con la cabeza- eres mi hermana.
María suspiró- ¿no echas de menos a madre?
Juan David soltó una bocanada de aire, nunca hablaban de ella- ¿por qué preguntas eso?- preguntó nervioso.
- No sé- dijo la rubia cogiendo el cigarro de su hermano- sólo que me acordé y ya- dijo dándole una calada- nunca se acordó de nosotros.
- Tal vez tuvo miedo de volver- dijo sincero- madre quiso escapar.
- Por eso te quiero tanto- dijo la chica con una sonrisa- tú fuiste mi único apoyo, junto con padre.
Juan David se tensó- él no es nuestro padre- dijo serio.
- Él estuvo con nosotros cuando madre se fue- dijo molesta- él sí nos quiere Juanda.
- A alguien que quieres no le dañas- dijo enfadado- alguien que es importante para tí, no le haces lo que él hizo con nosotros.
- No nos hizo nada malo- dijo María confusa- él se preocupó, tú me alejaste de él.
Juan David negó con la cabeza- no quiero hablar más, buenas noches.
Juan David entró a su cuarto y se sentó en el suelo, mientras todo permanecía a oscuras, sentía los ojos pesados y la cabeza le iba a estallar.
- ¿Qué juegan?- preguntó el pequeño entrando al cuarto de su padre.
En seguida, Gonzalo se subió los pantalones y tapó a María- lárgate- gritó molesto- no pintas nada aquí.
María permanecía con los ojos llorosos- papi me quiero ir con mi hermanito- dijo la niña triste- me duele el cuerpo.
Juan David miró a su pequeña hermana sin ropa, con el pelo removido y su cuerpo rojo, sintió mucha ira y con rapidez empujó a su padre y cogió a su hermana- eres un desgraciado- dijo molesto tapando a su hermana.
- Estábamos jugando- dijo riendo- ¿cierto mi bebé?
María asintió con la cabeza mientras sentía miedo- sí- dijo con un sollozo.
María seguía sentada pensando, debía ser rápida, se acercaba el día y pronto, Emilia ya no estaría en las vidas de ninguno, nadie iba a volver a tener a Emilia en su vida, nadie más le iba a quitar el puesto.
Emilia era amiga de todos, y eso la molestaba, era idéntica a su madre, y sentía odio por el abandono de su parte, nunca se preocupó por ella y todo lo que su padre le hizo creer, así que su odio hacia Emilia, se intensificó.
ESTÁS LEYENDO
Gritos Del Corazón
FanfictionDespués de que ambos se dijeron lo mucho que se amaban, y que estarían juntos por siempre, Emilia y Claudio deberán empezar una nueva etapa en sus vidas, la Universidad. Claudio en Valle y Emilia en Ciudad de México, y todos sus sentimientos a flor...