— Bien Claudio, es bueno tener apoyo— miró a Emilia con una sonrisa— tu esposa es de gran ayuda.
— Mi familia es mi fuerza— dijo tomando la mano de su esposa— y por mí y por ellos, quiero recuperarme, y ser un nuevo Claudio.
— Bien, entonces, tendrás terapia ocupacional cada miércoles y viernes, y tendrás cita conmigo cada quince día— Claudio asintió— de esta forma, no tendrás que volver al centro— sacó una sonrisa— iré a por los ficheros para tomar nota y tus datos para las terapias, con permiso.
Cuando Amaya salió del despacho, Emilia se giró y tomó el rostro de su esposo entre sus manos— gracias— dijo en un susurro— por ser el hombre más perfecto del mundo, y te amo— dijo riendo, se unieron en un tierno beso— sabes que estaremos contigo en todo momento.
— Nunca me cansaré de vos— dijo besando su mano— vos, Martina, el bebé, son todo para mí y no me perdonaría nunca si les vuelvo a herir.
— Clau, amor, eso ya pasó— dijo con una corta sonrisa— el pasado pisado, ahora debemos centrarnos en el presente y futuro— suspiró— y decidir el nombre del bebé principalmente— ambos rieron.
Después de varios minutos, Claudio completó toda la información necesaria y tomó nota de los horarios de las terapias y la cita con Amaya, a las cuales vendría solo por petición propia, pero a las citas con Emilia. Salieron cogidos de la mano mientras daban un ligero paseo por las calles de Ciudad de México; mientras buscaban el regalo perfecto para su ahijada, que sería bautizada en el fin de semana.
— Tengo miedo de ser una mala madre— dijo Emilia con mala cara— que mi bebé me odie, que Martina lo haga también, yo…
— Amor amor— cogió sus manos— sos una madre maravillosa, ve a Marti, la sacaste adelante sola amor, y eres la mejor, nuestro bebé va a estar orgulloso de su mamá.
— Y de su papá también— dijo acariciando su mejilla— amor— hizo un puchero— ¿y si te digo que tengo antojo?
Claudio soltó una leve carcajada— ¿qué desea mi hermosa esposa?
— Patatas con mermelada— dijo con la boca hecha agua, mientras Claudio ponía mala cara— no pongas esa cara, por favor, estarán deli.
— Si usted lo desea señora de Achaga— cogió su mano y pusieron rumbo a su nueva casa— sabes, me gusta consentirte— dijo riendo— y con el embarazo estás más tierna, aunque ya lo sos, pero tu panza, es todo maravilloso.
— Quieres más hijos, ¿cierto?
— Algunos— rascó su ceja— ¿cuatro más?
— ¿Cuál es la obsesión de los hombres en tener muchos hijos?— preguntó curiosa— hace nada nació Maca y ya León quiere que Machu se embarace de nuevo— rieron— además, que Manu me contó que Silverio quiere tener un hijo.
— Lo sé, me dio detalles— puso mala cara— lo bueno es que nosotros tenemos ventaja, tenemos dos— dijo feliz— entonces, ¿papas con mermelada?
— De fresa— completó, entraron a la casa y Claudio ayudó a Emilia a acomodarse en la sala con muchas almohadas— ya Claudio— dijo divertida— no me voy a romper, ve a preparar las papas, muero de hambre— él la miró, besó su frente y se metió a la cocina— Claudio— gritó.
Claudio salió desesperado al oír el grito de su esposa— ¿qué pasó?— comenzó a inspeccionarla con temor— ¿qué te duele?
Emilia soltó una carcajada y cogió su mano— se me olvidó decirte que te amo— él dejó salir todo el aire y sacó una sonrisa tonta— te amo— y besó su mejilla.
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Gritos Del Corazón
FanficDespués de que ambos se dijeron lo mucho que se amaban, y que estarían juntos por siempre, Emilia y Claudio deberán empezar una nueva etapa en sus vidas, la Universidad. Claudio en Valle y Emilia en Ciudad de México, y todos sus sentimientos a flor...