Capítulo 4

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2 De Mayo De 2016. A las 12:40 p.m.

Los toques de la puerta me hicieron levantar la vista de aquel libro de anatomía que había comprado hace no más se quince días.

–Adelante.- Hablé fuerte mientras ponía el separador en la página que me había quedado.

No escuché ningún comentario alce la vista del libro viendo aquella castaña más delgada de lo normal. Me levanté del asiento haciéndole señas que tomara asiento.

–Te mandé a llamar porque lo que te diré es muy...– Tomé un suspiro. – Delicado, Soph.

Desde hace un mes Sophia y yo nos hemos llevado bastante bien, me divertía estando con las hermanas Smith. Cuando no tenía mucho trabajo iba al pabellón de Katy o iba con Soph a tomar un café a unas cuadras del hospital.

Aquellos gestos que ella hacia me daba a entender que sé estaba imaginando lo que iba a decir.

–El cáncer poco a poco se ha ido fortaleciendo... –Tome sus manos entre las mías siento el temblor de sus dedos, sus lágrimas caían por sus mejillas llenándolas de rimel.

–¿Se... Se va a morir pronto? –Negué viéndola fijamente, me había encantado siempre verla a las ojos aquel color que ahora estaba apagado.

–No te mentiré... Sí dejamos de avance, bueno... Tenemos que subirle las dosis de las quimioterapia, sólo así la iremos sobrellevando. –Comente levantandome del asiento, rodeó el escritorio habiendo que se le levanté y la pueda envolverla en un abrazo.

–Tengo miedo, Lim... Es lo único que me queda y perderla sería perder mi mundo completo. –Su llanto de escucho en aquellas cuatro paredes, la apreté más contra mí.

–Escuchame Soph... –Tome sus mejillas dejando que si rostro este casi al frente de mí. –Haremos lo imposible porque Katy éste bien y sobre todo tenga esa sonrisa de la cuál atrapa hasta la personas gruñona, ¿Sí?

Aquel asentamiento de cabeza me hizo sonreír viendo como ella me devolvía el gesto. Limpié sus lágrimas con mis pulgares, bajé mi vista a sus labios rosados y un poco partidos.

No era bueno aprovecharse de situaciones como estás pero tenía la necesidad de besar aquella boca pequeña.

Levanté mi vista a sus ojos, viendo como tenían una pequeña pizca de brillo o tal vez era yo que lo estaba imaginando. Sin pensarlo dos veces más, me acerque a sus labios presionando los míos.

Moví de ellos lento saboreando lo salado de sus lágrimas, se sentía tan bien, eran suaves y cálidos. Lleve mis manos a sus caderas sonriendo en el beso alejándome dejando antes un pequeño beso.

La ví aún con sus ojos cerrados, las lágrimas ahora estaban secándose en sus mejillas, pase mis dedos quitando aquel rastro.

–Yo... Perdón, Soph... No... –Aquella oración quedo en el aire cuando sus dedos ya estaban sobre mis labios.

–Shhh, no digas nada... No ahora, Lim. –Asenti cuando el par de ojos estaba viendo con calidez, aquella mirada me hacía sentir que había hecho lo correcto.

Un golpe en la puerta nos hizo sobresaltar, solté una risita burlona llendo a la puerta abriendo con una sonrisa. Pero aquel gesto desapareció cuando ____ estaba enfrente de mí.

–Hola mí amor... ¿Estás ocupado? –Abri mi boca para decir algo pero su empujón y ella ahora adentro me hizo cerrar de nuevo mi boca. –¿Y tú eres? –Le preguntó mirándola de arriba abajo.–

–____, estoy ocupado. No seas grosera y ella es familiar de una de mis pacientes. Es Sophia Smith, Soph ella es mi esposa. –La desalineada chica estiró su mano, la cuál fue aceptada sin ninguna pizca de amabilidad.

–Mucho gusto señora... Doctor, gracias por no dejar a mi hermana sola. Con permiso... –Y sin más salió del consultorio, gire mi vista viendo a 'mi esposa' con aquella sonrisa cínica.

–¿A qué venías? –Su sonrisa cayó, grave error. Trague en seco cuando estaba tan cerca de mí, estaba seguro que iba a darme un golpe.

–No puedo visitar a mi marido. –Dijo entre dientes, era más una afirmación que una pregunta. Asentí viéndola.

–S... Sí. –Su mano fue a parar a mis mejillas apretando de ellas.

–Sabes que odio que me contestes como un retrasado, ¿Verdad? –Sus uñas estaban haciendo presión en mi piel. Sentí como algo caliente bajo por mi mejilla derecha. –Hoy te quiero en casa temprano, me importa un bledo si tienes trabajo o no.

–Si, mi amor. –Unas palmadas en mi mejilla izquierda me hizo cerrar el ojo.

–Limpiate eso, que asco que sea tan delicada tu piel. Nos vemos en la noche, mi amor. –Un beso en mis labios, un choque en mi hombro para hacerme aún lado y el sonido de la puerta en un azote.

Lleve mis dedos a mí mejilla viendo como estos se habían machado de sangre, una lágrima y otra fueron cayendo a la palma de mi mano.

Fui al baño de mi consultorio, agradeciendo porque no iban a verme. Observe el rasguño, las lágrimas mojaron mis mejillas. Saque el botiquín curando la herida, fijé mi vista en mis labios pasando la yema de mis dedos.

Aquel beso de Soph seguía presente en mis labios, solté un suspiro sonriendo viendo mi reflejo en el espejo.

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Jelou! Bueno nuevo capítulo, esperó que les guste.

Sigan leyendo. Todo el amor M.

ES CAPITULO DE FELIZ NAVIDAD AHHHHHH. 🎄🎁

Espero que se la hayan pasado muy bien en compañía de sus seres queridos.

Ella Me Golpea A MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora