15 de Julio de 2016. A las 13:07 p.m.
Hoy por fin tendría vacaciones, además de qué sería, ya, un fin de semana. Salí temprano del hospital pues no me había sentido bien los últimos tres días. Me sentía cansado y sin ningún ánimo.
Desde aquella noche qué tuve la discusión y qué recordaba perfectamente cada palabra, Clariss había querido hablar conmigo pero siempre la evitaba o decía qué no tenía tiempo.
No tenía ganas de hablar con ella o discutir, las noches qué he llegado ella ya estaba en casa a veces tenía la cena lista y yo simplemente no la tomaba en cuenta.
Lo qué hacía era irme al despacho con alguna escusa de trabajo o cuándo en verdad moría de hambre comíamos en silencio ninguno omitia alguna palabra, cuándo ella quería hacerlo me llegaban mensajes de emergencia o preguntas, me levantaba de la mesa y me iba de ahí sin decirle alguna palabra.
Se sentía raro verla en aquel modo, pues había pasado tanto tiempo de no tenerla en casa me había acostumbrado a la soledad y esperarla todas las noches se volvia un tipo de pasatiempo.
Me llegaba incomodar el saber qué tuviera aquellos detalles, de los qué sentíria cálidos, pero sentía qué los hacía para tenerme "fellz". Cosa qué no ya no pasaba, pues ya me había acostumbrado tanto a su ausencia qué tenerla dentro de casa era cómo sentir qué estaban invadiendo mi vida.
Todo era confuso ahora.
Estacione el auto y baje, quería ver a mi familia, quería sentir ese calor hogareño, quería ver a mi perro, quería recordar cuándo deje aquel pueblo para venirme a la ciudad.
Al entrar pude sentir el olor de comida inundar mis fosas nasales, frunci mi ceño, camine hasta la cocina viendola de espaldas cantando una canción de Frank Sinatra.
Me alejé de ahí viendo la hora pues tanto ella cómo yo, jamás llegábamos a esa hora, siempre era muy noche, cuando yo tenía guardias no estaba en casa, y cuándo no mi hora de salida eran a las diez. Y ella... Ni siquiera sabía sus de sus horarios.
Llegue a la habitación sintiendome abrumado por la noche de hace ocho días, mi vista fue a dar a lado de dónde duerme, justo en su mesita vi la foto recargada sobre la lámpara.
Sentí un gran sentimiento de tristeza de ver cómo conservaba aquellas dos fotografías, mi duda era del por qué no las tiro, se suponía qué me odiaba tanto qué tener un recuerdo nuestro era más qué confuso ahora.
Cerré mi maleta una vez qué terminé ee empacar, tomé mi chaqueta, pude escuchar su voz llegar a mís oídos.
—¿A dónde vas?- Su tono era preocupado.
—De vacaciones a casa... Regresó dentro de quince días.- Bajé la maleta de la cama, me gire viendola, me veía curiosa y sonrió.
Había sonreído, aquella sonrisa de la cual me enamoré estaba ahí presente, trague reprimiendo todas las emociones y las inmensas ganas de llorar.
—Pero estás en casa...-
Sonrió y yo negué, pude ver cómo su rastro cambió en un segundo a sorprendido, lo cambió tan rápido a cómo lo tenía antes en forma cálida, no dije nada mantuve mi vista sobre sus ojos.
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Ella Me Golpea A Mi
Fiksi PenggemarDespués de tres años de casados, ella... Se mostró diferente. Yo nunca la golpeé, ya que mi familia me enseño a respetar a las mujeres. Ella me empezó a insultar y a golpear, como si ella fuera él hombre y yo la mujer. Dirán que soy mandilón, pero...