Maratón 2/3
24 de Junio de 2016. A las 02:05 a.m
Me removí cuando el dolor en mi cara empezaba hacerse presente, busque en la cama mi celular observando la hora, solté un suspiró pesado pues apenas llevaba tres horas de haberme tomado el medicamento.
Como pude me senté en la cama observando tras la ventana la noche estar presente, abracé contra mi pecho una almohada.
'—Mi amor, no sabes cómo te extrañé.- Unos brazos rodearon mi cuello por lo tanto sonríe inconciente.
—Te extrañé aún más, sobre todo porque tu calor me hace sentirme en casa.- Besé sus labios lento dejando que un suspiro se escapará.'
Aquel recuerdo llegó a mi mente, tragué para no llorar pero me era imposible no hacerlo.
Me levanté de la cama llegando hasta la ventana donde pude ver el jardín ser lumbrada por la luna, justo ahora ahora así me sentía mi vida apagada y sólo una luz podía ser por mis pacientes.
'—No sabes cómo estoy feliz de que tengamos estás mini vacaciones y tenerte solo para mí.- Escuché una risa burlona sonríe pues sus labios llenaron mi rostro de besos.
—Eres un bobo, pero te amo mi dulce amor.- Comento una castaña bastante divertida.'
Negué quitando una lágrima bajar por mí rostro, la amaba demasiado pero también sabía que me hacía daño.
Regresé de nuevo a la cama tapando mi cuerpo con la colcha y quedarme dormido recordandola en mis sueños.
Escuché el estruendoso sonido de la alarma, me removí maldiciendo pues me pase a traer mi nariz. Abrí mis ojos observe la hora tres y cinco minutos, había dormido una hora.
Volví a pararme de la cama, gruñi cuando había olvidado traerme el medicamento a la habitación tenía que bajar a la cocina de nuevo.
A paso lentos bajé, me dolía las mejillas, la frente y un poco de mi labio. Estaba seguro que debería estar un poco inflamado todo, continúe hasta llegar a la cocina.
Tomé de la pastillas cerrando mis ojos pues aún podía sentir el sabor a fierro en mi garganta, escuché un par de pasos sabiendo perfectamente quién era.
—Pensé que alguien se había metido a la casa.- Escuché su voz tras mis espaldas, negué sin hablar ni si quiera sabía que decir.
—¿Tienes hambre?- Comentó, frunci el ceño pues esperaba otra reacción suya.
Ahora que lo pensaba no había comido desde la tarde ayer, por lo tanto sentí un tirón en mi estómago. Volví a negar, aclaré mi garganta sin girarme.
—No, bajé por un vaso con agua.- Dije firme mordiendo mi labio para no llorar.
No escuché respuesta por lo que sentí mis hombros liberar la tensión, estaba por girarme cuando sentí sus manos pasando por mis brazos. Cerré mis ojos con fuerza, su toque me quemaba.
—¡¿Pero qué mierda?!- Tomó mi rostro, di un gruñido junto una queja de dolor. —¿Quién te lo hizo?
Tú. Estaba por contestarle, pero simplemente quite sus manos de mi rostro. Caminé hasta el lava platos dejando el vaso ahí.
—Me caí, nada del otro mundo.- Grave error Payne, mi subconsciente me regaño.
—Sí qué eres un maldito imbécil.- Apesto mirándome de arriba abajo, cambiando rápidamente la mirada que hace unos segundos había expresado.
No respondí y escuché su caminata desaparecer, trague dejando que la primera lágrima saliera. Sintiendo como aquel vacío se abría paso de nuevo en mi pecho.
Tome la caja de pastillas guardándolas en mí pantalón dándome cuenta que ni siquiera me había cambiado de ropa. Subí hasta la habitación de huéspedes y así poder sacar una muda ropa.
Saque un conjunto de ropa deportiva empezando a ponerla sobre mi cuerpo, tomé mis llaves junto con mi celular. Bajé con cuidado hasta salir a la cochera donde prendí mi auto y salí de ahí.
No quería llorar, no quiera deprimirme por sus palabras debería de ser fuerte pero no podía, siempre había un maldito pero en mi vida.
Llegué hasta el hospital llevándome consigo algunas miradas curiosas, no saludé y tampoco levanté la mirada en mi trayecto hasta mi consultorio.
Cómo si estás cuatro paredes me fueran a proteger de todo lo malo que tenía, me senté en el sillón de dos plazas. Observe tras la ventana la ciudad con pocos carros ser transitados, suspiré quitando sus palabras hirientes.
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HOLA BEBÉCITOS.
Primero que nada deje de subir porque me enferme de dengue así que bueno estuvo fuerte la cosa.
Sigan disfrutando de los capítulos, los quiero mucho ♥️
Comenten, como les va pareciendo la novela.
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Ella Me Golpea A Mi
FanfictionDespués de tres años de casados, ella... Se mostró diferente. Yo nunca la golpeé, ya que mi familia me enseño a respetar a las mujeres. Ella me empezó a insultar y a golpear, como si ella fuera él hombre y yo la mujer. Dirán que soy mandilón, pero...