Capítulo 11

795 37 24
                                    

Manigoldo nos llevó hasta su casa era una casa realmente enorme diría que era el doble de grande que la de Minos, Manigoldo nos guía hasta nuestra habitación yo le había pedido que quería compartir habitación con mi hijo pues no quería dejarlo dormir solo en una casa que no conocía.

- esta será su habitación espero que sea de su agrado.

- es hermosa- dijo Albafica dejando sus maletas en la cama- muchas gracias Manigoldo, pero creo que es mejor que regrese con Minos.

- ni hablar, no volverás con ese loco.

- pero Manigoldo, tu no conoces a Minos el hará todo lo posible para encontrarme y cuando lo haga estará muy enojado.

- es por eso que no quiero que vuelvas con él, no quiero que te lastime.

- nada puede apaciguar la ira de Minos, tu no lo conoces cuando se enoja él es capaz de cualquier cosa.

- Albafica sé que le tienes miedo a Minos, pero si no te alejas de el por ti entonces hazlo por tu hijo.

Manigoldo tiene razón si no me alejo de él por mi tengo que hacerlo por mi hijo, veo a mi pequeño y está saltando en la cama de la emoción, no puedo evitar sonreír ante ese acto ya que con Minos mi pequeño no podía divertirse, solo espero que Minos no nos encuentre.

- Manigoldo gracias por todo.

- descuida, desempaquen y más tarde bajan a comer.

Comencé a desempacar las maletas con la ayuda de mi hijo, guardamos todo en su lugar una vez que terminamos, bajamos hacia la cocina solo para ver a Manigoldo con un delantal preparando la comida, he de admitir que se vea realmente sexy, ya que sus brazos musculosos resaltan con el vapor que salía de la cocina.

- ya terminaron de desempacar.

- si ya terminamos, no sabía que podías cocinar.

- vengan siéntense y coman.

Akemi y yo nos sentamos en la mesa y comimos lo que Manigoldo nos preparó, he de admitir que nunca había probado una comida tan rica como esta.

- esta comida está sabrosa- dijo Akemi- ne mama, esta comida está mucho más rica de la que comíamos con mi papa.

- ¿cómo así?- preguntó Manigoldo- ustedes no comían nada con Minos.

- Akemi hijo no reveles nada.

- pero mamá es la verdad- dijo Akemi mirando a Manigoldo- mi papa solo nos dejaba las sobras y a veces hasta nos hacía comer comida pasada, el solo se quedaba lo más rico, siempre era el quien comía antes que nosotros...

- ok creo que ya escuche bastante, mejor coman y luego se van a dormir deben estar muy cansados.

Durante toda la cena el ambiente se sentía muy pesado, terminamos de comer y mi hijo y yo nos fuimos a nuestro cuarto a dormir, sin embargo yo no podía dormir ya que estaba muy preocupado por Minos, no sé por qué pero tenía una gran necesidad de volver con él, después de todo yo soy su omega y el deber de todo omega es estar al lado de su alfa en todo momento.

- ¿qué voy a hacer?

- mami ¿qué sucede?

- nada cielo vuelve a dormir- dijo Albafica arropando a su hijo.

- mami podemos quedarnos aquí para siempre.

- ¿por qué lo dices no extrañas a tu papa?

- él es muy malo contigo, en cambio Manigoldo es muy amable contigo quiero quedarme con él para siempre.

Un Omega en un mundo AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora