N ú m e r o s

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-¿Sigues haciéndote líos por eso? Ya olvídalo.
El agua cayó sobre el cúmulo de platos del lavatorio y Nine se giró sobre sus talones, sosteniendo la esponja húmeda sobre sus manos con nerviosismo.
-No, Joong, no debiste haberle dicho nada. Ahora que lo sabe, se lo dirá a tu hermana y tu madre creerá que la he traicionado... -insistió con el rostro fruncido en una mueca de desesperación.- Ella ha sido muy buena conmigo y no es justo, no es justo y tengo miedo de pensar cómo se sentirá.
Sus ojos se encontraron con los de Joong y este rompió en carcajadas, secándose el cabello como si nada hubiese pasado.
-No le veo la gracia, Joonie-Nine se volvió hacia el lavatorio, tomando un nuevo plato y humedeciendo toda la esponja en detergente.
-No le dirá nada a nadie, te lo aseguro. Es muy marica como para decir algo.
-Pero pensará muchas cosas de mí y no me volverá a hablar.
Joong se movió hasta su lado y le quitó la esponja para luego hacerlo a un lado y empezar a refregar el primer plato del desayuno con fuerza.
-Claro que no se atreverá a acercarse más a ti, porque ahora sabe que eres mío. Y nadie toca lo mío.
Pasó el plato espumoso sobre agua y observó el reflejo de Nine en el espejo de uno de los reposteros, viéndolo removerse con nerviosismo y suspirar dos veces.
-Que no se lo dirá a nadie, quita ya esa cara. Si hubiese querido decirlo, ya todo el mundo se habría enterado a esta hora, ¿no crees?
-Ah, Joong, no sé qué voy a hacer.
-Quitar esa cara y ponerme una de esas sonrisas bonitas que siempre pones.
El menor se encogió y no pudo evitar sonreír, aunque su sonrisa no brilló como antes.
-Pero si tu familia se entera...
-No hablará, Joonie , no hablará. Además, debería agradecer que no lo maté allí mismo. Mira que venir con esos dos papeles de cine y decirte todas esas estupideces... Debiste haber visto la cara que puso. Semejante imbécil.
Dejó el último de los platos y se volteó, caminando hacia él para tomarle del brazo y tirar de su cuerpo hasta aproximarlo todo lo posible al suyo, sintiendo la calidez de su aliento acariciar su rostro y sus brillantes ojos mirarle con inquietud.
-Ya deja de preocuparte y ven y bésame de una vez.
Sus labios se entrelazaron con los suyos y logró saborear su calidez y sentir la suavidad y dulzura de su boca, que siempre removía algo en su interior y le calaba los nervios. Su cuerpo, sus labios, su boca, siempre serían su lugar favorito para estar; incluso aunque intentara luchar contra eso. En realidad, era inútil luchar contra eso, porque era más fuerte que un maremoto y un terremoto juntos. Se separó y lo vio descender la cabeza y sonreír, un poco más convencido y seguro. Regresó al lavatorio y quiso cerrar el grifo, pero la figura de su madre junto a la puerta le dejó tieso. ¿Todavía estaba en casa? Qué novedad.
-Joong , cielo -dijo, luciendo emocionada y frunciendo el ceño al mirar todo su alrededor.- ¿Lavando los platos? Tienes visita, así que deja eso.
¿Visita?
La esponja se le cayó de las manos cuando la castaña con shorts rasgados y camiseta corta apareció con dos bolsas prendidas de sus manos, sonriendo.
-Vengo a hacer el almuerzo hoy, Joonie. He comprado todo lo necesario para hacer espagueti, tu plato favorito -dejó las bolsas sobre la mesa, mirándole con una sonrisa fingida, mientras empezaba a sacar bolsas más pequeñas de su interior.- Salsa de tomate, fideos, verduras...
-Qué amable de hacer todo eso, Sorn . No sabes lo alegre que me pone que vengas a compartir tiempo con nosotros. Déjame, te ayudo a sacar las cosas. Joong, cielo, sé amable, ven échanos una mano.
Nine echó una mirada a Joong, quien miraba todo sin moverse o decir nada, y se apresuró a acercarse para ayudar a sacar las cosas de las bolsas, pero al colocar sus manos sobre la primera, la muchacha lo empujó y le arrebató las cosas de las manos, haciéndose la desinteresada.
-¿Cocinas en tu casa? -la mujer preguntó, ayudando con mucho entusiasmo.
-Sí, lo hago casi siempre.
-Mi Joong se está sacando la lotería con alguien como tú.
-No, soy yo la que se siente alegre de estar cerca de él. Usted no tiene idea de la cantidad de personas que lo siguen... -soltó una risa y se arregló el cabello con rapidez.- Creo que debo cuidarlo muy bien.
La señora rio un tanto, juntando todas las bolsas en un bollo y dejándolo en el tacho de desperdicios. Nine colocó las verduras en un recipiente y se acercó al lavadero, abriendo el grifo y dejando que el agua cayese, pero fue empujado de nuevo.
-Muévete y no estorbes -susurró la muchacha, todavía riendo y encargándose de lavar cada una de las verduras.- Vamos, muévete y no me estorbes.  
Joong siguió observando en silencio cómo reían y hacían garabatos con la comida, echándole un montón de cremas y estupideces. Por un momento, se había olvidado de que esa tipa era también uno de sus últimos problemas. En realidad, cuando estaba con él se olvidaba de todos los líos que le jodían la cabeza. Sus ojos se centraron en Nine y en la forma en que estaba inmóvil en medio de la cocina.
-Está hirviendo ya, ¿quieres que eche los fideos, Sorn?
-No se preocupe, déjeme hacerlo a mí. Usted solo siéntese, que ya casi está.
Su madre siguió riendo y se acercó a traer los platos, moviéndose como si estuviese teniendo uno de los momentos más alegres de su vida, y dejó cuatro platos sobre la mesa, los cuales fueron rápidamente embutidos de fideos y salsa roja.
-Joong, hijo, ve a sentarte y ya te llevo tu plato, ¿sí?
Se quedó viendo cada uno de los platos y su mirada se volvió más oscura.
-¿Cuál es mi plato? -lanzó, tomando cualquiera de ellos.- ¿Es este?
La mujer asintió con una sonrisa, para nada esperándose lo que sucedió después. Joong agarró el plato de espagueti y lo abalanzó contra el tacho de basura, tomando a Nine fuertemente del brazo, mientras este se sobresaltaba enseguida.
-¡Joong, santos cielos!, ¿qué te sucede?
-Me largo a estudiar con Nine-señaló y tiró de su brazo con brusquedad hasta las escaleras.
Las subió con rapidez, sin soltar su brazo en ningún segundo, sintiéndolo estremecerse e intentar decir palabras que no salían de su boca. Se metió en su dormitorio y cerró la puerta de un golpazo una vez que estuvieron dentro. El menor cerró los ojos, tragando en seco;  su corazón latía apresurado nuevamente.
-¿Por qué tiraste el plato...?
-Porque no pienso comerme eso.
-Joong, no debiste hacerlo, ve y pide disculpas...
Exhaló con desinterés y se dejó caer sobre su cama, encogiéndose de hombros.
-No pienso comer la porquería envenenada que ha hecho, me va a matar.
Nine volvió a tragar en seco, aunque no pudo evitar que los extremos de sus labios se curvaran en una sonrisa, que desapareció cuando las ideas de la gravedad de la situación volvieron a irrumpir su mente y le punzaron el corazón.
-¿Qué quieres que estudiemos o que te explique?
Joong se echó a reír, observando cada una de sus expresiones.
-Nada, lo dije para salirnos de ahí.
-Oh, no, Joonie, tú has dicho que íbamos  a estudiar y tenemos que estudiar.
-Al diablo el estudio, ¿tú crees que teniéndote al frente, voy a perder el tiempo estudiando?
Arqueó una ceja cuando vio que Nine se dirigía hacia su mochila y sacaba todos los cuadernos y libros de su interior, revisando cada uno con desconcierto.
-¿Por qué tienes el cuaderno en blanco, Joonie ? ¿No haces apuntes?
-No - respondió, viéndolo tomar uno de los libros de matemática y unos cuantos lapiceros.- Igual aprobaré, el director conoce a mi padre...
-Esto es fácil, ¿quieres que lo hagamos juntos?
-No, Nine, no tengo interés en eso.
El menor suspiró con un rayo de entusiasmo iluminándole el rostro de nuevo y corrió hacia su lado, sentándose sobre la cama y abriendo el libro en una de las últimas páginas.
-Solo tienes que pasar estos números a la derecha y multiplicarlos por el total. Por ejemplo, todos los que están aquí... pasan para aquí y luego, los multiplicas y te queda 64, ¿entendiste o quieres que lo repita otra vez?
Joong lo quedó mirando con un intento de seriedad.
-¿Por qué mejor no me besas?
El muchacho soltó una risita y apuntó el ejercicio con el lapicero, dando toques sobre la hoja.- Haz tú el siguiente -murmuró y Joong le quitó el lapicero y el libro de las manos, echándole un vistazo a los terribles números entreverados con símbolos de los que no comprendía nada en absoluto. Todo parecía en otro idioma.
-¿Si lo hago, te dejarás besar? ¿Un beso por ejercicio?
Notó que Nine se quedaba pensando y finalmente asentía, suspirando.
-¿Sí? Me parece un buen trato. Son treinta y cinco horribles ejercicios y los acertaré, ya verás, todo por ti. 
El menor se echó a reír con la misma ilusión de siempre y él no pudo evitar reír también. Ni siquiera podía creer sus propias palabras, así como tampoco podía creer que estuviera disfrutando mientras resolvía matemáticas y ese tipo de cosas, riéndose mucho; incluso cuando estaba rodeado de problemas y presentía que esos problemas, no le traerían ninguna buena consecuencia.

HOLAAAAA AMORES, YA LLEGÓ POR KIEN LLORABAN😎 ok no
Espero y les guste mucho este capítulo 🥺💗
Por cierto ¿ya vieron UWMA? A mi me encantó se me hizo una serie sup original, las escenas de la serie están grabadas en una forma muy distinta y los personajes son muy originales me gusto mucho🥰
PREM ESTA PRECIOSO🥺💗

 HOLAAAAA AMORES, YA LLEGÓ POR KIEN LLORABAN😎 ok noEspero y les guste mucho este capítulo 🥺💗Por cierto ¿ya vieron UWMA? A mi me encantó se me hizo una serie sup original, las escenas de la serie  están grabadas en una forma muy distinta y los p...

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Inocencia Pasional (Joongnine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora