D í a D

712 93 19
                                    

-Ruego un minuto de atención, por favor.
La multitud levantó la cabeza al mismo tiempo y se acercó, copas en mano, al centro de atención, todos exhibiendo la sonrisa más brillante que tenían. Joong siguió en el mismo lugar en el que se encontraba hace más de cuarenta minutos, observando quieto cómo sus padres se paseaban a sus costados, riéndose con sus mejores trajes, empujándolo hacia personas que nunca antes había visto en su vida. Observó la forma en que la castaña de vestido corto y despampanante caminaba meneando sus refinadas joyas hacia su lado y su padre tomaba el micrófono con la misma confianza y petulancia de siempre, siendo enfocado por todas las cámaras de las revistas sociales más importantes de la ciudad.
El micrófono lanzó un sonido agudo antes de que su voz se escuchara.
-En primer lugar, agradecemos a cada uno de ustedes por encontrarse acá, acompañándonos en un momento tan importante como este. No tengo muchas palabras para decir, solo sé que estoy demasiado orgulloso de lo que se anunciará el día de hoy. Ver la forma en que mis hijos han ido creciendo en todo este tiempo y pensar que ahora son todos unos adultos que están a punto de consolidar su vida me hace sentir un orgullo de esos que no se pueden describir con palabras. Pero bueno... -una sonrisa de satisfacción rellenó su cara y su cuerpo se irguió por completo.- ¿Lo dirás tú, hijo?
Su voz lejana apenas logró tocar sus oídos. Era como si se encontrase ahí, pero a la vez estuviese muy lejos, tan lejos que todo le resultaba irreal, falso, ilusorio. Sus negros ojos se perdieron a través del enorme gentío, moviéndose entre las mujeres sonrientes y los elegantes ejecutivos, analizando todos los rostros desconocidos, deslizándose por las mesas y cada rincón del gigantesco patio.
Hasta que finalmente lo encontró.
Allí estaba él, sosteniendo una bandeja en medio de algunos ancianos, haciendo un esfuerzo por levantarse sobre las puntas de sus pies.
-Joong-la susurrante voz de su madre hizo eco en alguna parte de su cerebro.
Siguió manteniendo sus ojos tiesos en él y entonces sus miradas se encontraron finalmente.
Podía ver sus mejillas encendidas, sus labios entreabiertos en nerviosismo y sus ojos chispeándole de la misma forma que siempre, solo que ahora tenían un brillo más especial.
Le observó caminar algunos pasos hacia adelante con desesperación y cuando Nine asintió con fuerza y le envió una sonrisa repleta de seguridad y ánimo, no dudó en devolverle el gesto.
-Quizá, es una de las primeras veces en las que siento la necesidad de decir cómo me siento y no saben lo emocionado que me pone decir esto y compartirlo con ustedes. Toda mi vida me he sentido perdido de algún modo, he cometido muchos errores, uno tras otro, pero ahora puedo decir que he sido curado, por así decirlo... Bueno, para cortar el rollo de una vez por todas, lo que venía a decirles es que estoy enamorado, loco de amor y no puedo pensar en otra cosa que no sea compartir mi vida con esta persona día y noche -sus ojos lo abandonaron, enfocándose ahora en la sonrisa de la muchacha que sonreía a su costado, mientras una pausa hacía temblar cada rincón de su alrededor durante un par de segundos.- Y esa persona es ella.
Sin pensarlo un segundo más, se impulsó hacia ella y la agarró del pelo con fiereza, besándola con todas sus fuerzas, haciendo que cada segundo pareciese una hora, hundiendo su boca en la suya y mirándolo al separarse de golpe, al tiempo que los ruidosos aplausos y comentarios de los demás se colaban por sus oídos y sus salvajes ojos se volvían para enfrentar a la multitud.
-La única para mí, la única por la que lo estoy dejando todo. Todo el resto fue solo un pasatiempo, algo pasajero que no significó nada en mi vida, pero ahora estoy sentando cabeza con la mejor persona que me he podido encontrar, ¿ya era hora, no creen?
El sonido de una bandeja cayendo al suelo y unas copas rompiéndose en piezas lo hicieron girarse solo para ver cómo Nine salía corriendo y se perdía entre la gente. Sus ojos perdidos vagaron sobre el rostro desconcertado de su hermana y las sonrisas triunfantes de sus padres.
-En una hora estoy saliendo con ella rumbo a Krabi, nos casaremos allá en tres semanas... y eso es todo, no quiero decir nada más.
Salió disparado hacia la puerta de salida del patio, quitándose la corbata de la forma más rápida que podía, mientras cruzaba los pasillos con toda la agilidad posible, solo deteniéndose al verlo meterse en una de las habitaciones de huéspedes. Llenándose de energía y decisión, empujó la puerta de un golpazo, sacudiéndose al encontrarlo temblando ahí, de pie detrás de la puerta. Las lágrimas se acumularon en su rostro, pero sus ojos volvieron a brillar al verlo, conservando ese pequeño destello de última esperanza que intentaba desvanecer el miedo.
-Joonie... -su voz salió distorsionada en un susurro apenas audible y tragó en seco, casi apurándose.- Nosotros quedamos en... ¿qué fue eso...?
-Lo que viste.
Sus ojos se dilataron enseguida y su rostro colapsó en un sinfín de emociones indescriptibles, mientras su cuerpo se estremecía y todo el color se escapaba de su rostro, al igual que el aire de sus pulmones. Sus labios se entreabrieron una tras otra vez, apenas conectándose con su mente.
-La besaste...
-La besé, ¿qué esperabas que hiciera? ¿Que dijera que estoy perdidamente enamorado de ti y que nos vamos a fugar a vivir nuestra romántica historia de amor al fin del mundo? -Joong soltó una carcajada, sacudiendo la cabeza con un intento de ironía en su monótona voz.- ¿De verdad te creíste todo eso?
El cuerpo de Nine convulsionó y sus ojos lo miraron muy abiertos, incapaz de detener las lágrimas que caían sin detenerse por todas sus mejillas. Su rostro había perdido el tono y ahora temblaba más fuerte que nunca, sin poder asimilar lo que estaba viendo y escuchando.
-No, esto no puede ser verdad...
-¿Qué no puede ser verdad? ¿Es tan imposible de creer que me vaya a casar con una mujer guapa e inteligente que tiene todo lo que alguna vez he buscado?
Sus manos ascendieron temblorosamente hasta su propio rostro y se posaron sobre la cavidad de sus oídos, mientras sus piernas flaqueaban y una expresión aterrorizada se apoderaba de él.
-Tú me amas...
Joong arqueó una ceja y chocó ambas palmas, carcajeándose otra vez.
-No me hagas reír, ¿cómo puedes pensar que te voy a amar? -se acercó unos cuantos pasos hacia él, apuntándole con el dedo índice e imponiendo su presencia.- Mira, vamos a dejar este asunto bien en claro para ver si se te mete en el cerebro. Cuando yo llegué de viaje y te conocí, te vi de cintura para abajo y juré que eras mujer y se me calentó la cabeza. Tú sabes, venía estresado de esas conferencias y te me antojaste. Me enteré que eras hombre unos minutos después y considerando lo caliente que me habías puesto, decidí hacer una excepción en mi vida y enredarme contigo esa misma noche.
Tomó una pausa para recuperar la respiración y sus músculos vibraron alrededor de sus huesos. Tenía la boca seca y su corazón se apretaba y rechistaba como si estuviese ardiendo en un maldito horno con espinas de fuego clavándosele sin piedad. No creía poder soportarlo más, pero tenía que hacerlo. Tenía que soportarlo, tenía que llevarlo hasta el final.
Se encogió de hombros y contuvo la respiración, intentando llenarse de valentía y fuerzas para continuar con el mismo tono de voz desalmado, indiferente y cargado de sarcasmo.
-Pero me rechazaste y como ya estaba decidido a tenerte, te seguí y te seguí. Se me hacía divertido la forma en que te hacías de rogar cuando en el fondo sabía que eras demasiado fácil y que tarde o temprano terminarías cayendo. Y caíste, pero como mi vida acá es una mierda de aburrimiento, te me hiciste algo bueno con lo que pasar el tiempo en el transcurso que encontraba algo más interesante o esperaba a que me cansases. Y ahora me has cansado. Ahora que me voy a casar con ella y todo anda genial, tú me estorbas y te he perdido el gusto. Creo que lo mejor que puedo hacer es acabar con esto e irme con ella lo más rápido posible. No sabes lo feliz que me hace todo el dinero que mi familia va a ganar con mi compromiso, porque yo soy así, un ambicioso de mierda -sus penetrantes ojos se oscurecieron mucho más y se saturaron de una frialdad desgarradora.- De verdad, te juro que no sé cómo te lo tragaste todo. Eres tan patético y ridículo que solo sirves para dar lástima.
Las lágrimas de Nine siguieron bañando su rostro y siguió mirándolo con la misma mezcla de perplejidad, turbación y terror de antes; su cuerpo se estremecía con corrientes frías de electricidad que le hacían agitarse y su mente parecía recibir golpe tras golpe sin parar.
-Aunque la castaña no me es indiferente, me he acostado muchas veces con ella, infinitas veces, demasiadas, mejor ni te lo imagines. Mientras tú me hacías galletas estúpidas e insípidas, yo me la tiraba todas las veces que se me antojaba y le prometía amor también. Como tú bien sabes, no soy ningún maricón y ahora me arrepiento de todo lo que he hecho contigo, fue una estupidez, pero fue la última que hice.
Joong apretó los dientes y el aire se le quedó atrapado en un rincón de la garganta. No podía soportarlo más, no podía soportar esto un minuto más y sin embargo, se abalanzó hacia adelante con más decisión y su voz se tornó más gruesa que alguna vez antes.
-Todo lo que te he dicho me lo he inventado y nunca lo he sentido. Nunca te he querido lo más mínimo y mucho menos, te he amado. Todas las caricias y besos fueron falsos y me hacía morir de risa la forma en que me idolatrabas tanto y te lo creías todo. Mientras tú te la pasabas creyendo que estaba loco por ti y todas esas idioteces, yo me reía un montón. Tener que aguantar que me dijeras "Joonie acá, Joonie allá" era insoportable, al igual que tus cursiladas de hacer tantas cosas por mí, tus llantos ridículos y tus "te amo" cada cinco segundos, ¡todo tú me hartaste siempre!
Hizo otra pausa y sus pulmones recuperaron el aire de inmediato.
-Y ni te hagas la víctima, porque tú también le has disfrutado, ¿o no? Quién mierda sabe cuántos cientos te habrán follado antes y vienes a hacerte el inocente conmigo. Yo sé reconocer a la clase de sujetos como tú.
Sus intensos ojos lo miraron con más resolución, notando cómo se quedaba callado, las lágrimas le caían sin detenerse, su cuerpo se deshacía en temblores y aún seguía mirándole con esa especie de trance, como si estuviese viendo a una bestia en alguna sanguinaria pesadilla.
-El cuento se acabó, ahora lárgate, desaparece de mi vista lo más pronto que puedas.
Joong cerró los ojos durante un breve momento y cuando los abrió, vio que Nine seguía ahí, apretando las mandíbulas con su rostro pálido y sin expresión. No, no podía aguantarlo más, no podía, simplemente no podía. Su cuerpo se precipitó hacia adelante en un ataque de desesperación, con sus gruesas lágrimas mezclándose con su propia saliva y su cuerpo rompiendo en violentos temblores.
-¿Qué? ¿No lo entiendes tampoco? -gritó con su desgarradora voz quebrándose y haciendo temblar la habitación, mientras las lágrimas caían con fuerza.- ¡Que se acabó, que se terminó, que todo fue una mentira, que me arrepiento de todo, que solo quise un acostón!, ¡que te largues, mierda, que te largues! El jueguito me aburrió y ahora lo estoy terminando. Te estoy dando el jaque mate, Nine.
Vio cómo Nine seguía temblando unos cuantos segundos más y luego se movía con toda la fuerza que podía hacia la puerta. Joong rompió en risas con los ojos totalmente enrojecidos.
-Es que sinceramente, ¿cómo pudiste creer que alguien como yo puede llegar a amar a algo como tú? Ni en las fantasías más estúpidas y absurdas puede suceder eso.
Escuchó el seco portazo detrás de sí y sus carcajadas perdieron todo su volumen, mientras sus piernas no soportaban más y se desplomaba por completo, pasándose bruscamente las manos contra su rostro para rasgar todas las lágrimas que se agolpaban en las esquinas de sus ojos y caían deslizándose por su nariz hasta llegar al suelo.

🌱
LLORÉ DEMASIADO ESCRIBIENDO ESTO, ME DUELE MUCHÍSIMO, QUIEN ME MANDA A ADAPTAR ESTO 😭💔

Inocencia Pasional (Joongnine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora