11 de noviembre, 2019
8:00 amGimnasio, 8 de la mañana. El cielo azul viéndose desde los amplios ventanales, inundando el lugar con luz solar. Un bello día para grabar y tal vez tomar algunas fotos, pensó Jungkook mientras encendía la trotadora. Prefería hacer ejercicios que no requieren de maquinarias, pero su casi inútil subscripción con un mes de prueba gratis a ese lujoso gimnasio estaba por llegar a su fin y no lo había usado lo suficiente. No podía dejar que eso pasara.
La musculatura del castaño se notaba más con cada paso que daba en el aparato, luego aumentando la velocidad hasta que se encontraba corriendo, sudando y jadeando.
Tiempo después, tomando un receso, revisó sus redes sociales. Siempre debía tener su celular en silencio y con sus cuentas cerradas, las abría pocas veces al día. Las notificaciones llovían furiosamente mientras tomaba un poco de agua.
Tantos mensajes, menciones, hashtags sobre él. Estaba infinitamente agradecido por el apoyo que estaba recibiendo. Ser conocido, personas influyentes queriendo hablar con él, estaba considerando buscar un representante... Pero, algo le estaba incomodando. Muchos expertos en la materia le decían que un chico como él atraería más público si se encontraba soltero, o al menos le hiciera creer al mundo eso. Y por más insignificante que pareciera ahora, definitivamente algo le molestaba.
¿Y qué tal si quisiera tener una relación ahora?
- ¿J-Jungkook? ¿Jeon Jungkook de "The Golden Closet" ? Dios, ¡soy tu admiradora! No s-sabía que venías a éste gimnasio - una rubia bastante nerviosa se aproximaba con pasos dudosos, ¿de verdad era él?
- Sí, soy yo - respondió el castaño un poco apenado.
Eran frecuentes estos encuentros con subscriptores, mas todo el tiempo se sentía como si fuera la primera vez que lo reconocen en público. Cada vez eran menos sitios a los que iba y nadie le pedía una selfie con él.
- Gracias por apoyar mi canal, significa mucho para mí, ¿una foto?
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colors
Genç KurguEl mundo empresarial no suena tan llamativo como lo es en realidad, 7 ajetreadas vidas adultas se entrecruzan par dar paso a numerosas historias, que los dejaran marcados a todos para siempre. "Nada es coincidencia, tú y yo, estamos destinados"