"Bueeeeeeeeenas" Suelta Chiara de forma casual con una sonrisa de oreja a oreja, mientras se acomoda en el asiento de copiloto. Enseguida la envuelve el calor de la calefacción del auto y puede jurar que siente como la piel se le va descongelando a cada segundo. Y de la misma forma, nota de inmediato como el sonido de la música baja notoriamente cuando cierra la puerta. En el asiento de piloto estaba él, alumbrado bajo la luz tune que les ofrecía el coche.
Una mirada rápida le es suficiente para confirmar que Pietro está usando pijama y que a pesar de estar usando una remera gris de manga corta arriba, abajo tenía puesto un pantalón pijama con un estampado casi que infantil lleno de color y formas que apenas puede diferenciar. Pero para Chiara las miradas rápidas nunca eran suficiente así que se lo queda mirando varios segundos. Segundos en los cuales él le devuelve la mirada esperando alguna clase de reacción por parte de ella, como si estuviera tanteando la situación.
"Hola" Dice, dejando de mirarla, como si se hubiera dado por vencido en escanear su cara. Y es en ese instante que Pietro apaga la luz y Chiara no sabe que hacer, y eso la agarra por sorpresa hasta a sí misma. De a poco el reducido espacio donde estaban se estaba llenando de una incomodidad que los ahogaba suavemente.
Pietro acelera tímidamente por la calle. Ella se recuesta contra el asiento de copiloto uno segundos con los ojos cerrados. A su lado siente la respiración ritmica de él. Pero en menos de un segundo ese pequeño momento de paz se ve amenazado con unas enormes ganas de vomitar, así que, con el fin de evitarlo, abre los ojos rápidamente y se gira hacia Pietro, al cual apenas puede ver entre la oscuridad.
"¿A donde vamos?" Pregunta, acomodándose mejor en el asiento, subiendo ambas piernas y tomándose las rodillas mirando en dirección del tan lindo piloto que tenía al lado. Es cuando sube los pies al asiento que nota que, efectivamente, se había olvidado los zapatos. Sabía que eso iba a suceder así que lo deja pasar.
"Debería hacerte esa pregunta yo a vos" Pietro dice, con un tono sin emoción y algo rasposo.
Chiara pone a un lado los millones de sentimientos que le corren por la venas para tratar de darle una respuesta, pero en el fondo sabe que no la tiene.
"No puedo ir a casa. No tengo llaves" Informa sin despegar los ojos de la figura él ni un segundo. El juego de sombras que hacían las luces de las calles bonaerenses en contraste con la oscuridad del auto era algo hipnótico, y si pudiese pasar el resto de su vida viéndolo, estaría extremadamente contenta.
"Bueno, podríamos ir a la Residencia..." Pietro deja la idea en el aire.
"¡Vayamos a ver el amanecer!" Suelta apenas su cerebro termina de formular la idea. Es como si un rayo de energía le atravesara el cuerpo. Suelta sus rodillas pero no deja que caigan del asiento, y se toma la libertad no premeditada de colocar su mano la nunca de él, jugando suavemente con sus rizos de la parte baja de su cabeza a un ritmo relativamente rápido.
"No es por sonar repetitivo pero, ¿a dónde?" Chiara lo siente suspirar bajo su toque así que baja progresivamente la velocidad con la cual enrrolla los pequeños rizos alrededor de su dedo y los desarrolla de forma un poco torpe, pero que a Pietro no parece molestarle.
"No sé, algún lugar donde se vea el maar" Propone ella con una media sonrisa.
"¿Pero no falta mucho para el amanecer?" Nota que el tono de voz de él es cada vez un poco menos relajado y empieza a ser más rápido, con un poco de estrés mezclado con apuro.
"¿Qué hora es?" Pregunta ella, que comienza a bajar su mano a lo largo del largo brazo de su amado chef maestro y agradece al cielo que el auto de Thiago fuera tan pequeño. Lentamente logra llegar a su muñeca, pero antes de poder tocar su mano, él aparta la mano del volante, toma la suya y baja ambas al espacio entre ambos asientos. Ella no duda ni un segundo en entrelazar los dedos. Y él, en un movimiento casi que inconsciente, comienza a acariciarle el pulgar con el suyo. Algo dentro le dice que está tratando de calmarse un poco a sí mismo más que a ella.
ESTÁS LEYENDO
let's ride (we can escape to the great sunshine) - chietro
Hayran Kurgu"Quiero abrazarte" Suelta de sopetón. Pietro guarda silencio un momento y Chiara tiene miedo de haber hablado muy rápido, de forma que él no la entendiera. "¿Dónde estás?" Dice él al fin y ella falla miserablemente en ocultar su emoción, dando un s...