Suspiraste cerrando la puerta de tu hogar cuando tus amigas finalmente se iban, las amabas pero había sido agotador estar con ellas, querías estar con él con todas tus fuerzas pero por cortesía recibiste a tus amigas.
Caminaste con pereza a tu habitación y cuando entraste lo primero que viste fue a Finn en tan solo unos calzoncillos negros acostado en la cama para dos personas boca abajo durmiendo. Su boca estaba ligeramente abierta y un pequeño camino de saliva se veía salir, reíste divertida y te sentaste a la orilla de la cama, mirándolo mientras con una de tus manos acariciabas su rizado cabelloSe veía tan pacífico y tranquilo, te arriesgarias a decir que angelical, pero sabías que no lo era en lo absoluto.
Con cuidado te levantaste y soltaste su cabello, lo miraste una vez más antes de salir de la habitación, con pasos lentos y silenciosos caminaste a la sala. Sacaste un cigarrillo de la cajetilla, lo posaste entre tus labios y lo encendiste; si tus amigas estuvieran allí te regañarian por fumar adentro pero a estas alturas no te importaba. Estabas pensando en Finn, Timothée y en qué harías el viernes, ya no podías ir a una cita como si nada con el ojiverde después de casi acostarte con la muerte; por muy extraño que sonara, además, él había admitido que le gustabas. No sabías cómo lo verías a la cara ahora, es decir, era verdad que estabas caliente y que comenzabas a sentir cosas po él, pero ¿Gustarte? Jamás te había gustado un hombre más que por atracción sexual, pero él no era un hombre
Suspiraste cansada y apagaste el cilindro lleno de tabaco en el cenicero color mostaza que se encontraba en un mueble pequeño al lado del sofá, te pusiste de pie y miraste la hora en el reloj con forma de guitarra en la pared sobre el televisor
23:54 PM
Caminaste con pereza y frotándote los ojos hacia la habitación de nuevo, entraste y Finn seguía durmiendo boca abajo en la cama, pero esta vez estaba bajo las cobijas, seguramente le había entrado el frío. Sonreiste un poco y tomaste tu pijama para luego de cambiarte tomar lugar a su lado
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Sentías como un poco de aire denso y caliente pasaba por tu cara, moviendo así unos cabellos desordenados por haber estado durmiendo hace unos segundos, trataste de mover tus brazos pero algo, más bien alguien no te lo permitía, abriste los ojos lentamente y viste el rostro de Finn muy cerca del tuyo, eso explicaba el aire denso
Estaba serio, demasiado para ser verdad, estaba recostado sobre su brazo izquierdo y con el derecho estaba sobre tu cuerpo pero sin tocarlo, como acorralandote a su cuerpo. Su respiración era pesada y miraste bien sus ojos, estaban algo rojos al igual que sus pecas, que se habían puesto un poco coloradas, hasta su cabello se veía tan siniestro, estaba de color morado