Finn se recostó en la cama de ____ cansado se tanto jugar con los pequeños que recientemente habían sido retirados por su madre, le hacían recordar a su pequeños y traviesos hermanos, los había visto en la mañana cuando había ido a trabajar, necesitaba un repiro del tranquilo mundo de los mortales, y no había nada mejor y mas efectivo que hacer el trabajo para el cual había nacido. La castaña se estaba despidiendo de su vecina cuando el decidió ir a acostar su cansado cuerpo en la suave colcha blanca
"Estas viejo" escuchó una conocida voz acompañada un poco de frío en la habitación y una ligera carcajada burlona
Levantó su cabeza con pereza y vio a la pelirroja quién estaba de pie al final de la cama mirándolo con los brazos cruzados sobre su pecho. Su anaranjado cabello estaba tomado en una perfecta coleta y tenía los labios maquillados de un burdeo oscuro que resaltaba sus pecas
"¿Qué haces aquí, Sadie?" preguntó el pelinegro tocándose la frente confundido, la pecosa lo miró atentamente
"He venido a verte porque necesito saber si lo que creo es real" se acercó a él y tocó su frente tibia por unos segundos y eso bastó para que sus sospechas se confirmaran "Así que es cierto"
"¿Qué?" habló confundido mirando la blanca mano de su hermana que estaba fría
Finn era tibio, todo su cuerpo lo era, al ser la muerte y tener relación con los difuntos su temperatura era alta, desde siempre había sido así, desde que nació, pero Sadie en cambio era fría y tan pálida como la nieve, como la mentira debía ser fría, sin sentimientos ni arrepentimiento, por mucho que en su personalidad no fuera así
"Te estás enamorando"
Apretó sus labios nervioso y luego de un par de segundo soltó una carcajada burlona de las ocurrencias de la pelirroja, quien rodó los ojos
"¿De qué estás hablando Sadie?" soltó finalmente mirándola
"Finn, no le puedes mentir a la mentira, sabes que lo sé, es más, yo diría que ya estás enamorando" el ruloso se alteró ante las últimas palabras de su hermana y se puso de pie para ir a cerrar la puerta y chequear los dedos para que la castaña no escuchara nada de lo que ellos estaban hablando
"No puedo enamorarme" confesó "No conozco ese sentimiento" la pecosa rodó los ojos y se sentó en la cama
"De eso se trata el amor idiota, no conoces ese sentimiento, sólo sabes que algo pasa con tu corazón cuando ves a esa persona, algo inexplicable pero que se siente de una manera asombrosa" explicó