Mirabas atentamente como el humo escapaba hábilmente por los labios de Finn mientras caminaban por las frías y repletas calles de New York. Suspiraste y le diste una calada ahora a tú cigarrillo
"¿A dónde vamos?" su voz sonó tan ronca que tu piel se erizó en menos de un segundo, temblaste un poco y él sobo sus palmas en tus brazos, tratando de generarte calor, no sabía que lo estaba empeorando
"Al supermercado"
"Ya sé que al supermercado pero ¿A cuál?" volvió a preguntar
"Walmart"
"Me gusta ese supermercado" lo miraste sonriendo confundida "Es azul, me gusta el azul"
"A mí me gusta el burdeo"
"El color del vino y de la sangre" sonrió torcidamente y eso te causo escalofríos
Tiraste la colilla a un tacho de basura que estaba justo afuera del lugar al cual se dirigían, Finn imitó tu acción y caminó detrás de ti hasta el interior del lugar comercial
"Estas más callado" comentaste tomando una botella de agua con gas y la introdujiste en el carrito que había traído el azabache
"Supongo que me estoy acostumbrando a este lugar, tranquila, pronto volveré a coquetear contigo" abriste los ojos y lo miraste
"¿Quién dijo que quería que me coquetearas?"
"Nena, te mueres por mí" una sonrisa torcida se asomó en su rostro, rodaste los ojos
"Como sea" bufaste "Hey, no te vuelvas a acostar en mi cama"
"Pero si lo disfrutaste, corrijo, lo disfrutamos"
"Claro que no" te paraste en medio de el pasillo de las golosinas y jugos artificiales con falso colorante "No te sentí"
Su cara se volvió perversa y sus ojos se oscurecieron un poco, caminó hasta quedar frente a ti, tuviste que levantar la cabeza para mirarlo debido a su altura, sus pechos casi se tocaban y podías sentir su aliento caliente contra tus mejillas
"¿De verdad no me sentiste?" preguntó desafiante pero con una sonrisa torcida
"No, no lo hice" respondiste un tanto nerviosa pero no te alejaste
Sus brazos se envolvieron en tu cintura acercándo aún más sus caras, no sabías cómo si ya estaban cerca; sus manos bajaron con lentitud hasta un poco más arriba de tu trasero y en un movimiento brusco pero ágil pegó sus cuerpos, miraste sus brazos para rápidamente volver la mirada a su rostro
