Finn había salido del departamento muy temprano, tampoco había dormido en la noche, pero no tenía ni una pizca de cansancio, no podía parar de pensar
No conocía demasiado la ciudad de Nueva York, y como tampoco tenía sus poderes era menos ágil para poder ubicarse, pero había un lugar en el cual sabía que podía pensar y no ser interrumpido, bueno, a las cinco de la mañana nadie podría interrumpirlo
Las horas pasaban tan rápido como las olas se desparramaban en el mar, no se dió ni cuenta cuando ya era la hora del almuerzo, pero no tenía hambre, en lo absoluto, sólo podía pensar, pensar en ella
¿Qué mierda se suponía que debía responderle a aquella confesión? ¿Yo también te amo? No estaba seguro, mierda, no conocía ese sentimiento y le aterraba, no quería dañarla, cuando Jack le sugirió subir al mundo de los mortales jamás pensó que algo como esto le pasaría, algo como el amor
Y eso le frustraba un montón, quería amar a ____, Dios sabe cuanto, pero él nunca había conocido ese sentimiento, no estaba seguro del por qué su corazón latía con tanta fuerza cuando la veía ¿Amor? ¿Miedo? ¿Adrenalina? No tenía ni puta idea. Cuando ayer por la noche ella le había dicho que lo amaba su corazón latió como nunca, ni cuando estaba realizando su trabajo se sentía así, su cuerpo se había paralizado y lo único que pudo hacer fue abrazarla, sintió como su sangre se congeló y los vellos de su nuca se erizaban
"Estás enamorado" la voz del rizado que hace tanto tiempo no escuchaba le hizo voltear
"Jack" murmuró mirándolo mientras volteaba su cuerpo para mirarlo, pero se mantenía sentado en aquella banca color marrón oscuro
El diablo caminó con pasos lentos hasta el azabache, llevaba un abrigo color bordó y unos pantalones negros, los pies del pecoso eran cubiertos por unos botines del mismo color de los pantalones. Se sentó junto a Finn sin mirarlo, acomodó el bastón rojo oscuro con detalles negros y algunos diamantes junto a su cuerpo
"La has cagado Finn" analizó el castaño aún sin mirar a su hermano, la respiración del azabache comenzó a ser irregular y sintió como su corazón aceleró su pulso "Ella es la chica"
El pecoso frunció en ceño y miró a Jack confundido ¿La chica, pero de qué exactamente?
"¿De qué mierda estás hablando?" alzó la voz temblorosa pero con desesperación, el diablo le dió una sonrisa ladeada sin mostrar los dientes y aún sin mirarlo