Remitente I: Helix of Hope and Despair

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Monoegi miró con frustración los planos frente a él.
Había pasado toda la noche terminando algunos detalles de las gafas y después paso a ver cuanto le costaría una actualización de software que le diera más alcance dentro de la academia.

Desde el primer momento en que Makoto piso la entrada, Monoegi se había infiltrado en el sistema de modo incógnito pero eso no garantizaba que podía acceder de toda la información necesaria.

Necesitaba actualizar su software para que calzara con ciertos archivos y la única persona que podía realizar algo así era Fujisaki Chihiro, pero en estos no era una opción.

Lo podía hacer el mismo, pero le llevaría varios meses llegar al grado.

—«Bah, todo esto es un desastre...»

Noto que el reloj ya marcaba las 7 de la mañana, por lo que no faltaba mucho para que Makoto se tuviera que ir al edificio principal.

—«Je, con suerte le dejé las gafas en la chaqueta junto a una nota»

Estando tranquilo, Monoegi apagó su cuerpo para dejar al sistema de enfriamiento actuar.

Dentro de lo que llamaría su "mente", el oso miró por todos lados para encontrar en que entretenerse. Venía aquí cada que el cuerpo se sobrecalentaba y la caja de enfriamiento lo obligaba a apagarse y al parecer se había esforzado de más al completar la tarea de las gafas.

En el interior de su sistema, software o lo que sea, sólo se miraba a si mismo como una especie de 'stickman' con los colores blanco y azul mezclándose entre si, como cuando al café se le agrega leche.

—¿Disculpe señor?

Monoegi volteó hacía la voz que pregunto.
A

l centrar la vista en el punto de orígen, pudo ver la silueta de una niña que se dejaba diferenciar sólo por sus dos coletas.


—Mmm... Hola, ¿niña? ¿Qué haces aquí?

—S-señor, ¿quién es u-usted?

El Stickman se trono los nudillos, había pasado 1 año desde que vió a esa sombra y no tenía la paciencia como para estarle soportando otra vez.

—Deja de fingir, es casi tan desagradable como tú.

Una enorme sonrisa se formó en la sombra, sonrisa que hacía un gran constrante con el resto de su forma.

—Aww~ ha pasado un año, ¿dónde estuviste? ¡Nos sentíamos tan solos! —con eso último, la sombra empezó a tener líneas multicolor oscuras con números aleatorios recorriendola.

—Eso no te incumbe, y en lo que a mí concierne, tú estás por desaparecer.

Esa sombra era el producto de la perdída de la Lista de Nombres en los recuerdos, y también de la dañada matriz con la que quedó el oso. El mismo se dijo mentalmente que "si te metes con el tiempo, este te responderá y no será bonito".

—Bueno, eso es cierto. Me jodió mucho cuando ligaste nombres perdidos a hechos... Por cierto, ¿cómo hiciste eso? Has estado inactivo por 14 años, y el año pasado te actívaste sólo para moverte.

Una sonrisa tosca que mostraba los dientes caninos se formó en el rostro de la forma 'stickman' de Monoegi.

—Solo recordarías algo si cambiarás cosas o te involucraran, pero has estado en letargo...

—¿Quién dice que no cambié algo ya? —el viajero dijo como si nada, impactando a la sombra—. No me iba a quedar sin hacer nada, aunque estuviera limitado porque no tenía apoyó dentro de la academia.

—¡¿Me estás jodiendo?! ¡¿Qué mierda hiciste? —una vena se notó en el cuello de la sombra, pero a Monoegi no podía más que causarle gracia. Le gustaba vacilar a ese error y castigo del padre tiempo.

—¿Recuerdas al Curso de Reserva? ¿A la Clase 76?

El oso suspiró y el escenario cambio.

Ahora estaba en una parcela en alguna zona rural con una vista perfecta a la luna en cuarto menguante.

—Estuviste cambiando cosas incluso antes de ir con Makoto... Zorro astuto.

—No soy un zorro, no soy un oso, no soy... —eso último se le atascó en la bocina—... No soy Naegi Makoto.

—¡Por supuesto que no lo eres!

La sombra de abalanzo sobre Monoegi, estrellandolo en la tierra mientras apretaba su cuello que no dejaba de crujir.

—¡No eres nadie! ¡Pero~! —Monoegi se quedó horrorizado. No le afectaba la mirada enloquecida de la sombra, lo que le estaba afectando y causando un posible mal funcionamiento exterior era la apariencia.

Un ojo verde, otro azul, un mechón rubio, un mechón verde, un mechón negro, un mechón pelirojo y una sonrisa como el gato de Cheshire.

[Enfriamiento completo] —anuncio el procesador central.

—Buuu, ¿tienes que irte tan pronto? ¡Me empezaba a divertir! —aumento su agarre sobre el Stickman—. Puede que no nos veamos más, talvez sí, talvez no, ¿quién sabe? ¡Pero recuerda ésto! ¡Quién no conocé sus errores, esta destinado a repetirlos y creo que aún no comprendes cuál es el tuyo!

"Crack!".

—«¡Carajo!» —Monoegi se sobresaltó y miró a su alrededor. La luz del día ya era visible desde los cajones, ¿cuánto tiempo pasó allá?

Decidió no pensar en eso, necesitaba relajarse un momento por lo menos...

Returned to SenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora